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Eren Jeager

Salí bastante molesto del edificio, con los pasos retumbando en el eco de mis pensamientos.
Subí al auto, cerré la puerta de golpe y dejé caer mi frente sobre el volante, sintiendo cómo la tristeza y la frustración me consumían. Todo este tiempo, me había engañado a mí mismo pensando que tener dinero, propiedades, mujeres a mi disposición, e incluso ser físicamente atractivo, me haría feliz. Pero ahora, todo eso parecía vacío, inútil.
¿De qué servía tenerlo todo si ni siquiera podía encontrar una pizca de felicidad en mi vida?

Con cada suspiro, mi mente volvía a t/n. No había día en que no pensara en ella, no solo en la atracción física que encendía mi deseo, sino en algo más profundo, algo que no lograba entender. Desde que me acosté con ella, mi vida cambió de manera extraña. Todo lo que antes me parecía placentero ahora se sentía superficial, carente de significado. Cada vez que pienso en ella, siento cómo mi apetito sexual se enciende con una intensidad que no había experimentado antes. Pero, al mismo tiempo, hay algo más... un vacío que ella había comenzado a llenar.

¿Sería posible que hubiera algo más allá de todo esto? Me hacía la misma pregunta una y otra vez, pero seguía sin encontrar la respuesta. Tal vez el problema no era lo que tenía, sino lo que estaba buscando.

La verdad es que no sé por qué me siento así. ¿Por qué me importa tanto? He estado con muchas mujeres antes, y nunca pasó nada. Todo quedaba en el juego y en el placer momentáneo.

No puedo creerle, es imposible que no recuerde, la manera en que su piel se sentía contra la mía.
Es frustrante, y me siento débil. Yo, que siempre he tenido el control, ahora estoy perdido, cuestionando todo lo que creía saber sobre mí mismo, sobre lo que quiero, sobre lo que me hace feliz.

Dudo un poco de lo que siento por t/n. No sé si esto que me está carcomiendo es real o si solo es un impulso pasajero, un capricho.
¿Y si todo se reduce al sexo? No puedo negar que el deseo es fuerte, y cada vez que pienso en ella, mi cuerpo responde de una manera que no puedo controlar.
Pero, ¿es eso suficiente para llamarlo algo más?
Me asusta pensar que tal vez estoy confundiendo atracción física con algo más profundo.
¿Qué tal si esto no es más que una obsesión, una necesidad de tener algo que no puedo controlar?

Mi vida familiar se está desmoronando, y no sé cómo detenerlo. Es como si todo a mi alrededor estuviera derrumbándose, y no puedo hacer nada para evitarlo. Mi padre está ausente, encerrado en su propio mundo, y mi hermano... bueno, hace tiempo que tomamos caminos diferentes. Pero lo que más me duele, lo que realmente me rompe por dentro, es pensar en mi madre. Que ya no esté aquí me hace sentir vacío, como si algo vital en mí se hubiera apagado junto con ella.

El camino de regreso a casa se me hace eterno. El volante está firme entre mis manos, pero mi mente divaga. Acelero un poco más, como si la velocidad pudiera hacer que mis pensamientos se disiparan. Cuando finalmente llego, cierro la puerta del auto de golpe y camino hacia la entrada.

Al entrar, la casa está en completo silencio, un eco vacío que me recuerda lo solo que estoy en este lugar.
Sin pensarlo mucho, me dirijo a mi habitación. Necesito un respiro, aunque sea por un rato.

Me deshago de la ropa con rapidez, abro la llave de la ducha y dejo que el agua corra unos instantes mientras me observo en el espejo, mi cabello. ¿debería cortarlo?

Entro bajo el agua caliente, dejando que el chorro arrastre el cansancio y la tensión de mi cuerpo. Me inclino, permitiendo que el agua bañe mi cabello y resbale por mi piel, mientras el calor me reconforta. Cierro los ojos, intentando no pensar, solo sentir el momento.

Al salir, el frío del baño me hace estremecer, pero me seco rápido. Envuelto en una toalla, tomo el secador y dejo que el aire caliente seque mi cabello, que queda ligeramente ondulado. Mis manos, casi por inercia, recogen parte del cabello en una media coleta, dejando el resto sobre mis hombros.

Con el cabello fuera del rostro, apago la luz del baño y camino hacia la cama, deshaciéndome de la toalla. Me dejo caer sin camisa sobre las sábanas frescas, mirando el techo, intentando vaciar mi mente para dormir. Mañana será otro día en la universidad, pero por ahora, solo quiero que el sueño me libere.

Antes de cerrar los ojos, miro mi teléfono por última vez para encender la alarma. Mis dedos se mueven de manera automática, pero en cuanto apago la pantalla, todo vuelve a mi mente. Que es esto que estoy sintiendo...

Finalmente, el sueño me vence. Mi respiración se vuelve lenta y profunda, pero incluso en la oscuridad del descanso.

Al despertar, la luz tenue de la mañana entra por las cortinas, dibujando sombras suaves sobre la habitación. Me levanto y mi mirada se encuentra con el espejo al otro lado de la cama. Ahí está mi reflejo, mi cuerpo aún marcado por el entrenamiento. Mis hombros anchos, el torso definido, los músculos tensos bajo la piel, como un recordatorio de todo el control que trato de mantener sobre mí mismo, incluso cuando mi mente parece un caos.

El cabello en su media coleta cae suavemente sobre mis hombros, pero es mi propia mirada la que me desconcierta. El reflejo muestra fuerza, pero por dentro me siento vulnerable.

𝑀𝑒𝑙𝑎𝑛𝑐𝑜𝑙í𝑎 「𝐹𝑎𝑛 𝐹𝑖𝑐 Eren Jeager」+18 snk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora