♡~¡Quackity My Love!~♡

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Pov:
El ambiente en el pasillo se encontraba pesado y tenso ante la pregunta de Eret, sin mencionar que su voz habia sonado muy molesta y su agarre no era nada compasivo, a pesar de que este no solía mostrar mucho sus emociones debido a su característica personalidad neutral que siempre portaba pero la escena que había presenciado no le gusto para nada y por nada del mundo dejaría que nadie le pusiera una sola mano enzima a eso dos niños.

Eret: ─ Respóndeme ya, ¡¿Qué le iba a hacer a esos dos niños!? ─.

Pregunto con su voz un poco más alta de lo normal venido fijamente a los ojos de la señora con un sentimiento de odio, por lo que a mujer en un principio se mostró nerviosa pero así como se sintió nerviosa fue cambiado por molestia al ser trataba como una criminal, claro está que ella no se iba a dejar humillar por nadie a sus pensamientos, ni por ese joven y mucho menos por un par de niños que venian de la calle segun ella.

── ¿Que no es obvio? ¡Les estaba dando una lección a esos dos niños malcriados! ──.

Respondió con molestia en su voz viendo fijamente a Eret mientras se soltaba de golpe de su agarre, estaba tan confiada en sus palabras que estás habían sonado tan sinceras y sin una sola pisca de nervios que cualquiera creería que fue verdad, cosa que hizo que Eret la viese con una mirada de asco y odio por el comportamiento tan horrible que tenía esa mujer.

Eret: ─ ¡¿A golpes..?! ─.

Pregunto con un poco de incredulidad en sus palabras para ver si hablaba enserio la mujer pero a pesar de estar molesto no alzaba tanto la voz por respeto al lugar en donde estaban, no como la señora que estaba comenzando a gritar, por lo que de forma inconsciente el castaño había apretado un poco sus propios puños volviendo su piel de un color más claro.

La mujer que hasta ahora no sabía su nombre y mucho menos quería saberlo se mostraba pretenciosa, como si fuera una de las personas más importantes del pueblo, cosa que no era así puesto que nadie poseía poder más que los héroes y los caballeros que les servían a los primeros, los demás eran solo civiles por lo que sabia.

── ¡Ellos son de la calle, se querían robar la comida del hospital! ──.

Exclamo señalando a los menores para después señalar a una parte del piso donde pensaba que se encontraba aquella bolsita de tela con comida que les había visto, pero al ver la cara que tenía el joven volteo confundida a donde había dicho que estaba la comida solo para llevarse la sorpresa de que no había nada, ya que esta no sabía que Michael había escondido dicha tela con anterioridad.

Eso la dejo mal ante Eret, ahora no tenía muchas pruebas para defenderse y eso le puso nerviosa.

Eret: ─ Pues yo no veo nada de lo que usted dice señora.. ─.

Murmuró con obviedad en sus palabras lo que avergonzó a la contraria pero aún así no se dejaría humillar de ese modo tan miserable, al menos más de lo que ya lo estaba, por lo que se acercó al el joven para comenzar a gritarle lo que habían hecho los dos menores contra ella, haciéndose la víctima.

── ¡Te estoy diciendo la verdad, incluso ellos me empujaron al suelo! ──.

Grito en voz alta señalando a los dos menores con odio y veneno en sus palabras, más en cambio Eret vio como ambos comenzaban a temblar presas del miedo al ver a la señora cerca de ellos, pareciendo aterrados de lo que pudiera hacerles a ellos, además de estar abrazados uno al otro.
La escena que había visto no le gusto para nada al castaño.

Eret: ─ ¡Son muy pequeños para poder hacer eso, no mienta! ─.

Expreso con obviedad sin creerle ni un poco ninguna de las palabras que la señora soltaba de su boca, ya que lo que decía la señora era algo casi imposible viendo el tamaño de los menores comparado al de ella, solo que las palabras de Eret habían ofendido a la contraria.