2. Mᴇɴᴛɪʀɪᴛᴀ ғʀᴇsᴄᴀ.

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—¡MINHO, JETABIERTA. ABRE O ME GUINDO DEL PORTÓN!

La última vez que Minho por ladilla no le abrió a Jeongin, el carajito se guindó del alambre que cercaba su casa y lo dobló todo con el peso, haciendo que las gallinas ponedoras de la mamá se escaparan y a Minho le dejaran un treinta y ocho marcado en una nalga a punta e' cholazo limpio. Así que esta vez sí tuvo la decencia de levantarse de la cama y arrastrando sus escasas ganas de vivir, se llegó hasta la puerta.

—Dios mío, pareces un espanto e' monte —Jeongin negó, mirándolo de arriba abajo.

En contexto, Minho duró todo el fin de semana encerrado en su cuarto, oyendo música de señora despechada por su tercer divorcio, comiendo chucherías, viendo películas de desamor y muy probablemente sin que su cuerpo haya tocado el jabón por esos dos días. Fos muchacho, date pena.

—¿Y ya se te pasó tu guayabo? —preguntó Jeongin, que ya se hallaba acomodaíto en la sala de Minho, con media taza de café y una mitad de pan canilla en la otra mano.

—¿A ti se te pasó tu obsesión por Chris?

Jeongin negó con su jeta llena de pan.

—No he logrado más que velar ese bizcochito a la distancia, ¿tú crees que si?

—Entonces acabas de responder tu propia pregunta.

Minho suspiró dejándose caer en el mueble grande, como una plasta de flojera que era. Jeongin no estaba para apoyo moral por palabras, pero al menos estaba presente. Sin embargo, hubo algo de lo que se acordó repentinamente, agarrando un buche de café antes de hablar.

—Bueno, te tengo una noticia con la que ese guayabo se te va a pasar en un dos por tres —Minho le paró bolas, enderezando su postura—. Probablemente ni hayas revisado el celular, que por cierto —hizo inciso, agarrando otro sorbo de café—, perdimos la racha, triple coño e' tu pepa. En fin, medio mundo está soltando el rumor de que besaste a Yese el viernes y Anyerso te anda buscando con un machete en la mano.

Lo que faltaba, como si no fuera suficiente.

—¿Quién fue el sapo lagunero que salió con el chisme? —preguntó entre molesto y asustado. Aunque ciertamente estaba más cagao' que cualquier otra cosa, sapewebo, Anyerso se endiablaba cuando se arrechaba, de paso, que el motivo de arrechera sea su jeva empeoraba las cosas, si es que se podían empeorar más.

¡MIRA, COÑO E' TU MADRE! ;; 𝐦𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora