La galaxia en llamas

Capítulo 61: El acechante nocturno

Sephiris secundus, un mundo minero rico en metales y minerales preciados para la construcción de maquinaria bélica, un mundo ahora ocupado por miembros separatistas conformados por algunos Covenant, Drukari y droides cuya misión era robar todos los recursos posibles pasas su uso y venta en la federación de comercio, la cual no la estaba pasando nada bien tras la pérdida de múltiples naves y mundos a manos de piratas como la reina Jackal, los corsarios orkos e incluso flotas Grysk qué comenzaron a entrar mayoritariamente para el robo de información.

Si bien hubo algunas rebeliones sofocadas las cosas iban a empeorar para ellos con la llegada de refuerzos especiales, conocidos por sus tácticas de terror psicológico y tortura extrema, los amos de la noche acompañados por Jim reynor y algunas fuerzas terran se adentraron en sigilo para iniciar una guerra de desgaste psicológico.

Si bien a Reynor no le agradaban este tipo de cosas, una cosa lleva a la otra y termino aceptando a regañadientes estas cosas, iniciando con despliegues nocturnos bajo camuflaje, las tácticas eran algo normal, rapto de miembros enemigos para la obtención de información, no hace falta decir que los amos de la noche hicieron honor a su nombre en cuanto a técnicas de tortura se referían, desde cosas tan básicas como golpes, quemaduras y arrancar o romper extremidades, las cosas fueron escalando al uso de gases tóxicos, drogas alucinógenas, cortes quirúrgicos, eran monstruos a ojos de Reynor.

Parte de los pobres desgraciados eran de rangos menores, por lo que no servían de muchos y comenzaron a movilizarse por premios más grandes, como oficiales y sargentos de escuadra, atrayendo las sospechas sobre ellos, pero obteniendo mejores resultados que iban desde posiciones estratégicas hasta rondas de patrullaje, teniendo mejor vista panorámica del asunto.

Con esta información, Jim realizo un plan de rescate para los mineros donde hacían explotar múltiples contenedores de gas inflamable para provoca una brecha fácil de penetrar con el suficiente esfuerzo, se abririan paso através de ésta y rescatarian a los presos, pero para su mala suerte, los amos tenían otros planes, ya que habían visto el trato del enemigo hacia los mineros y querían algo, lo llamaban "justicia", pero el término coloquial correcto sería "venganza", en el que crearán un entorno más hostil y siniestro usando un gas alucinógeno con el que contaban a montones, el cual intoxicaba los pulmones creando proteínas y sustancias alucinógenas a la par de envenenar lentamente al pobre desgraciado que lo oliera, pero esto sería solo al final, ya que primero querían disfrutar de sus presas en pánico, colgando cadáveres abiertos de algunos altos cargos en lo alto de los árboles a las cercanías, poco a poco comenzar a aumentar el ritmo con cosas peores para sus enemigos, desde destruir cargamentos de recursos, secuestros a la luz del sol, trampas caseras envenenadas, arrojar miembros o partes de éstos con marcas de tortura y castigo dejando la marca de su legión como recordatorio sobre a quién se estaban enfrentando, grabar y enviar los gritos de sus compañeros al ser torturados mientras se escuchaban las carcajadas incesantes de quienes fueron sus autores.

Poco a poco Reynor se dio cuenta de lo enfermos que estaban estos tipos, pudiendo acabar con esto de una vez y evitar más pérdidas, pero terminando en un estancamiento del cual no había salida hasta el momento, tiempo valioso en el que se pudieron haber salvado más vidas humanas, pero todo fue en vano, así que harto de la situación, decidió iniciar su plan enmedio de la noche usando algunos murciélagos, usando cargas explosivas en ciertos puntos las cosas serían rápidas y efectivas, lo cual molestaría a Konrad pero eran vidas humanas, así que enmedio de la noche, cuando todos en la instalación estaban paranoicos al punto de no poder dormir, se escucharon unas risas provenir desde el cielo nublado