final. blessed be the mystery of love.

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# lando's pov.

             El día había empezado con un sol brillante en el medio del cielo, el cual quemaba por más de tener protección solar puesta. Apenas terminamos de desayunar, nos pusimos los trajes de baño y fuimos al lago a nadar un poco; Ludovica se había puesto un bikini beige, con un pequeño pantalón blanco tejido el cual le quedaba espectacular. Yo, por mi parte, lucía una camisa de lino blanca y un short de baño marrón clarito.

—Necesito tomar sol —dije, mientras ponía en mi hombro el bolso playero de Lu.

—Ew, odio tomar sol —respondió. No es un secreto para nadie que me paso la mayor parte del año bronceado, mientras que la rubia huye de los rayos UV cada vez que puede.

—Lo sé, Lu, por eso guardé el bloqueador en tu bolso —abrí el bolso y le mostré el frasco—. Lo habías olvidado.

Ludovica se sonrojo mientras agradecía el gesto. Sabía que si no lo guardaba se iba a poner tensa, por lo que antes de salir controlé que todo estuviese en su lugar.

Caminamos un rato hasta llegar a la playa, no había casi nadie lo cual fue una sorpresa para ambos puesto que en esta fecha las pequeñas playas del norte italiano se llenaban de turistas.

Juntos buscamos un spot bueno y nos instalamos, poniendo las dos toallas sobre la arena y los bolsos encima así no se volaban. Cuando ya estuvimos cómodos, Ludovica se pasó la crema por el cuerpo y corrió hacia el agua, yo por mi parte la miraba sentado bajo el sol.

—¡Ven inglesito, el agua está espectacular! —gritó la chica, moviendo su mano hacia mí. Me saqué la camisa y fui con ella, quien disfrutaba alegremente el mar.

Fui con ella y la tomé por la cintura, acercándola a mi cuerpo. Cuando ya estaba pegada a mí, la besé.

—Estás hermosa hoy —dije. Ella sonrió.

—Tú eres el bonito de esta relación —¡Esperen! ¿Dijo relación?

—¿Ah sí? —pregunté risueño. Lu asintió, mojando un poco mi cabello con sus manos—. No estoy de acuerdo con eso

La chica simplemente se alejó de mí con una sonrisa en el rostro, para luego hundirse bajo el agua. No voy a mentir, estuvimos nadando casi toda la mañana, hasta que se hizo la una de la tarde y tuvimos que salir a buscar un lugar para comer.

Creo no haberlo dicho aún, pero estuve pensándolo bien y creo que es el momento de dar el siguiente paso con Vic. Este viaje es la excusa perfecta para preguntarle si puedo ser su novio, y tengo todo planeado a la perfección. La única forma de que salga mal es si ella me dice que no, pero lo dudo un poco; yo jamás hablaría de una relación si no creo que lo sea.

Primero, debía conseguir un velero, aunque eso ya estaba resuelto puesto que hablando con Jean, el jardinero, me recomendó un capitán que tiene unos cuantos en alquiler. Lo más difícil ya estaba resuelto, así que solo quedaba organizar lo demás, que para ser sincero no planeaba hacerlo, solo esperaré a que salga todo bien.

—Lu, ¿volvemos? —pregunté. Había preparado un pequeño bolsito con algunas de sus cosas para pasar la noche en el mar, claramente a escondidas de ella—. Quiero ducharme.

—Claro Landito, vamos —Lu tomó mi mano y comenzó a caminar. Los nervios se apoderaron de mi cuerpo como la primera vez.

Comenzamos a acercarnos a la villa y, con el sol a nada de esconderse, nos metimos en la ducha. Mientras ella se bañaba hablé con el dueño del velero, quien no se negó a alquilarnos el barquito; ¿quién le dice que no a un piloto de Fórmula 1?

SLUT!, lando norrisWhere stories live. Discover now