ʀᴏɴ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ |ᴍᴀɢɪᴀ ɪɴᴇꜱᴘᴇʀᴀᴅᴀ

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Advertencia: Ninguna


La bulliciosa sala común de la Torre de Gryffindor estaba inusualmente vacía para una noche de viernes. T/N estaba sentada cerca del fuego, perdida en el parpadeo de las llamas, con el libro olvidado en su regazo. Fuera de la ventana, el viento tormentoso aullaba, haciendo vibrar los cristales como fantasmas rogando por entrar. 

Todos parecían haberse retirado a sus dormitorios, pero T/N se quedó, buscando el calor del fuego y algo más que no podían nombrar. Una sensación de anhelo se agitó dentro de ellos, un deseo de algo más que la rutina habitual de Hogwarts.

"¿Te importa si me uno?", una voz familiar rompió el cómodo silencio, y T/N se giró para ver a Ron Weasley de pie junto al sillón, su cabello rojo reflejaba la luz del fuego, dándole un tono aún más profundo.

"Por supuesto que no", sonrió T/N, señalando el asiento junto a ellos. "¿Qué estás haciendo despierto tan tarde?"

Ron se encogió de hombros, dejándose caer en la silla con una sonrisa. "No pude dormir. La tormenta es demasiado fuerte y Fred y George están roncando como dragones. Pensé en bajar y ver si alguien más estaba despierto."

"Parece que somos los únicos a los que no nos molesta el clima "—dijo T/N riendo suavemente, la tensión en su pecho se alivió cuando Ron se acomodó a su lado.

Por unos momentos, se sentaron en un silencio agradable, el único sonido era el crepitar del fuego y el suave golpeteo de la lluvia contra la ventana. Ron miró a T/N, su rostro pensativo, como si estuviera tratando de encontrar las palabras adecuadas. 

Finalmente, habló.

—Has estado pasando mucho tiempo en la biblioteca últimamente —dijo, su voz un poco más tranquila de lo habitual, casi tentativa—. He... extrañado verte por aquí.

T/N parpadeó sorprendida, mirando a Ron. —¿Te has dado cuenta?

—Por supuesto que me he dado cuenta —dijo Ron, sus orejas adquiriendo un tono familiar de rosa. —Es difícil no hacerlo cuando... bueno, cuando me preocupo por alguien.

Ahí estaba. Ese sentimiento tácito que persistía entre ellos, siempre al borde de algo más. El corazón de T/N dio un vuelco, pero intentaron restarle importancia, sin estar seguros de si esto era solo la amabilidad de Ron o si había algo más profundo en sus palabras.

—¿Te preocupas por mí? —bromeó T/N ligeramente, aunque su voz vaciló un poco.

Ron se frotó la nuca torpemente, con la mirada fija en el fuego. —Sí, me preocupo. Mucho, en realidad. Probablemente más de lo que debería.


El silencio permaneció entre ellos, pesado y lleno del peso de lo que él acababa de confesar. T/N podía sentir el calor extendiéndose a través de ellos, pero no era solo por el fuego. Era la comprensión de que tal vez, solo tal vez, Ron sentía lo mismo que ellos.

—Sabes, yo también te extrañé —admitió T/N suavemente, sus dedos trazando distraídamente el borde del libro en su regazo. —Ha sido extraño no verte tanto.

Los ojos de Ron se encontraron con los de ella, una mezcla de esperanza e incertidumbre reflejada en sus profundidades azules. Por un momento, dudó, y luego, como impulsado por una fuerza invisible, extendió la mano y tomó suavemente la de T/N entre las suyas.

El simple toque envió una descarga de electricidad a través de T/N, su corazón se aceleró mientras miraban sus manos unidas, luego volvieron a mirar a Ron. Se sonrojó furiosamente, pero no se apartó.

—Yo... no soy bueno con las palabras, pero he querido decírtelo desde hace un tiempo —murmuró Ron, su pulgar rozando el dorso de la mano de T/N—. Significas mucho para mí, T/N. Más que solo... una amiga.

La respiración de T/N se quedó atrapada en su garganta. Habían esperado este momento, lo habían deseado, pero ahora que había llegado, se sentía casi demasiado surrealista. Pero la calidez de la mano de Ron en la de ellos, la sinceridad en su voz... era real. Todo era real.

—Siento lo mismo, Ron —susurró T/N, dándole un suave apretón en la mano—. Lo he sentido durante mucho tiempo.

Los ojos de Ron se iluminaron con alivio y algo más, algo que hizo que el corazón de T/N se hinchara. Se inclinó ligeramente y T/N pudo sentir la tensión en el aire, cargada de emociones no expresadas. 

El mundo exterior parecía desvanecerse: la tormenta, el castillo, todo. Todo lo que importaba era este momento, con él.

—No... no sé cómo hacer esto —tartamudeó Ron, su rostro a centímetros del de ellos—. Pero creo que me gustaría besarte.

Los labios de T/N se curvaron en una suave sonrisa, su corazón palpitaba.

 —Creo que a mí también me gustaría eso.

Y en ese tranquilo y acogedor rincón de la sala común de Gryffindor, con el fuego crepitando y la tormenta rugiendo afuera, Ron Weasley se inclinó y besó a T/N suavemente. No fue perfecto, fue vacilante, un poco incómodo y muy sincero, pero fue todo lo que T/N había soñado que sería. 

Cuando se separaron, ambos estaban sin aliento, con sus frentes apoyadas una contra la otra mientras compartían una risa silenciosa.

"Bueno", murmuró Ron, su voz cálida y afectuosa, "supongo que la tormenta no es tan mala después de todo".

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 © ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora