70- Interlocución

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La habitación se quedó en silencio por unos momentos, aunque Jess dijo eso, su corazón estaba latiendo fuerte. Tenía miedo de ser honesta, pero sintió que debía ser necesario si es que quería fortalecer un vínculo de compañerismo con Eli.

—Supongo que es algo que no puedo esconder.

Contestó Eli tranquilamente, no se sentía ofendida por lo que Jess le dijo, más bien en parte se sentía agradecida, ya que ella estaba siendo clara en cómo se sentía hacia ella.

—¿Por qué siempre tienes ese tipo de intenciones?

Preguntó Jess girando su cabeza en dirección a Eli, Eli se quedó en silencio por unos segundos.

—Es difícil que una chica como tú pueda entenderlo Jess.

—¿Por qué lo dices?

Jess se molestó un poco, ya que sintió que Eli la estaba menospreciando.

—Es fácil para mi reconocer buenas personas, tus ojos siempre tienen un brillo especial, eso deja en claro que tienes un espíritu libre. Tomaste la espada por tu propia voluntad, proteges a las personas porque quieres hacerlo, incluso aunque me tienes miedo, estás aquí intentando superarte a ti misma hablando conmigo, pero el brillo en tus ojos y la libertad de tu alma siguen ardiendo con una llama que no conoce lo más bajo de este mundo.

La respuesta de Eli fue totalmente inesperada para ella, Jess sabía que no había forma de que Eli la conociera desde antes, pero ella hablaba como si de verdad supiera ciertas cosas de Jess.

—Tampoco es que sea totalmente ignorante, si me lo dices, puedo intentar entenderlo.

Luego Eli se sentó en la cama, el repentino movimiento de Eli hizo que Jess se sobresaltara levemente.

—Bueno Jess, supongo que me has caído bien, por eso mismo te daré una advertencia.

El corazón de Jess empezó a latir rápido nuevamente, si sentía intenciones asesinas de Eli todo el rato, no podía confiar en sus instintos si ella llegara a atacarla repentinamente.

—Hay una posibilidad de que mi juicio se vea alterado en Britania.

Luego abrió su mano, y en ella comenzó a acumular algo de maná, no hizo falta que se sacara la pulsera, ya que no estaba haciendo un ataque ofensivo. Jess al ver eso, se sentó en su cama y observó lo que Eli estaba haciendo.

—¿Qué haces?

Preguntó un poco alerta, observando el orbe que Eli estaba creando en su mano, podía ver como muchas esferas diminutas salían del cuerpo de Eli y se iban acumulando en su mano sin que el orbe se agrandara, lo que significaba que, en ese pequeño orbe, su energía estaba siendo concentrada.

—Hay una posibilidad de que no me creas, pero en realidad encuentro que ha sido divertido conocerlos. Ninguno de ustedes discriminó a Erick o a Lewis, eso fue suficiente para mí.

La energía demoniaca en ese orbe no era del tipo ofensivo, por lo que los demás no sintieron la energía que estaba acumulando en su mano. Jess se sintió un poco extraña al escuchar eso viniendo de ella, pensó en que veía a esos dos con afecto como para decir eso.

Luego el orbe que había hecho Eli había sido completado, después de que lo hiciera, se lo entregó a Jess. El orbe se había cristalizado y pesaba medio kilo aproximadamente. Jess lo tomó un poco indecisa, era un objeto algo frío.

—Si llegas a verme tan idiota como un demonio, debes lanzarme esto. Me retendrá algo de tiempo y evitará que haga alguna tontería.

La expresión de Eli era tranquila, ¿Cómo Jess podía interpretarla? Sus acciones y conversaciones eran buenas o normales, pero su presencia siempre dejaba ver intenciones asesinas todo el rato.

Para una maestra de espada como ella, era complicado. Era como hacerle caso a lo que trataba de ver, en vez de hacerle caso a todos sus sentidos, los cuales les pedían a gritos alejarse de ese lugar peligroso.

—¿Por qué me das esto a mí?

Preguntó ella sintiéndose culpable.

—Supongo que tú a diferencia de los demás, no dudarás en lanzármelo cuando llegue el momento.

Luego de eso, Eli caminó hacia la ventana y la abrió, colocando un pie en ella.

—Descansa tranquila Jess, iré a divertirme por ahí y volveré cuando ya debamos irnos.

—¡Espera, Eli!

Jess quería hacerle más preguntas, pero Eli saltó de la ventana, dejando a Jess completamente sola en la habitación. Luego ella vio el orbe oscuro que le había entregado

Por otra parte, Erick intentó averiguar que había pasado con Elliot, pero Elliot evitó completamente el tema con Erick. No eran lo suficientemente cercanos como para que Elliot le dijera lo que estaba pasando a Erick, lo que dejó a Erick con aún más dudas sobre lo que había pasado.

Todos durmieron tranquilamente, mientras que Eli estaba dándose algunas vueltas por le capital tratando de matar el tiempo. Cuando ya eran las tres de la mañana, todos se habían despertado y habían empezado a alistarse.

Salieron por la ventana, mientras que Eli y Lewis estaban en su forma de lobo alado a un lado, era de noche y no había luna, por lo que era menos posible que los detectaran.

—Bueno, como siempre, tu lideras Lewis.

Dijo Eli a Lewis, Lewis asintió y se subieron en el mismo orden de siempre, ambos dieron un fuerte salto hacia arriba y desplegaron sus alas, saliendo de la ciudad a gran velocidad. Mientras iban a gran velocidad por el estrellado cielo, Elliot se sujetó en el lomo de Eli, inclinándose un poco más, en una especie de abrazo.

Sentía culpa por su egoísmo, pero tampoco sabía como proceder todavía, no tenía aún el valor de hablar con Eli primero, algo no muy propio de él.

En un par de días más, estaban volando sobre la frontera de Britania, Lewis se dio cuenta que el trozo de núcleo estaba siendo usado.

—Es mejor que bajemos, no sabemos si hay una barrera nuevamente.

Eli asintió a las palabras de Lewis y aterrizaron lentamente cerca de un pueblo, ambos hicieron desaparecer sus alas y corrieron a toda velocidad, llevando a los demás sobre sus espaldas.

A medida que avanzaban, se encontraban con algunos pueblos, se percataron que cada pueblo tenía una especie de capilla pequeña. Era un lugar en donde la cultura de la religión estaba bien arraigada.

Al pasar por esos lugares, Erick intentaba ver la expresión de Eli mientras iba montado sobre Lewis, pero no pudo descifrar la expresión de su rostro.

—Lewis, ¿A cuanta distancia aproximada se encuentra el fragmento de núcleo que sientes?

Preguntó Erick, para saber la distancia aproximada a la cual irían.

—No muy lejos, pero tendremos más dificultades para llegar a ese lugar, solo estoy viendo más pueblos que bosques, durante el día tendremos que movernos lentamente.

Contestó mientras seguían corriendo por la noche sobre los pueblos que se les atravesaban. Mientras seguían su trayecto, pasaron por un gran río, que estaba dividido en dos y había algunos puentes hechos con un material resistente.

Eli comenzó a reconocer el lugar por el que habían pasado, en su época la población no era tan enorme como lo era en ese momento, pero los ríos gemelos era algo que fácilmente reconocía.

Aunque seguía adelante como si nada, su mente se estaba volviendo un caos, el pitido en su oído se había vuelto agudo, mientras que el olor a sangre que venían de las venas de los chicos de su grupo se estaba haciendo más presente para él.

El camino de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora