Capitulo V : Más que a un amigo

51 6 2
                                    

Pasaron unos segundos abrazados y sin decir nada. Satoru rompió el silencio.

-¿Qué hora es?

Suguru dejó el abrazo y observó la hora, ya había iniciado la clase

-Son las once con cinco minutos, vamos al salón.

El albino asintió, deberá pensar en alguna excusa.
Caminaron al aula sin decir nada, sin cruzar palabra, pero sin incomodidad, después de todo, son mejores amigos, se entienden y se comunican incluso en el silencio eterno.

Una vez entraron al salón, notaron que apenas la profesora de geografía estaba buscando las listas de asistencia. Pasaron desapercibidos, al menos para la docente, pero para los alumnos no.

Las mujeres con las que hablaban minutos antes, notaron la mirada apagada de su amigo peliblanco y la expresión de preocupación en la cara del azabache.

-Bueno alumnos, pasaré lista. Quien no conteste, ya sabe; no tiene asistencia.

Después de contestar a su nombre, el albino cayó en sueño. Dormir tarde y llorar no es buena idea, te cansa los ojos de más.

-Suguru, ¿qué le pasó?- Shoko se sentó al lado del de ojos castaños.

-No lo sé, estaba llorando.

-¿El? ¿Llorando?

_Sí, cuando entré a buscarlo en los sanitarios, le hablé y su voz sonó rara, temblorosa, cuando salí, segundos después, el igual.

La mujer trató de recordar que pasó antes de eso. "Lo que dijo Suguru", recordó el comentario en el que su amigo dijo que nunca serían novios, aunque era una mentira enorme, el albino se la creyó, además, ¿desde cuándo Gojo tiene corazón de pollo?, si que el amor le pegó fuerte.
"Dios, yo no soy tu mejor guerrera. Quiero decirle a Geto que Satoru gusta de él y viceversa. Quitales la ceguera, por favor" la castaña miraba hacia el techo mientras repetía esas palabras en su mente.

-No, ni idea de porque está así, pero sus ojos están muy hinchados.

-Dejaré que duerma.

-¿No crees que lo regañen?

-Espero que no.

Siguieron tomando su clase, estaban viendo temas acerca de las estrellas, planetas y constelaciones.

La clase terminó y Satoru no tenía ningún apunte, seguía durmiendo.

Desde donde estaba sentado, Geto movió al albino del hombro mientras le hablaba por su nombre, hasta conseguir despertarlo.

Satoru abrió sus ojos y lo primero que vió fue a su mejor amigo agarrándole del hombro y hablándole.

-Hasta que despiertas. Ya acabó la clase.

-¿Tan rápido?- acompañó sus palabras con un bostezo.

-Sí.

-Guarden sus cosas y se van a sus casas, nos vemos el miércoles.- La maestra habló.

Algunos muchachos ya salían del salón y otros guardaban sus útiles.

-Satoru, ven- Shoko le habló al peliblanco mientras movía la mano. -Sin tu novio.

-No es mi novio, no quiere.

-Y tú quieres que sea?

-¿Qué te importa?, bueno, dime lo que me querías decir.

Suguru salió del salón para esperar a sus amigos.

-Tus ojos están hinchados, ¿por qué lloraste?

-Yo jamás lloro.

-Tus ojos me dicen lo contrario.

-Bueno, aún así, no te lo diré.

-Bien, en algún momento lo harás. Vamos con tu amor platónico

-Jodete.- levantó su dedo de enmedio y salieron del salón.

Geto yacía sentado cerca de la puerta esperando.

-Ciego, ven.- Ieiri habló mientras señalaba al azabache.

Suguru se levantó y fue con la castaña y el albino. No interrogará más los apodos puestos por su amiga.

-Foto.

Shoko, Gojo y Geto tienen una costumbre desde que se conocen, sacarse fotos de su día a día. Geto las imprime y las pega en un álbum; también les añade una pequeña narración o sinopsis de lo que pasó ese día, aunque eso de imprimirlas nadie lo sabe, solo él.

-Me pasas la foto.- dijo el azabache, mientras la miraba.

Shoko asintió y los 3 caminaron hacia la salida, mientras hablaban.

-¿Hay tarea?

-Si, que Geto te diga de que es.

-Después te digo.

Llegaron a la puerta de la escuela y la cruzaron para salir.

-Bueno, par de puercos, a partir de aquí, me separo de ustedes.

-¿Puercos por qué?

-Nada más, bye.- la mujer se fue hacia el lado izquierdo y los hombres hacia el lado derecho.

-Oye, Satoru.

-Dime.

-Voy a estar en tu casa hasta las 4.

-¿Como por qué?, ni te invité, ¿te dijo tu mamá?- Volteó a verlo con una ceja alzada.

-Nah, me invité solito, además, siempre soy bienvenido, me lo dijo tu madre.

-Bien, pero no limpié mi cuarto. Vámonos en transporte y así no perdemos tanto tiempo.

-Bueno.

Cuando pasó el camión ambos subieron y se sentaron, serían unos 5 minutos de viaje y después un poco de caminata hacia la casa de Satoru.

-Todavía tienes sueño?- el azabache preguntó al ojiazul mientras se sentaban lado a lado.

-Si, quiero dormir.

-En cuánto me vaya, te duermes.

Gojo asintió a lo dicho por su amigo.
Geto sintió peso en su hombro derecho, la cabeza del peliblanco estaba reposando ahí mientras cerraba los ojos y caía en sueño, aun hay tiempo.

Geto se movió un poco para poder abrazar al albino con su brazo derecho y con el izquierdo sujetar su celular; empezó a jugar candy crush.

La voz de una mujer mayor sacó su vista de la pantalla.

-Jovencito, se ve que usted quiere mucho a su novio; ¿no es así? Cuando yo era más joven, también quise mucho a mi novio, me casé con él y...

-Disculpe, no es mi novio, es mi amigo.

-Perdón, que pena, pero lo quiere más que a un amigo?

-Emmm... bueno...

-Aquí me bajo. Se muy feliz con tu amigo.

Geto se confundió ¿Qué tipo de plática fue esa?, aunque la señora tenía razón, lo quiere más que un amigo.











Voy a ser bien sincera, no quería publicar hoy, me dió un chingo de weba, a pesar de que es un capítulo corto (que también me dió weba cuando lo estaba escribiendo), son como 900 palabras, tantito más.
Pero bueno, a lo que estaba, hagan de cuenta que un conocido lee la historia xD y me amenazó con putearme si no actualizaba hoy (iba a hacerlo hasta el lunes).
Pero bno.
Tantos carros y ninguno me atropella 😿👊.

Ojalá les guste xD, los kiero.

★El álbum de fotos (SatoSugu/SuguSato) ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora