Si había una tarde más aburrida, era esta.
Yo, Aburrinette Recostada en el diván de mi habitación reproduciendo una de mis canciones favoritas, pasando cada página de revistas que en una salida compré con mi abuela.
-- Tengo un gran bloqueo lector en este instante, o tengo la mente en otro lado. -- Me dije a mi misma.
Revistas, más revistas, una pareció distraerme más.
Era un chico, un chico que traía unos ojos de un profundo verde, un verde brillante.
Observe la página con detenimiento.
Será babeando con detenimiento. -- Pensé y sacudí mi cabeza.
-- Son las hormonas por la pubertad, o es que simplemente es bellísimo. -- Dije sin más.
-- ¡Maaaarineeeetteeeee! -- Me sobresaltó el grito y cerre la revista y me quite los audífonos lanzandolos a otra parte de mi habitación, "Ups..." Pensé, y ahora encontrando la cara de mi hermana mayor, Kagami, asomando su cara en la puerta de mi habitación, mirándome con un poco de nervios.
-- No tenías que lanzar todo. -- Dijo entrecerrarando los ojos.
-- N-no, es que aja. -- Dije y me reí nerviosa, ella solo me miró raro.
Vamos, no creo ser tan rara. -- Pensé.
Ella se quedo mirándome con unos ojos nerviosos mientras subía para sentarse en alguna silla. Yo me acerque a su cara, enarcando una ceja, y mirandola con una sonrisa maliciosa.
-- ¿Te vas a casar? -- Solté de repente, ella cambió a cara para una más seria, solté una pequeña risa timida, y ella empezó a hablar.
-- Sabes que desde lo ocurrido con mis papás ha sido como, complicado, en encontrar un trabajo estable. -- Dijo la azabache peliazul de ojos color avellana, pasando una mano por su propio cuello. -- Encontré el trabajo perfecto en París. -- Soltó sin más, mientras que la otra peliazul algo torpe, la boca casi se le estaba cayendo al suelo.
La peliazul de unos lindos zafiros, estaba en un escenario ficticio en su mente, donde se imaginaba toda su vida en París, desconcentrandola de lo que hablaban.
-- Marinette. -- Cuando por fin Kagami logró sacar a Marinette de sus pensamientos, ella suspiró y volvió a hablar.
-- Por suerte tengo un amigo en París que nos aceptará en su casa hasta que nosotras compremos una propia. -- Dijo, yo la miré sin estar segura de lo que decía.
-- ¿No va a ser molestia, Kagami? -- Interrogue, ella negó y con seguridad le dijo a Marinette que es una persona confiable, Marinette sentía lo contrario de seguridad.
-- Es que, no puedo ser la unica que piensa que invadir un espacio ajeno como si nada está mal, y más de un solo amigo. -- Le dije, sin más. -- Es decir, tu no sabes si por ser huérfanas nos dicen eso, y después nos botan en cuanto entremos por la puerta, y terminamos pasando trabaj-. -- Hice una historia en mi mente, que fue interrumpida por el celular de kagami vibrando con una música algo rara.
Kagami me agarro las dos manos haciendo que la vea a su cara, ella hizo una mueca algo emocionada.
-- Te aseguro, no nos va a fallar, y solo es por un tiempo el quedarnos en esa casa. -- Aseguró ella mientras apagaba el celular. -- Tengo el dinero de lo que dejo mamá, lo usaré para los pasajes. Pero no te voy a obligar a nada, y lo sabes, pero recuerda que probablemente es algo que podría sacarnos de la vida que estamos dejando de largo y poder construir una mejor, supongo. -- Noté como a mi hermana se le iluminaban los ojos, y suspiré y asentí.
-- Lo voy a pensar. -- Dije regalándole una sonrisa, ella asintió y salió.
Me levante del diván ahora caminando por todos los lados de mi habitación, dando vueltas, y vueltas, y vueltas...
"Me pondré a coser" -- Pensé, y mientras creaba un suéter (el del estilo largo español) veía las noticias, como cualquier persona.
-- Las personas involucradas en las desapariciones de los niños y adolescentes en París, desde hace 4 años de lo sucedido y encarcelados, lograron escapar hace una semana, hoy se han visto algunos en Shangai, sin embargo, no lograron alcanzarlo. -- Escuche atentamente entrecerrando los ojos.
-- Suficiente de noticias hoy, ¿que pasa con el mundo hoy? -- Extrañada, solté la prenda que estaba haciendo, y recosté mi cuello en la espalda de la silla, y poco a poco cerrando los ojos.