ꜱᴀꜱᴜꜱᴀᴋᴜ ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛ ©-¡OIGAN!- Gritó con fuerza el hombre frente a ella. -¡HE CAPTURADO A UNA PRINCESA!- Finalizó mirándola fijamente .
Sakura Haruno, una pequeña kunoichi en entrenamiento, se encontraba acorralada por el extraño enemigo. La misión que se le proporciono al equipo siete era demasiado fácil a comparación de lo que sufrieron en la aldea de las olas.
La frágil mujer, dejaba una vista angelical ante los ojos correctos, un kunai en medio de sus dos brazos, atascado en un tronco logrando atarla e inmovilizarla, junto a su suave y regordeta mejilla, un corte proporcionado por el arma lanzada anteriormente.
-Debo admitir que fue una gran tactica...- Regreso su mirada hacia ella. -Pero por suerte aun puedo moverme a tiempo.- Se acercó peligrosamente a ella.
Este hombre, con un parche en el ojo derecho, no era alguien de fiar y mucho menos un ser agradable, el principal objetivo de su misión era atrapar a un grupo de mercenarios que traficaban personas, especialmente mujeres.
Su largo cabello rosa ondeaba en el aire, estorbaba la visión de la chica al no poder quitarlo de su rostro. Se preguntaba dónde estaría su equipo ante tal situación.
-¡Tsk!- Chasqueo la lengua con visible disgusto. -¡Para tu desgracia no soy ninguna princesa! ¿¡Así que... Que harán conmigo!?- Sakura lo miro sin miedo, tratando de imponerse ante el.
El hombre pareció divertirle, la pequeña fiera que apareció ante el. -¿Eh? ¿Que estás diciendo Kunoichi?.- Este sonrío con malicia. -Ya deberias estar preparada para este tipo de cosas. ¿No es así?-
Saco un Kunai de su bolsillo, y empezó a delinear el rostro de la chica con el filo de este, Sakura palideció ante el toque. -¡N-no!- Gritó con fuerza, cerro los ojos esperando su final.
Pero este nunca llego, el arma bajo hasta su pecho y rompió sus ropas. Su visión se aclaro con fuerza, ante el miedo. -Como soy muy generoso... te haré sentir de una manera especial- La mirada del hombre se afilo al verla.
Sakura incluso vio como se relamía los labios con ferocidad. -De todas formas morirás pero antes de ello quiero regalarte algo lindo.-La mano áspera y grande se acerco con velocidad hacia sus clavículas, la pequeña Kunoichi gimió con miedo. "¡Maldición chicos... yo... no puedo más!" Pensó con impotencia.
El malvado frente ella empezó a darle besos sobre el cuello, su mano traviesa recorría en busca de carne para apretar, llegando a sus muslos. Sakura sintió pronto llorar, las manos atadas con papeles bomba le dificultaban el movimiento.
-Tengo miedo... estoy aterrada...- susurró bajo.
-¿Dijiste algo preciosa?- Le limpió las lagrimas con las yemas de los dedos, como si no tratara de abusar de ella. Este sonrió mientras la miraba, como si de una muñeca se tratase.
Aceptando su destino, pronto estaría desmayada y quizá muerta, ya.
Cuando derrepente, como si un rayo cayera sobre aquel malvado hombre, el pequeño Sasuke salto a su ayuda. Sin importarle sobre la anterior pelea que habían tenido antes de empezar.
-¡Hey! ¿¡Sabes quien es el?- Se acerco a ella, tomándole los hombros para que reaccionara, ya que esta parecía totalmente desorientada.