cap. 51

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Llevábamos dos días en Roma y sin duda era el viaje más estúpidamente romántico que había hecho en mi vida

—¿Puedes ir un poco más lento?.— preguntó Aldo mientras prácticamente lo arrastraba por algunas calles 

Solíamos pasear la mayor parte de nuestros días, a mi me encantaba visitar todo de manera rápida para alcanzar a ver todo lo que había, pero a él le gustaba concentrarse en algunos de los detalles, a veces éramos tan opuestos

—Me encanta la velocidad.— reí, sentí como se detuvo para jalar mi mano y me atrajo a él

—Ni que fueras carro.— se burló un poco —No sabemos cuando tengamos la oportunidad de volver y si no te fijas en los detalles te perderás de muchas cosas lindas.— 

—Lo dijiste bien, no sabemos cuando tengamos la oportunidad de todo, si no nos apuramos no podremos verlo todo.— discutí para dar a notar mi punto —Creo que recorrer nuestro lugar, debe ser algo mágico.— 

—Pero aún nos quedan algunos días aquí, veamos los detalles.— pidió con un pequeño berrinche —Hay cosas chulas que pueden estar escondidas, no te cierres a no verlo todo, es como si solo estuvieras viendo las portadas de los libros sin detenerte a leerlos.— 

—No te pongas inteligente conmigo.— amenacé y rio —Veremos los detalles, pero con una condición.— accedí 

—¿Cuál?.— preguntó 

Señalé mi mejilla para que dejara un beso sobre ella, él empezó a burlarse por aquel gesto 

—Eso es un poco ridículo.— se negó a hacerlo y se acercó para dejar un pequeño beso en mis labios —Así está mejor.— 

—No es lo que pedí.— me crucé de brazos

—No mames morra.— exclamó y lo miré mal 

Realmente solo había hecho eso porque sabía que Aldo pensaría que sería un gesto ñoño o ridículo, ahora al ver su reacción me aferraría a conseguir mi besito en la mejilla

—Te doy una segunda oportunidad.— avisé volviendo a señalar mi mejilla —Por favor, no hagas que se muera el romanticismo cuando estamos en Roma.—

Estábamos en la calle, con bastantes turistas a nuestro al rededor, pero él aún así miró a ambos lados antes de besar rápidamente mi mejilla, era como si no quería que nadie notara lo que acababa de hacer 

—¿Acaso estás haciendo algo ilegal?.— empecé a reír 

—Arruinas mi reputación.— se quejó 

—¿Acaso tenías una reputación que cuidar?.— volví a burlarme —Nadie te juzgaría por darle un besito tierno a tu novia, eres un ridículo.— 

Volví a avanzar, pero ahora más tranquila para cumplir con lo que habíamos pactado y ver los detalles. Aldo tomó mi mano para que fuéramos juntos

—Nadie me juzgaría, pero mis amigos se burlarían y tu hermano estaría involucrado.— indicó

—Pero tus amigos no están aquí y la gente a nuestro al rededor están más pendientes de recorrer todo antes que ver a quien le besas la mejilla.— peleé 

—No te enojes, solo siento que ese tipo de pruebas amorosas no están presentes en lo que considero mi "lenguaje del amor".— dijo y lo miré de reojo —Todos tenemos maneras distintas de demostrar interés, es como si yo en este momento te pidiera un beso bien dado, no esa mamada de un pequeño besito en el cachete.— 

—¿Neta me estás haciendo comparar dar un "beso bien dado" y un beso en la mejilla estando en público?.— reí —Estás mal pa'.— 

También empezó a reír. Seguimos caminando, pero ahora nos colamos en lo que parecía ser un grupo de turistas que seguían a un guía, les estaba dando bastantes datos curiosos así que se me hizo buena idea ir con alguien que conociera más del lugar en lugar de caminar sin rumbo

—¿No te sientes ilegal metiéndonos con un grupo de personas que posiblemente hayan pagado por esta visita?.— susurró mi novio 

Era un grupo de al menos 20 personas, claramente no se darían cuenta que dos más se les habían juntado a la mitad del recorrido 

—¿Le dejamos propina al guía?.— cuestioné como algo serio, pero nuevamente se burló de mi actitud 

—Déjale el 10% de propina.— dijo 

—Ni que fuera mesero.— murmuré

La gente de nuestro grupo hablaba mayormente inglés aunque pude percibir que había una pareja hablando chino y otros que intentaban pronunciar algunas frases en italiano, eran como esos que se quieren lucir hablando un idioma que no dominan

—Debe ser difícil ser un guía turístico.— empatizó mi novio con el señor que nos mostraba todo hablando en inglés para después repetirlo en español y después en chino —Imagínate manejar 3 idiomas para hablar lo mismo.— 

—Yo creo que le deben pagar bien.— dije —Es como si hicieran este grupo y al notar los idiomas que manejan estas personas, tuvieran que poner a alguien que pudiera explicar las cosas para que todos las entendiéramos.— 

—Interesante punto de vista.— habló prácticamente "dándome el avión" y concentrándose en lo que explicaba aquel señor así que le di un codazo —Me hiciste meterme en este grupo, mínimo préstale atención cuando esté explicando en nuestro idioma, ya cuando esté en los demás idiomas te regreso mi atención.— susurró cerca de mi oído

Aldo no solía poner mucha atención en este tipo de cosas, pero ahora me aliviaba saber que tendría un novio experto en Roma

𝐑𝐎𝐌𝐀 [Aldo Geo X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora