Capitulo 02

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Después de un tiempo la mujer seguía sentada cerca del ventanal mientras los clientes iban y venían ella parecía como un hermoso cuadro imperturbable.

El café se había consumido y eso no parecía restarle elegancia. Al contrario, amena con su fría presencia. Jeon mentiría si dijera que no está disfrutando de esa vista. Es de las pocas veces que suele pensar así, en su vida no hay tiempo para un romance pues siempre se ha enfocado en construir más, pero solo por un momento se permitió imaginar que esa bonita y elegante mujer le estaba esperando a él para ir a casa juntos.

—Deja de ver hacia esa dirección, pareces un acosador— el pelirrojo rió ligeramente hacia la imagen de su amigo.

Desde que llegó esa chica a la cafetería Jeon parece que ha sido clavado en una clase de hechizo, si bien la mujer es hermosa algo de ella parece lo suficientemente peligroso para ser precavido. Sin ignorar el hecho de que posee una tarjeta de acceso ilimitado, eso no es normal, o al menos no lo es en su mundo lleno de gente habitual. Quizás sea esposa de algún millonario.

—Solo es curiosidad— se defendió Jeon mientras seguía preparando café.

—Claro, amigo— respondió sarcástico Hoseok, un viejo amigo de la infancia del pelinegro quien solía ir regularmente a la cafetería a ayudar a Jeon. —Lo creería si fuese normal mostrar tan abiertamente tu atención. Pero tú amigo, eres la persona más desinteresada que he conocido. Por eso me da curiosidad saber que estás pensando.—

El contrario negó mientras cambio de posición de la barra. La tarde era tranquila así que por ese momento decidió que era mejor mantenerse neutral.

Sin embargo, el hombre pelirrojo ignoraba que ella es la mujer rica.

La soledad es placentera, pero también es muy distante. Jeon la conocía a la perfección.

Jeon Jungkook, es un hombre nacido de clase media cuya madre tenía un problema cardiaco y toda su vida se centró en el trabajo para conseguir suficiente dinero. Después de la muerte de su padre, él tuvo que esforzarse el doble para intentar llevar comida a casa y también recaudar el dinero para el tratamiento de su progenitora. Un hombre que siempre soñó con ser alguien en la vida había sido opacado con la realidad.

Con mucho esfuerzo apenas y logró abrir su cafetería, no se queja, era lo más cercano para conseguir sus sueños y anhelos. Además, el local le permitía sustentar los gastos del hospital.

Cuando Jeon quiso ofrecer una segunda taza del mismo café, la típica campanilla que anuncia el ingreso de un cliente le detuvo a la mitad de su cometido. Claramente el café iba a cuenta de casa, el burbujeante olor y el misterio del hombre que caminaba firme y elegante le desconcertó pues parecía decidido en encontrarse con alguien. Para su desgracia, todo cobraba sentido cuando vio sentarse frente a la mujer con la que había imaginado un montón de tonterías. El nuevo cliente se había acercado demasiado a ella para murmurar unas cuantas palabras que desfiguraron por completo el rostro perfecto de la chica sin emoción.

Sostuvo su agarre con más firmeza sobre la taza y la vio levantarse rápidamente pasando a su lado como si él no existiera. Ni siquiera le miró o se detuvo ante su gesto amable, era exactamente el tipo de actos que devuelven a la realidad a Jeon, no pertenece al mundo de hombres ricos.

—¿Es usted el dueño?—una profunda y gruesa voz le hizo voltear para encarar al hombre que había corrido prácticamente a la mujer con su presencia. Jungkook solo asintió y el castaño le extendió un cheque.

—Supongo que será suficiente por el café que ella consumió— Jeon miro el papel abriendo los ojos por tan ridícula cantidad. Ni siquiera si se trataba de cien tazas podría igualarla. El no podía aceptar eso, sin embargo antes de que se negara a aceptarlo el hombre bien vestido desapareció.

MONEY | LIZKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora