Cap 15

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Ya había pasado un mes desde aquel encuentro carnal con mi demonio.
Me sentía decepcionada y sola, a este punto había aceptado que solo eso buscaba, solo quería tomar mi pureza, suspire, seguí tendiendo las sábanas qué previamente había lavado.

Hoy eran de esos días donde quedaba sola en casa, antes me daba mucho miedo cuando madre y el padre Mateo salían, pero haber  conocido a ese ser, había cambiado mi perspectiva.
Mi cuerpo deseaba volver a tocar a Deimon, extrañaba escuchar como me provocaba.
Ese desgraciado me hizo caer y solo quería eso.
Me incline a tomar otra sabana de mi cesta cuando sentí unas manos sujetar mis caderas.

-Angel, no me provoques.

Asustada me aparte de su agarre para observar a Deimon, le hice mala cara.

-No me toques solo me usaste y desapareciste.

Observó mi cuerpo de pies a cabeza.

-Te vez más hermosa Ángel, haberte tomado libero ese lado sensual que tu tenías oculto.

Camine dos pasos atrás, le apunte con mi dedo.

-Deja de hacerte el estúpido, dime por que no volviste por que te fuiste así.

Una pequeña mirada atraviesa se formó en sus ojos demoniacos.

-Me gustó mucho lo que paso entre nosotros yo se que si volvía quería poseer ese cuerpo nuevamente y no ibas a poder soportar.

Analize sus palabras, eso era para el, algo que usar.

-Creo que ya probaste lo suficiente, desaparece de mi vida y no vuelvas. Para ti soy solo un objeto así que vete.

Le di la espalda y tendí la sabana que faltaba.
Una brisa fría tocó mi espalda, observe el cielo y este estaba empezando a oscurecer.
Gire para mirar a Deimon y este no estaba, nuevamente había desaparecido.
La tristeza invadió todo mi ser.

La tormenta llegó al anochecer un fuerte trueno anuncio su llegada, mi madre no pudo volver, eso significaba que iba a pasar la noche sola.

Tenía tanto miedo que había puesto una vela encendida en cada esquina de mi habitación.
Estaba enrollada en la sabana buscando protección.

Empeze a llorar víctima del pánico, la lluvia golpeaba la única ventana de mi habitación produciendo ese sonido aterrador.

El viento azotaba los árboles, hojas secas y palos golpeaban el vidrio.
Asustada recurrí al único ser que probablemente llegaría si lo llamaba.
Realmente lo necesitaba, me pregunte a mi misma.
Un trueno retumbo en el cielo haciendome saltar en mi sitio.

-Deimon, porfavor aparece - mis lagrimas mojaban mis mejillas.
Tape mi cabeza con la sabana buscando protección.

-No me digas que le temes a esto

Esa voz, Dios mio, que alegría y paz sintió mi ser cuando le escuche.
Salte de mi cama buscándolo, ahí estaba sentado en la silla al fondo de mi habitación.

No lo pensé, corrí y lo abraze mientras lloraba.
Enseguida me envolvió en sus brazos y me apretó a su cuerpo.

-Tenía mucho miedo Deimon, porfavor no te vallas, te necesito, perdoname por lo que te dije, no siento eso realmente, te necesito conmigo.

Su agarre se hizo más fuerte cuando termine de hablar.

Alzó mi rostro con sus manos, limpio mis lágrimas y sonrió.
Paso sus dedos por mi cabello, estirando de vez en cuando uno de mi rizos.

-Angel, no puedes pedirme eso sabes bien que soy un ser que no puede darte lo que tu me pides, mi tarea es vagar por el mundo, no puedo seguir aquí, haberme acostado contigo, haberte observado, a movido muchas cosas en mj.

DeimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora