Ruth.
4:50 PM
— Creo que voy a morir.— El agua se siente deliciosa, los remedios para la resaca cambian con esta gente, una cosa es meterse a la ducha y otra es meterse a una piscina con este hombre masajeandome las piernas.
— No te permito morirte.—
— Ray... ¿Puedo pedirte algo? —
— Por favor. —
— Anoche se me encendieron todas la neuronas románticas y quiero hacer algo pero si me das tiempo a pensarlo no lo haré, tatuame — soy plenamente conciente de que si dejo pasar el impulso no lo hare — nada como tu nombre ni nuestras iniciales, solo algo que signifique algo para ti pero que no tenga que explicar. —
— ¿Y eso? —
— El ritual fue horrible pero me hizo pensar; no tendremos hijos en mucho tiempo, no quiero un compromiso tradicional y aunque quiero mi anillo, también quiero algo que sea solo nuestro, dijiste que aceptar casarme contigo era un pacto con el diablo y quiero firmar. —
Parece confundido pero me mira como debió mirar la serpiente a Eva antes de darle la manzana.
— Lo que quieras, love... Solo aclarame; ¿como voy a tatuarte si te aterran las agujas? —
— Como hicieron los artistas que me tatuaron los que tengo; con mucha paciencia y la ayuda de Dios. —
No ríe alto con frecuencia aunque debería; la manera en la que deja que el cuerpo se le vaya hacia atrás y se toca el pecho es preciosa.
— Hecho. — Dice por fin.
****
Cuarenta minutos después estoy sentada en uno de los sofás mientras dibuja con un marcador unos cuernos pequeños y signos que no entiendo en la parte superior de mi muslo.
— No quiero un tatuaje de banda.— Aclaro.
— No es de banda, love... Es mio, te estoy marcando como mía. —
— Si me estas marcando como tuya, después te marco yo.—
— Su voluntad es mi oxigeno, Yaya.—
Me pregunto si en su cabeza no necesita pedirme matrimonio otra vez porque ya me declaró su esposa.
— Llámame Yaya cuando me hayas recibido en el altar Raymond Vargas o mejor no; me casare con el criminal pero no quiero ser parte de ese mundo.—
—Eso no es posible mi amor.— Dice preparando la tinta.— Como mi esposa ya eres parte de este mundo.—
— Entonces que bueno que aun no soy tu esposa, no pienso casarme hasta que lleguemos a un acuerdo; yo no soy una asesina, solo he robado libros a mis amigas y no soy capaz de torturar a nadie.—
— Mi Yaya no tiene que ensucirse las manos, para eso me tiene . Voy a empezar... ¿Estas lista? —
Después de acostarme por el mareo, cubrirme la cara con una almohada y rezar cada cosa que sé; siento el frío de lo que sea que me está poniendo en la pierna, tenemos que hablar del elefante en la habitación pero no es el momento, lo haré cuando me pida matrimonio formalmente.
El tatuaje es pequeño pero impresionante.
— Esta precioso...—
— No tanto como el lienzo, dame un momento para cambiar la aguja y decide donde tatuarme.—
— Donde solo tu y yo podamos verlo, no puedo dibujar algo grande y si sale mal lo cubrirás.— LO ultimo que quiero es rayonearle la piel y ponerlo en vergüenza con un tatuaje mal hecho.
Dibujo lo único que puedo dibujar decentemente; un tulipán en líneas sencillas con el marcador y lo sigo con la mirada mientras traza las líneas con la maquina de tatuar, elegí el mismo lugar que eligió para mi, está agregando sombras al tatuaje con tinta roja y aunque se ve precioso no parece muy masculino.
— ¿No crees que es muy femenino? —
— Un tatuaje diseñado por la mujer que amo, en un lugar que eligió para mi, con su flor favorita que eligió como un símbolo del compromiso... Definitivamente es lo mas gay que he hecho. —
— Sin sarcasmo Ray.— Lo golpearía pero no quiero que arruine la línea.
— Love, voy a llevarte a cenar fuera hoy.—
— Me gusta cenar...—
—No iremos solos, Jeff llevará a la loca a probar suerte porque todo aquí le da náuseas y yo estoy harto de la comida de este lugar. —
— ¿Iremos todos? —
— No todos; Jennett se fue con Annett y Diana porque tenían que entregar a los amiguitos, tu hermano y tu madre se fueron esta mañana con los Zanganos. —
****
La gira por los restaurantes fue todo un éxito y en este grupo ya debería haberme hecho a la idea de que las noches son eternas y esta vez al que tenemos que culpar es a Antonio, según él; sería un pecado pasar por esta zona y no tomar un trago en "El torbellino", las expectativas están altas por la descripción que brinda, nadie se opone y aunque aun me duelen los pies por lo de anoche no me negaría nunca.
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Eros -Borrador
RomanceNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...