Seduciendo a Lady Wishtledown

CAPITULO 14

La suerte ya estaba tirada, Colin se había ido con Marina, ambas familias tendrían que esperar noticias, ya que no había notas o algo que dijeran hacia donde se dirigían. No fue hasta una semana después que recibieron una carta de Colin dónde les decía que Marina ya era oficialmente una Bridgerton, no iban a regresar por el momento a Mayfair

Anthony, te solicito que me permitas residir en la casa de campo de Escocia, te lo agradecería enormemente, tú sabes por qué lo quiero hacer, permíteme construir mi vida a lado de mi ahora esposa, te prometo que me ocupare de todos tus negocios de este lugar para que no tengas que estar viajando constantemente, solo apóyame y yo te retribuiré. Por favor, les pido a ti y a todos que no me hablen de Penelope, sólo me gustaría saber si se encuentra bien, si se encuentra feliz, pero no más detalles; lo único que deseo en este mundo es su felicidad, pero mas no puedo soportar.

Las instrucciones habían sido claras, así que Anthony mando instrucciones para que Colin fuera la persona que realizara todas las diligencias a su nombre en Escocia y la frontera con esta. Penélope se tranquilizo al saber de él, al saber que estaba bien, se había enterado por Eloise que se quedaría a vivir en Escocia, le pareció la mejor idea, solo lamentaba que el bebe que en escasos 7 meses estuviera por nacer, no sería de él, y nunca lo sabría.

Pasaron un par de años, Penélope seguía con su Lady Wishtledown, Anthony ya había encontrado a su Vizcondesa, era una hermosa mujer indoinglesa, desafiante, hermosa e inteligente; solo así podría ser la mujer que atrapara al Vizconde. Era su tercer temporada, pero si era sincera, no tenía la menor intención de casarse, sus planes eran estar en el mercado un par de años más, mientras seguía creciendo su dinero gracias al panfleto, para después despedirse de la sociedad y retirarse a un lugar hermoso y seguro y vivir su vida. Por supuesto que había caballeros cortejantes, después de Lord Watson habían pasado un par más, pero ninguno la llenaba.

-Esta temporada tengo que contarle a Eloise mi secreto- se repetía una y otra vez, ya que a pesar de que la temporada pasada había hablado muy mal de ella, tanto Eloise como ella misma sabían que eso había sido lo mas indicado, ya que la Reina la seguía muy de cerca. – Dejare pistas en cada Wisthledown, la conozco, se que lo descifrará –

Ella se sentía diferente, había madurado en muchos aspectos, al entrar a esta temporada había decidido regresar con su madre, ya que en ese momento estaba sola, puesto que sus dos hermanas se habían casado. Gracias a su abogado y amigo de su difunto padre, le había sugerido invertir en acciones de una creciente empresa, al correr de ese par de años, la empresa ya se había extendido incluso a América, y como era obvio, sus ganancias igual.

Resulto que el nuevo Barón Featherington había realizado algunas estafas a diferentes familias, por lo cual tenia que salir huyendo del país, mas para resarcir un poco el daño que había hecho a su familia, firmo un tratado donde pasaba el Titulo de Barón al primer hijo de las hermanas Featherington, por supuesto les regresaba la propiedad, pero le advertía que no había dinero. Portia acepto encantada, finalmente sus dos hijas mayores ya estaban casadas, y solo era cuestión de tiempo para que eso sucediera. Fue así como la familia Fatherington regreso a su antigua casa, y Penélope y Eloise volvieron a ser vecinas.

La forma de vestir de Penélope cambio drásticamente, en parte gracias a que ella le había dicho a Genevieve que quería un cambio, y parte a que su amiga quería darle ese regalo. Los vestidos eran hermosos, todos gritaban París, también le sugirió cambio en su forma de peinarse y de maquillarse un poco más, acentuando solo lo necesario. Esa temporada, Penélope era otra, y no solo por fuera, dentro de ella también todo había cambiado.

Colin mandaba cartas a sus familia 3 o 4 veces por año, por supuesto con Anthony tenia mas comunicación, pero siempre sus reuniones eran en un punto medio, él no había regresado a Mayfair, su madre y sus hermanas habían ido a visitarlos unas 3 veces esos dos años, el primero hijo había sido una niña muy linda, era igual a su madre, Colin había quedado enamorado de ella desde que la vio, la llamaron Amanda, poco después Marina volvió a quedar embarazada, y nació su segundo hijo, Oliver, un varón muy parecido a él, no podía negar que era un Bridgerton, pero con la tez de su madre

– Será un caballero muy asediado por las señoritas hijo

-Lo sé madre, lo único que deseo es que Oliver cuide mucho a su hermana. Madre le he comentado a mi hermano que nos gustaría vivir mas cerca de Londres, estos años los he extrañado mucho, quiero estar cerca de mi familia, que mis hijos crezcan con sus primos

- Me parece maravilloso hijo!! Y a dónde se mudarán?

- Me ofrecen una finca no muy lejos de Daphne, Marina esta un poco renuente, pero se que aceptara, así solo sería cuestión de menos de cuatro horas para vernos

- Espero con ansias que se concrete hijo! Por favor tenme informada- Colin asintió y se dirigió con su hermana Eloise

- Eres feliz Colin? Marina te hace feliz?

- Si hermana, tengo un matrimonio feliz, tranquilo, Marina es una buena mujer y me ha dado mis dos más grandes amores – y no mentía, realmente Marina y él habían logrado tener un matrimonio tranquilo, ella sabia que él no la amaba pero le tenía cariño; y él sabia perfectamente que Marina había estado o estaba enamorada de ese soldado, pero todo entre ellos era tranquilo. Mas nunca había logrado encender esa pasión que tenia con Penélope, esa necesidad de tenerla, de devorarla, todo eso no lo sentía con Marina; pero podía vivir con ello.

Ya había comenzado la temporada cuando la noticia en la casa B de que Colin se mudaría más cerca ya había llegado, de hecho la finca ya se estaba acondicionando para los nuevos moradores. Colin había aprendido de negocios, de llevar un hogar, de tener tiempo para sus hijos y su esposa. Todos estaban felices, Eloise hubiera dado todo por correr a decirle a Pen, pero ella le había dicho que no le contara de Colin, sólo si tenía algún problema, ella sabia que tenia dos hijos, sabia que uno era de él y el otro no, no sabia si eran hombres o mujeres, solo eso había querido saber y la familia la había respetado.

-Eloise quiero hablar contigo, es algo muy importante- la tomo del brazo y se dirigieron a su habitación. Ya había varios números de Wishtledown, en todos había dejado pequeñas pistas que le indicaban a Eloise quién era la escritora, la había visto extraña, así que sabia que era el momento

- Dime Pen, de que quieres hablar?

- Estos 3 años te he guardo un secreto, te pido perdón por hacerlo, pero aun mas por haber escrito de ti en la temporada pasada, sabia que tenia que hacer algo, no podía permitir que tu familia cayera en desgracia, y fue lo único que se me ocurrió - Eloise ya tenia un par de semanas que lo sospechaba, pero cuando ella se lo confirmo la miro asombrada

- Sabes Penelope, ya había pensado en ti, ahora que me lo confirmas, no se que pensar, en serio que me siento herida... dame un tiempo... déjame meditar todo – salió de la habitación y se marchó, y no regreso al menos en 3 meses, Pen fue muy comprensiva, pero le dolía no verla, no platicar con ella.

Los bailes estaban a tope, Penélope había estado platicando con algunos caballeros, pero sin duda alguna el que más le había llamado la atención era Lord Debling, y no solo por su físico; si no también por su carisma, era un apasionado de los libros al igual que ella, y en cada baile la buscaba y le dedicaba una pieza e innumerable tiempo para platicar, tenia años que no sentía esa atención de ningún caballero.

-Sabe qué es lo que mas me gusta de usted señorita? Que nunca se acaban los temas, siempre se que hablar con usted

- Muchas gracias Mi Lord, es usted muy amable

-Pronto tendré que embarcarme de nuevo, tengo una larga travesía por hacer, pero antes me gustaría contraer matrimonio, por que quiero que mi patrimonio este en buenas manos

- Que bien mi Lord, es importante pensar en ello, y creo que la mujer que elija como su esposa será muy dichosa

- Ya la tengo elegida mi querida Dama, sólo es cuestión de que ella me acepte.