Después de una larga batalla, Vegeta regresa a casa herido y agotado. Bulma, preocupada por su bienestar, intenta acercarse a él, pero el orgullo de Vegeta se interpone. Sin embargo, una conversación íntima entre ambos revela mucho más que simples palabras.
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La noche había caído sobre la Capsule Corporation, y todo estaba en silencio. Bulma se encontraba en su laboratorio, concentrada en uno de sus últimos proyectos, cuando sintió una presencia familiar. Se giró rápidamente, sabiendo que solo podía ser una persona.
**Bulma** (preocupada): _"Vegeta... ¿qué te pasó?"_
El príncipe de los Saiyajin estaba parado en la entrada, con su armadura rota y varias heridas visibles en su cuerpo. Su expresión, sin embargo, era la misma de siempre: fría e impenetrable.
**Vegeta** (despectivo): _"No es nada. Solo un pequeño contratiempo."_
Bulma frunció el ceño. No podía creer que, después de todo este tiempo, Vegeta aún insistiera en ocultar sus heridas. Se acercó a él, con la mirada fija en su rostro.
**Bulma** (determinada): _"Si no es nada, entonces déjame ayudarte."_
Vegeta apartó la vista, como si no quisiera mostrar ninguna debilidad.
**Vegeta** (susurrando): _"No necesito tu ayuda, mujer. Ya estoy bien."_
Pero Bulma no se dejó intimidar. Tomó su mano, con firmeza pero con ternura, y lo guió hacia una silla. Vegeta, aunque reacio, se dejó llevar, sorprendido por la determinación de su esposa.
**Bulma** (seria): _"Escucha, Vegeta. No tienes que cargar con todo solo. Estoy aquí para ti, ¿lo entiendes?"_
Vegeta la miró a los ojos, notando el brillo de preocupación en ellos. Había algo en su mirada que lo desarmaba, algo que siempre lo había hecho sentir vulnerable y al mismo tiempo, reconfortado.
**Vegeta** (bajando la guardia): _"Es difícil... mostrar debilidad, incluso frente a ti."_
Bulma suspiró, acercándose más a él. Sabía que detrás de esa fachada dura había un hombre que luchaba con sus propios demonios.
**Bulma** (con suavidad): _"No eres débil por aceptar ayuda, Vegeta. Eres fuerte por seguir adelante, por luchar... pero también por confiar en mí. No olvides que soy tu esposa."_
Vegeta cerró los ojos por un momento, permitiéndose sentir la calidez de las palabras de Bulma. En ese instante, el peso de todas sus batallas y su orgullo pareció desvanecerse, aunque solo fuera por un segundo.
**Vegeta** (en voz baja): _"Siempre he estado solo, Bulma. Es... diferente contigo."_
Bulma sonrió, acariciando su rostro con ternura.
**Bulma** (afectuosa): _"Ya no estás solo. Tienes una familia que te ama, que se preocupa por ti. Y yo... siempre estaré aquí, Vegeta, pase lo que pase."_
El silencio se instaló en la habitación, pero no era incómodo. Era un silencio lleno de comprensión, de aceptación. Vegeta tomó la mano de Bulma entre las suyas, sintiendo la conexión que los unía.
**Vegeta** (más relajado): _"Es difícil para mí, Bulma. Pero lo intento... por ti, por Trunks, por Bra."_
**Bulma** (conmovida): _"Lo sé. Y eso es lo que importa. Estás aquí, con nosotros, y eso es todo lo que necesito."_
Vegeta asintió, finalmente dejando que su cuerpo se relajara. Bulma se levantó y comenzó a limpiar sus heridas con cuidado, mientras él la observaba en silencio, apreciando la dedicación y el amor que ella le brindaba.
**Vegeta** (susurrando): _"Gracias, Bulma... por estar a mi lado."_
**Bulma** (sonriendo): _"Siempre, Vegeta. Siempre."_
Y así, en la tranquilidad de la noche, los dos se encontraron más cerca que nunca. No fue necesario decir más. Sus corazones ya lo sabían, más allá de las palabras, más allá del orgullo.