Ella a pasos lentos se acercó hacia su ventana, lentamente paso las manos por ella, estaba cerrada y el marco donde sus manos estaban posadas estaba decorado con millones de dibujos esculpidos cada uno a detalle contando una historia.
Ella a veces solía pensar que los objetos guardaban recuerdos, y que con solo mirarlos te podían transmitir aquellos.
Esa ventana tenía talladas rosas y joyas preciosas que parecían estar rodeadas de unas espinas, como si las espinas tratarán de quedarse con ellas y que nadie más pudiera tenerlas.
Ella lentamente coloco sus dedos en la pequeña abertura que había para abrir aquella ventana, una noche estrellada le esperaba detrás de ella, al abrirla echó una mirada al hermoso cielo nocturno, que esa noche en especial se veía demasiado triste, las estrellas parecían mirarla con pena y el cielo con sus colores oscuros parecía estar compadeciéndose de ella.
Ella agarró su vestido para acomodarlo al mismo tiempo que se subió a un pequeño sillón de terciopelo rojo que estaba justo debajo de la ventana, ella se coloco de rodillas en el sillón y acomodo sus brazos sobre la ventana para poder ver mejor el cielo y disfrutar de su belleza antes de hacer lo que realmente venía a hacer.
No estaba tan segura de si era una buena idea pedirle un deseo a la Luna, ya que se solía decir que a cambio de ese deseó ella te arrebataba algo muy valioso a cambio.
Pero ella estaba lo suficientemente desesperada para arriesgar cualquier cosa a cambió de lo que quería, no tenía mucho tiempo y su vida estaba en juego, lo cual solo lograba que su desesperación aumentara.
Rápidamente estiro sus manos en dirección al cielo para comenzar el llamado y poder pedir el deseo rápido, abrió su boca y comenzó a recitar las palabras especiales que tanto había estado memorizando los últimos días.
Luna bella y hermosa, mi plegarias por favor escucha, te doy cualquier cosa a cambio de que cumplas mi deseo, mi vida está en tus manos y tu luz nos protege de la sombra, alabada seas Luna hermosa, porfavor escucha mis palabras y acepta mis llamadas.
Después de recitar aquellas palabras, un silencio apareció, por un momento llegó a creer que no había funcionado, tal vez la habían estafado y esa no eras las palabras correctas, no se podía creer que se hubiera tragado esa tontería.
Pero luego un destello apareció en el cielo, parecía una bola de luz, brillaba tanto como para alumbrar toda una ciudad, ella rápidamente se tapo los ojos para no quedarse ciega con el brillo.
Luego, cuando el brillo cesó, abrió lentamente los ojos y levanto las cejas de sorpresa al ver a la mujer que se encontraba delante de ella, era hermosa, nunca había visto tal belleza.
Sus ojos eran azules del color de los arándanos, al igual que sus cabellos, los cuales estaban recogidos en una trenza y decorados con pequeñas estrellas brillantes, su piel no era como la de un humano normal, era demasiado blanca y brillante la cual dejaría ciego a cualquiera que la mirara demasiado.
Su vestido también era blanco, solo que no tan brillante si no más sencillo decorado con algunas tiras brillantes de color plata que caían de sus mangas, en su frente tenía el símbolo de una luna menguante, justo la que había esa misma noche, y sus labios eran de un azul celeste.
Pero algo bastante extraño en ella era que sus ojos estaban cerrados como si ella aún estuviera dormida.
—¿Quién es la persona que acaba de invocarme para un deseo? —aquella mujer tenía una voz demasiado potente, parecía la voz de una deidad, que lograba demostrar poder y una fuerte presencia.
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Terraston Académia
FantasyLesthie es una alumna de una academia especial llamada "Academia Terraston", en esa academia asistente los hijos de los reyes más importantes, los cuales aprenderán a ser futuros reyes que gobiernen su país. Pero Lesthie, no sabe nada sobre sus padr...