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(Kenny)

Llego a la parada del autobús frotándome los ojos y ajustándome un poco los pantalones que cada día me quedan más anchos por culpa de no comer como debería. Estaba distraído con mi móvil cuando me doy cuenta de que Cartman estaba enseñándole al resto algo que traía en la mochila. Me acerco y me pongo de puntillas para ver por encima de los hombros de Kyle y Stan una bomba fétida enorme.
-¿Que planeais hacer con eso?- Pregunto, riéndome y guardando mi móvil en mi bolsillo.
-Queremos tirarla en el baño a la hora del recreo.
-Quieres. No nos incluyas a todos, culón.- Le reprocha el pelirrojo, cruzándose de brazos y con una expresión molesta.
-Vamos, no seas aguafiestas, judío.
-Ni hablar. La última vez me echaron la bronca del siglo por acabar en detención cuando se os ocurrió la maravillosa idea de pinchar las ruedas de Garrison. Si queréis meteros en líos, meteros vosotros, pero conmigo no contéis.
-Venga ya, tío.- Le dice el pelinegro, mirándolo mientras rueda los ojos.
-Que no voy a hacer ninguna de vuestras gilipolleces. Fin de la conversación.
-¿Y tú, Kenny?- Me pregunta el castaño.
-¿Estais de coña? Claro que si.

(Tweek)

No podía esperar a que esa maldita campana sonase de una vez. La clase me estaba poniendo de los nervios. A parte, del calor, el sudor que me caía por la frente hacia que mis mechones despeinados se me pegasen en la frente, una sensación insoportable, a parte del pis que llevo aguantando como una hora. El maldito timbre suena de una vez y corro de mi sitio. Llego y entro a una de las cabinas, aliviando mis necesidades y sintiendo alivio inmediato. Cuando salgo, ya está toda la habitación llena, las cabinas ocupadas y la gente esperando fuera. Un poco nervioso, me acerco al lavabo y me enjuago la cara y me echo en pelo para atrás, pero cuando me veo la frente llena de granitos por el sudor, decido volver a dejarlos como estaban, cuando de repente...

(Kenny, 10 minutos antes)

-¿Entonces no vais a hacerlo?- Pregunta Kyle.
-Que va. Por una vez te escuchamos, tío. Ahora vamos a la cafetería, quiero comprar un...- Dice Cartman, pero el chico más alto lo interrumpe.
-De hecho... Me gustaría parar un momento en el baño.
-Bueno... Pues vamos contigo.- Habla Stan por todos, y cuando el otro chico avanza un poco más, los tres nos miramos con malicia mientras Eric saca la bomba fétida de su bolsillo.
-Eres un capullo...- Me rio por lo bajo.
-Calla, idiota, que nos va a oír...-Me dice el pelinegro, aguantando su propia risa.
Al entrar, vemos a Kyle entrar en uno de los cubículos, y una vez que echa el pestillo y nos aseguramos de que hay suficiente gente, entramos en el único que queda libre, apretandos como podemos dentro de él y hacemos una cuenta atrás.
-1...
-2...
-¡Y 3!- Exclama Cartman, tirando la bomba dentro del wáter para que retumbe y tenga más efecto, mientras salimos corriendo, y vemos que Kyle tambien ha salido ya. Este, al vernos correr, sabe que hemos hecho algo y corre con nosotros. El momento de la explosión llega, y me choco con otro chico intentando correr. Lo agarró del brazo, riéndome, y tiro de él, por alguna razón que desconozco.

(Tweek)

De repente, un grupo de chicos sale corriendo de una de las cabinas, riéndose. Uno de ellos choca conmigo y me agarra del brazo, diciéndome.
-¡Corre, rubito!
-Pero, ¿Que-?
Un olor inmundo inunda el baño, y todos tosen y dan arcadas. Preso del pánico, dejo que el chico me guíe fuera con su grupo, cuando se detienen a unos cuantos metros del baño, riéndose y sin aliento.
-Os voy a matar...- Amenaza el más alto, con pelo rizado.
-Je... ¿Y este?- Pregunta un chico de pelo negro, mirandome raro. Creo que quieren que responda, pero la verdad es que ni yo mismo se que hago aquí.
-Me choqué con él y me lo traje. Era eso o quedarme allí estancado, tío.- Justifica por mi el mismo chaval que me ha traído hasta aquí.
Voy a quejarme, pero aparece un profesor con cara de enfado y me quedo paralizado.
-¡Vosotros cinco! ¡A dirección!
-¡Pero yo no he hecho nada!- Decimos el pelirrojo y yo a la vez.
-Si, claro. Y voy yo y me lo creo. Os quiero en el despacho del director en cinco minutos si no quereis tener cada uno una penalización.
-Joder...-Murmura el rubio a mi lado. Los cinco avanzamos, porque me da miedo escaquearme aunque no tenga culpa de nada. Ando despacito al lado del chico, un poco asustado.
-¿Primera vez, rubito?
-Si... ¿Y tú?
-Nah... De hecho creo que es como la quinta este mes.
-Oh...
-¿Y como te llamas, rubito?
-Tweek. Y agradecería que dejaras de llamarme rubito, ehm...
-Kenneth. Kenny para los amigos. Ken para las putas.
-Pft...-Me rio.
Tras un rato hablando con el director, nos dice que nos dejara salir ilesos si lavamos los baños. No es como que quiera hacerlo, pero por culpa de Kenneth, estoy en el lío. La verdad, no sé si prefiero esto o haberme quedado y ahora apestar a cloaca sucia... Al menos no se lo dirán a nuestros padres. Algo es algo. Pero aún sigo sin saber si le debo algo al rubio o si le voy a matar...

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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Aquel maldito chico (Precuela de "Ese maldito chico")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora