Autora pov:
Yuki estaba empezando a molestarse, Suzuka no lo había llamado una sola vez y la verdad pensaba seriamente que ya lo habían descubierto.
-El tema es como- protestó en voz baja y se quitó el brazo de la chica que tenía sobre su pecho, estaba tan dormida que ni cuenta se dio.
Se puso el boxer, una bata y salió al balcón, encendió un cigarrillo y vio como la tarde empezaba a caer, estuvo tanto tiempo follando que durante la mañana apenas y había salido. Miró a la joven que dormía; era rubia, ojos verdes tan vivos como esmeraldas, senos promedio, piel bronceada y unas buenas caderas, tenía entendido que era una italiana proveniente de Sicilia.
Suspiró, trabajar hasta el cansancio a una chica ya no lo satisfacía, no podía ni ponerse duro porque ninguna era aquella omega que le robaba el sueño y el placer. Se despeinó y se terminó el cigarrillo, entró a la habitación y le dio a la chica con la almohada en la cabeza.
-¿Qué te pasa ragazzo?- lo miró adormilada -¿Quieres otra ronda?- ni se molestó en cubrirse cuando se sentó, sus pezones se pusieron duros debido al soplo de aire fresco.
-Lo que quiero es que te vayas- señaló la puerta.
-¿Y esa forma de tratarme?- lo miró de forma inquisitiva -¿Me follas hasta que me desmayo y ni algo para beber me ofreces?-
-¿Ahora debo ser caballero con las putas que pasan por mi cama?- rió sarcástico -Debí acordarme- se golpeó la frente.
-¿O será que esa tal Moa es mejor que yo?- la chica se estaba molestando, sus mejillas coloradas lo daban a entender -Porque jadeaste ese nombre unas tres veces, me acuerdo muy bien-
-Pues debo pensar en otra puta para siquiera correrme porque tú la verdad dejas mucho que desear- Yuki encendió otro cigarrillo -¿No decías que eras una buena italiana o era nada más un cuento?- sonrió vil.
-¡¡Figlio di puttana, ti odio!!- gritó furiosa, le tiró la almohada, se vistió con lo que pudo agarrar y se fue dando un portazo.
-¡¡No esperes que te pague!!- gritó y se sentó a terminar el segundo cigarrillo tranquilo.
Aunque era verdad lo que había dicho, tuvo que pensar en Moa para ponerse duro porque la chica no le había despertado la libido que él esperaba. Se estaba preocupando un poco, desde que se había revelado había follado con cuantas chicas quería, ya empezaba a tener fama de "rompe matriz" pero ahora una de tantas se había ido insatisfecha y enojada con él.
-Maldito seas cerebro, maldita seas Moa- protestó y se tapó los ojos, esto escalaba a puntos preocupantes.
-¿Mala suerte primo?- escuchó que abrían la puerta, se quitó el brazo de la cara y miró a su visitante.
-Hola Kai- suspiró a uno de sus primos -Si, mala suerte-
-Y eso que la chica esa era una bomba, la encontré después de una larga investigación de mercado- el chico le palmeó la espalda -¿Qué pasó, era muy estrecha, apretada?-
-No, tenía buenas caderas, era bien caliente pero...- se despeinó irritado, no hablaba mucho de sexo con su familia -No me la puso dura, tuve que pensar en la puta esa que tiene Suzuka-
-Bueno no te culpo, esa Moa tiene un culo que papá- Kai se lamió los labios -Suzuka si que se las consigue buenas, ¿te acuerdas de esa alta de trenzas?-
-¿Mirari?- la verdad acordarse de tantos ligues de su prima era una tarea complicada -Si estaba buena pero me enteré por las amigas que le cortó la lengua, no sirve ni para chuparla ahora-
ESTÁS LEYENDO
Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)
Teen FictionCinco años de paz terminarán cuando el resto de la familia Nakamoto decide poner fin a la felicidad cosechada empezando por atentar contra todo lo que construyeron, lo más amado de sus vidas. ¿Serán fuertes para enfrentarse a ellos o será ganadora l...