si el dolor fuera ficticio

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A veces me gusta acariciar mis lágrimas y hundirme en ellas, sofocarme con su sabor salado y encerrarme en sus secretos cristalinos; me gusta ser una muñeca atrapada en la tristeza.

A veces deseo que sus brazos me envuelvan, que mi musa me culpe de la perfección y turbe mi mente hasta transmutarme en luz; que su calor sea mi capullo y sus susurros, mis caricias. Me gusta el erotismo luminiscente en sus labios etéreos.

A veces me envuelvo en la ficción para enmarcar la realidad, bebo el dulce néctar de lo irreal para que la amargura de la verdad sólo desaparezca entre mi lengua y mis dientes; entonces, suelto un mísero latido.

Pudrirme entre rosas marchitas es fácil, fundirme con la muerte hasta convertirme en la epítome de mis propias desgracias. Parece imposible, pero la irrealidad únicamente yace en los rincones de nuestra mentalidad; todo es eventual, todo es real. Todo existe, yo lo convierto en un existir.

Transmutar mi dolor, tomarlo de las fauces y convertirlo en un torbellino de deseos nunca formulados y palabras no pronunciadas por lenguas existentes; convertirme en mi propia agonía y beber de ella, como la bruja que se envenena con su propia lengua. Soy la bruja, el veneno y la lengua; soy mi dolor, mi cura y mi salvación.

Oh si tan solo mi dolor fuese ficcionario.

Lo quería todo, bajaba la luna con loa dedos y la acariciaba con la lengua; y de pronto, la noche fue sin luna y dejé de querer. Era el lienzo fotocromático de un artista que nunca existió, era el prisma primario de colores que nunca serán vistos, por ojos que ahora no existen. Era la culminación de la realidad entre el limbo y la nada; porque la nada, lo fue todo para mí.

O quizás mi dolor sólo es el ornamento de mi carne. Empañé mis lágrimas con versos pulidos de prosa balurda, lloré crisantemos y rosas rojas, las dejé pudrirse entre mis huesos y permití que sus raices rotas anidaran en mí; en una existencia que en sí, no existe.

Lo di todo, aunque ya no tenía nada para dar

.

Es simple y a la vez complejo: a veces sólo desearía que todos esos sentires que oprimen el alma, fuesen de ficción. Aunque la realidad está teñida de una amargura profunda a la que no sé darle nombre; esto es sólo un pequeño apego a mi dolor, a mis transformaciones y a los fragmentos de mi corazón, desperdigados por todo mi cuerpo

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⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

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