17 - La escapada

65 10 11
                                    

—Escucha —dijo Jungkook, llamando mi atención mientras terminábamos de limpiar. El comedor estaba impecable, como siempre después de nuestras tareas. Me di cuenta de que había limpiado más rápido de lo habitual, por las ganas que tenía de salir de ahí. Me giré para mirarlo, notando la seriedad en sus ojos.

—Vamos a volver al cuarto antes de irnos —añadió, su voz tranquila pero firme.

—¿Irnos? —pregunté, intentando entender qué estaba planeando.

Jungkook asintió, pero no resolvió mi duda. Salimos del comedor y nos dirigimos rápidamente hacia nuestro cuarto. El sonido de la película resonaba por los pasillos, pero apenas presté atención. Todo el mundo estaba concentrado en la "Noche de películas", lo que significaba que, por una vez, el internado estaba desierto. Era como si la oportunidad perfecta se hubiera presentado ante nosotros.

Corriendo por los pasillos, apenas podía contener mi emoción. Cuando finalmente llegamos a nuestro cuarto, entramos con la respiración agitada. Me apoyé en la pared, tratando de recuperar el aliento mientras lo miraba.

—Vale —dije, aún jadeando un poco—, ¿por qué estamos aquí?

Sin decir nada, Jungkook se giró y comenzó a desabotonarse la camisa, dejando al descubierto su torso. Mis ojos se agrandaron, no solo por la sorpresa de verlo sin camisa, sino porque no entendía en absoluto lo que estaba ocurriendo. Con movimientos rápidos, buscó algo en su armario y sacó una camiseta negra, que se puso en un solo gesto.

—¡Vamos! —me apuró, su mirada fija en la mía, llena de urgencia—. Cambiate de ropa, tenemos que irnos ya.

—¿Qué? —dije, completamente confundida, aunque no podía evitar sentir la emoción corriendo por mis venas.

—Nos escapamos esta noche —declaró con una sonrisa que hizo que mi corazón se acelerara.

—¿¡Qué!? —Mi voz reflejaba mi sorpresa, pero también un entusiasmo que no podía disimular. La idea de escapar del internado, aunque solo fuera por unas horas, era el mejor plan que podían plantearme. Jungkook sonrió al ver mi reacción. Sabía que era lo que más quería hacer.

—Sí, nos vamos —dijo Jungkook y volvió a buscar en su armario.

Me acerqué a mi armario y rápidamente me cambié de ropa. Opté por algo cómodo y oscuro. Saqué un top negro con las mangas largas y hombros al descubierto, luego opté por unos pantalones largos acampanados y tomé mis sneakers. Podía sentir su mirada sobre mí mientras me preparaba, y eso solo aumentaba mi determinación. Tomé una chaqueta ligera ya que por las noches bajaba bastante la temperatura.

Cuando estuve lista, nos miramos por un segundo y yo sé que una sensación creció nosotros en ese momento. Sus ojos repasaron mi cuerpo de arribabajo, sin ningún tipo de vergüenza.

—¿Voy bien?— pregunté mientras arreglaba con las manos mi pelo para que no se viera desordenado.

—Sí, vas bien.—apartó su mirada de mí y tomó aire para seguir hablando, cambiar de tema y centrarnos en lo importante.

—Es la hora —dijo Jungkook con una determinación. Me miró a los ojos, asegurándose de que comprendía la seriedad de lo que estábamos a punto de hacer. Asentí, y con un gesto de su mano, me indicó que lo siguiera.

—Sígueme y no hagas nada de ruido —añadió, abriendo la puerta del cuarto con cuidado, asegurándose de que no hiciera el más mínimo sonido. Salimos al pasillo que seguía tan desierto como lo habíamos encontrado antes. La maratón de películas, que atrapaba a todos los estudiantes en el salón principal, nos había dejado una oportunidad perfecta para escapar sin ser vistos.

Atados Rebeldes » Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora