Maya se despertó temprano el domingo, con una sensación de tristeza en el pecho.
Sabía que hoy era el día que iba a visitar el cementerio donde estaban enterrados sus seres queridos.
Se vistió con ropa cómoda y se dirigió al cementerio con Luna, que la acompañó en silencio.
Al llegar, Maya se sintió abrumada por la emoción. La tumba de su familia estaba ordenada y arreglada, gracias a la visita frecuente de sus tutores y familiares.
Luna le explicó que ella también había ido un par de veces y se sintió agradecida por su apoyo.
Pasó un rato en silencio, llorando y recordando a su familia.
Luna la abrazó y la apoyó, sin decir nada. Después de un rato, se sintió un poco mejor y decidieron regresar a casa.
Al llegar, Jamie estaba esperando en la puerta, con una sonrisa en el rostro.
¿Cómo estás?-le preguntó-se encogió de hombros.
Un poco mejor-respondió.
Jamie la abrazó y la acompañó adentro. Pasaron el resto del día juntas, hablando y riendo. Jamie le contó historias divertidas y Maya se sintió agradecida por su presencia.
Ya casi llegando a la noche, Jamie se despidió y le dijo que la vería pronto.
Maya se sintió un poco más esperanzada, sabiendo que tenía a Jamie y a Luna para apoyarla en este difícil momento.
Al día siguiente, se despertó temprano, lista para volver a clases.
Se sentía nerviosa pero determinada a enfrentar el día.
Luna la acompañó, como había prometido y la apoyó en cada paso del camino.
Al llegar al establecimiento, los inspectores la recibieron con pesar y le dieron el pésame por la pérdida de su familia.
El inspector general la llamó a su oficina para explicarle cómo recuperaría las pruebas y trabajos que había perdido durante los díasque estuvo fuera.
La conversación fue agradable y se sintió aliviada al saber que tenía su apoyo.
Luna la esperaba afuera de la oficina y le tendió la mano, la tomó y juntas se dirigieron a la sala de clases.
La mayoría de sus compañeras la recibieron con sorpresa y cariño, lo que hizo que se sintiera un poco más tranquila.
Pero todo cambió cuando vio a Olivia.
La chica se acercó y trató de disculparse, pero la interrumpió.
Tú no estuviste cuando más te necesitaba-le dijo con frialdad-me fallaste-.
Olivia se intentó acercar una vez más para intentar explicarse, pero Maya dio un paso atrás.
No sé si te quiero de vuelta-le dijo antes de irse a sentar al lado de Luna.
El resto del día fue normal, con las profesoras ofreciéndole apoyo y ayuda para recuperar el tiempo perdido.
La profesora de Historia se mostró especialmente mas preocupada ya que le iba bastante bien en su materia, le dijo que podía contar con ella para cualquier cosa.
Traa la jornada escolar, Luna la acompañó a casa y Maya le preparó la comida.
Pasaron un agradable almuerzo juntas y se sintió agradecida por la amistad que Luna le estaba brindando.
Más tarde, Blanca, la esposa de Juan Carlos y su nueva tutora, la llamó para hablar con ella.
Llegó a su casa fue recibida con un abrazo cálido por parte de Blanca.
Mi querida, ¿cómo estás?-le preguntó, mientras la abrazaba.
Estoy bien-respondió-gracias por recibirme en tu casa.
Blanca la llevó a la sala y le ofreció un vaso de agua.
Maya, sabes que Juan Carlos y yo estamos aquí para cuidarte y apoyarte en todo lo que necesites-le dijo-somos tus tutores legales ahora, y queremos asegurarnos de que estés bien.
Asintió, aún tratando de procesar todo lo que había sucedido.
Gracias-respondió-significa mucho para mí saber que están aquí para mí.
Blanca le sonrió y le tomó la mano.
Eres nuestra responsabilidad ahora y vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos de que estés segura y feliz. ¿Hay algo que necesites o que te preocupe?"
Lo pensó por un momento antes de responder.
Solo quiero saber que voy a estar bien-dijo finalmente-y que voy a poder superar todo esto.
Vas a estar bien. Y vamos a estar aquí para apoyarte en cada paso del camino.
Después de la conversación, regresó a casa, se tomó las pastillas, cambió los vendajes de sus manos y brazos y se acostó.
Recibió un mensaje de Jamie preguntándole cómo había sido su primer día y se sintió feliz al saber que se preocupaba por ella.
Jamie: Hola mi amor, ¿cómo estás?
Maya: Hola baby, estoy bien. ¿Y tú?
Jamie: ¿Cómo te fue en tu primer día de clases después de todo lo que pasó?
Maya: Fue un poco difícil, pero estoy tratando de seguir adelante. Me alegra que estés aquí para apoyarme.
Jamie: Por supuesto, mi amor. Estoy aquí para ti siempre. ¿Te sientes cómoda con Blanca y Juan Carlos como tus tutores legales?
Maya: Sí, me siento bien. Son muy amables y comprensivos. Me están ayudando mucho, pero lo que más me ayuda es saber que te tengo a ti.
Jamie: Aw, mi corazón. Eso significa mucho para mí. Estoy aquí para ti, siempre. ¿Y qué tal con las pesadillas? ¿Siguen molestándote?
Maya: Sí, aún me molestan, pero estoy tratando de superarlas.
Jamie: Mi amor, me duele saber que estás sufriendo. Pero estoy aquí para ti, para abrazarte y calmarte. ¿Quieres que te acompañe a la cita con el psicólogo?
Maya: Sí, por favor. Me gustaría que me acompañaras. Me siento segura cuando estás conmigo.
Jamie: Por supuesto. Estoy aquí para ti, siempre. Te quiero.
Maya: Te quiero y trataré de mejorar por ti y nuevamente perdón por todo.
La conversación continúo por mensaje de texto siguió siendo dulce y cariñosa y Maya se sintió segura sabiendo que Jamie estaría con ella al día siguiente.
Pero las pesadillas regresaron esa noche y se despertó sudando y llorando.
Sabía que necesitaba hablar de esto en su primera sesión de psicólogo.
Después de despertar, no pudo dormir más.
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"El Largo Camino Hacía La Felicidad".
RomansaLa historia sigue la vida de Maya, una persona que ha sido golpeada por la adversidad y la pérdida. A pesar de tener una relación amorosa con Jamie, Maya no puede escapar del dolor y la soledad que lo acechan. Su pasado está marcado por la pérdida...