Welcome.

11 1 1
                                    

Sus pensamientos flotaban por su mente, ninguno coherente, ninguno concreto, todos lo suficientemente absurdos como para distraer se mente mientras su cabeza permanecía suavemente recargaba sobre el vidrio de esa ventana de bus, su mirada aparentemente perdida en el camino. Esperaba con ansias terminar su viaje. Sus ojos de esmeralda se clavaron nostalgicamente en la maleta de tamaño mediano color madera que llevaba a su lado, sonrió de costado levemente. Iba a extrañar su antigua vida, pero sabía y tenía la determinación de que iba a amar la nueva que estaba apunto de conseguir.

O eso pensaba.

Luego de unos pares de minutos el bus se detuvo en seco sobre la parada que le tocaba. Despaviló su
mente y cuerpo en un instante, tomó sus pocas pertenencias y se encaminó a las escaleritas que daban descenso a los pasajeros del vehículo. Antes de bajar saludó al chófer amablemente, aquél hombre con cara de pocos amigos simplemente asintió en despedida. Paso a paso bajó del vehículo, una vez en la acera de dicha parada inhaló tanto aire como sus pulmones le permitieron. Desde dónde estaba parado contempló La ciudad y el brillo que esta tenía a pesar de ser casi madrugada...
Ahora lo más importante, pensar en dónde se hospedaría los siguientes días con tan solo 300 dólares en su bolsillo y una maleta sin siquiera instrumentos.

Verán, Axl rose era un pelirrojo habilidoso. Sabía tocar el piano, la guitarra eléctrica y cantaba de maravilla, pero claro, en su maleta no cabía su viejo piano obsequiado por la iglesia a la que concurría su padrastro, ni mucho menos la guitarra eléctrica que alguna vez vió en una tienda de música en su antigua ciudad. Por lo que ahora solo necesitaba un golpe, o también si era posible una bomba atómica de suerte como siempre encontrar un lugar lo más minimamente habitable, ya saben, un motelucho con por lo menos un baño higiénico y una cama sin manchas de cualquier mierda o líquido desagradable.

Del bolsillo delantero de su pantalón de mezclilla tomó una cajetilla de cigarrillos Marlboro que iba a la mitad, mientras que del bolsillo trasero sacaba un encendedor negro. Estaba quedándose sin cigarrillos, lo cual era un gran problema para él.
Aquella ciudad parecía contener cosas de su agrado e interés, disqueras famosas buscando artistas emergentes, muchas tiendas con instrumentos de primera marca, bellas mujeres... Ya saben, todo lo que una gran ciudad puede ofrecer. Los ojos del pelirrojo se dirigieron a las posaderas de una bella rubia que caminaba frente suya. -Esta ciudad es lo mejor..- Pensó para sí mismo.

Con su maleta en mano caminó un par de pasos hasta dar con un pequeño banco frente a una tienda de tv's. Colocó el cigarrillo entre sus labios y procurando que el maldito viento que había no apague el fuego de su encendedor lo encendió. Una larga calada llenó su boca, garganta y pulmones de satisfactorio humo, el cuál contuvo durante segundos antes de exhalar completamente... Los televisores de dicha tienda permanecían encendidos con las noticias del día repitiéndose en bucle. No había elegido el lugar más seguro para mudarse aparentemente, policías violentos y corruptos siendo atrapados, robos ocurriendo hasta en los barrios de más alto rango, políticos mentirosos con una sonrisa amable y piadosa tatuada sobre una mueca de asco y superioridad.

De un momento a otro un cuerpo se sentó a su lado pesadamente lo cuál sobresaltó al pelirrojo. Miró de reojo a su acompañante el cuál poseia un aspecto estridente y extravagante. Cabello espumoso y ondulado, piel morena, ropas rasgadas pero ciertamente bien combinadas y como accesorio un sombrero de copa negro. Al momento de percatarse de la botella de alcohol que llevaba en su mano derecha y el olor a cigarro que llevaba encima Axl comenzó a temer un poco, no pensaba que su primera interacción con alguien se llevara a cabo con un borracho. El hombre giró su cabeza y dibujó una pequeña sonrisa en sus labios al encontrarse con la mirada verdosa del atractivo pelirrojo que había a su lado. Rose pudo escuchar unos balbuceos indescifrables salir de los labios carnosos del moreno, luego, el mencionado estiró su brazo sosteniendo una botella de alcohol ofreciéndole a Axl un sorbo. A lo cuál este rechazó moviendo su mano en negación. El moreno levantó ambos hombros riendo para luego conectar el pico de la botella a sus labios bebiendo aquél líquido como si fuera agua

Mariposas, Whisky Y Cigarrillos. (Slaxl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora