El mes de septiembre traía consigo una fecha importante. Las actividades del instituto ya habían comenzado, todo mundo corría de un lado para otro.
Una de las actividades se llevaba la atención de todo el instituto. Ese mismo día se daba inicio al campeonato masculino.
Bill Trumper no se perdería de nada, tendría la oportunidad de observar más de cerca a Tom Kaulitz. El chico de rastas pertenecía al equipo de fútbol, no solamente era un integrante, era el capitán del equipo.
Trumper sabía que el equipo de su capitán ganaría. Planeaba hablarle y felicitarlo, después lo invitaría a una salida.
Sí, eso haría.
En todo el instituto se oían gritos, tercero de secundaria competía con carrera. Todos los asientos estaban llenos, tanto que Bill tuvo que observar de lejos. Su "cerca" no lo pudo obtener, gracias a los labores que le habían asignado. Bueno, se conformaba con verlo a una distancia demasiado larga.
Su altura no lo ayudaba en nada, era demasiado pequeño, esos miserables estudiantes no lo dejaban ver del todo. Amablemente les pidió permiso, estos al verlo tan pequeño le dieron espacio. Su mirada fue directamente hacia él, en un instante se puso rojito.
El capitán estaba sudado, con un color rojo en sus mejillas debido a la actividad física, ya no tenía su típica gorra y banda, sus rastas estaban amarradas con una liga, se veía serio y enojado, se podían ver sus músculos, tanto en brazos como en piernas, las venas de su cuello y brazos se resaltaban.
Bill admiraba la vista, asombrado, feliz, enamorado y excitado.
Tom Kaulitz era asombroso jugando, la rápidez en la que corría lo hacía único. Los gritos se hicieron presentes, Tom Kaulitz anotó un gol, el tiempo terminó, haciendo que su equipo fuera el ganador. Su equipo lo abrazó, chicos y chicas los felicitaban.
Las mismas chicas de aquella vez se acercaron a Tom. No tenía ni puta idea de que carajos le estaban diciendo, pero parecía que le coqueteaban.
Vaya putas
En especial esa llamada Heidi.
Heidi Klum
Sus intenciones eran claras. Estaba enamorada de Tom. Tenía que pensar en algo, algo para quitarla de su camino.
Sus planes ya no eran los mismos. Decidió irse del lugar, hoy tendría una noche larga.
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