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— Vaya, vaya... ¿Qué hace una chica como tú tan sola?
El hombre que se encontraba delante de ___ se acercó amenazante a ella. Definitivamente, había elegido la peor calle de todo Zaun para atajar.
La chica iba a contestarle, pero un ruido seco a su espalda hizo que se girara. Era Vi, que acababa de aterrizar en el suelo. Se puso a su lado y le miró amenazante.
— ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño? — dijo.
El chico rio al ver a la pelirroja y se acercó más a las chicas, preparado para iniciar una pelea.
— ¿Qué crees que haces? — le preguntó la chica al ver que Vi se acercaba para luchar contra él.
— Protegerte — contestó segura, sin apartar la vista de su enemigo.
— Tst, por favor... — se burló ___, y, con un movimiento rápido de manos, con la mano izquierda lo cogió de la chaqueta y con la derecha le dio un buen puñetazo.
El chico se tambaleó y ___ volvió a por él, empujándolo hasta tirarlo al suelo y poner un pie en su espalda para que no volviera a levantarse.
— ¿Qué hace un chico como tú siendo aplastado por una chica como yo? — dijo ___, para hacerle saber que no podía meterse con quien no debía —. Lárgate y no vuelvas.
En cuanto le quitó el pie de la espalda, el chico se levantó y, después de dedicarle una mirada asesina a las chicas, se fue y pasó de ellas.
— Vaya, no sabía eso de ti — comentó Violet.
— Hay muchas cosas que no sabes.
— ¿Y por qué no me las cuentas? — dijo, acercándose a ella.
— ¿Por qué no me preguntas? — contestó, pasando por su lado para lanzarle una mirada burlona.
Violet sonrió y ambas se fueron por el callejón. Ahora, el silencio entre ambas se había convertido en un interrogatorio por parte de Vi.
