•. ✶ Genya Shinazugawa (1

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Eras aprendiz de Himejima, Al ser huérfana el decidió acojerte en su finca y cumplir el rol de un hermano mayor para ti y es por eso que le tenias mucho aprecio, un día, el llego a la finca con un chico que nunca antes habias visto, y para tu sorpresa era el hermano menor del pilar del viento.

Al principio te pareció alguien muy interesante y Gyomei te había informado que de ahora en más el viviría con ustedes, el echo de que comiera demonios te intrigaba pero cuando querías preguntarle por eso no respondía. Cuando te conoció se ponía nervioso cuando le hablabas o estabas cerca pero luego de un tiempo ambos empezaron a llevarse bastante mal y compitiendo en casi todo. Aunque parecían odiarse ambos se divertían con la compañía del otro y se tenían un gran apreció por más que no lo admitiecen, incluso, tu sentías que tú cariño iba más allá de una simple amistad, pero intentabas negarlo de todas las formas posibles.

- Valla al fin llegaste idiota, ¿Acaso no ves la hora que es? - Reclamaste ya que el ruido de la puerta principal de la finca te había despertado, pero para tu sorpresa, no recibiste nisiquiera una mala mirada, el Shinazugawa solo se dirigió a su cuarto y azotó la puerta con fuerza dejándote completamente confundida. - Que carajos le sucede..

Con curiosidad y algo de molestia te acercaste a la puerta de aquel cuarto escuchando las miles de quejas inentendibles que decía el pelinegro tras esta. Con algo de duda giraste la manija de a poco hasta que por fin asomaste tu cabeza dentro de la habitación.

- ¿Que mierda quieres? - Miraste hacia abajo viendo como el Shinazugawa estaba recostado en su futón con el seño notoriamente fruncido, se veía frustrado.

Tu solo soltaste un pequeño suspiro para adentrarte por completo al cuarto cerrando la puerta tras de ti.

- ¿Que sucede? - le preguntaste mientras veías como Genya de a poco se sentaba en el futón con dirección a ti sin dejar aquel seño fruncido.

- Nada.

- ¿Nada? Llegas a esta hora con un notorio enojo azotando la puerta y maldiciendo a quien sabe quién, pero no sucede nada, no te pasa nada, que lógico Shinazugawa. - Hablaste con sarcasmo lo que solo molestó más al pelinegro.

- Déjame en paz, vete a dormir. Yo haré lo mismo. - Y con eso Genya volvió a recostarse en el futón cerrando sus ojos. Pero para ti eso no había acabado ahí, con cuidado te sentaste en el piso al lado del futón del pelinegro que al sentir tu intensa mirada abrió los ojos con una ceja ligeramente levantada.

- Que te sucede. - Volviste a repetir tu pregunta pero está vez más sería, el Shinazugawa suspiro con frustración para luego mirarte con algo de irritación.

- Fui con Kocho-Sama a realizar los exámenes o estudios que Himejima-san le pidió que me hiciera, y no recibí mas que malas miradas y regaños. Fue.., no lose, frustrante. No es la primera persona que me mira así, algunos cazadores ya saben que como demonios y me miran como si fuera un bicho raro. Imbéciles.., ellos pueden usar la respiración, yo no puedo.., si no no haría esta mierda..

Sentiste algo raro en tu pecho al escucharlo hablar, hasta a ti te frustraba. Genya solo quería pelear, ¿Tan difícil era entender eso?, tomaste con delicadeza la mano del contrario ganandote su mirada de confusión al sentir tu toque, pero aún así no te apartaste.

- Creeme que Shinobu-san no lo hace intencionalmente, es una mujer difícil de decifrar pero no es mala persona, solo se preocupa por ti y tu bienestar. En cuanto a los demas cazadores.., que se vallan a la mierda, malditos inservibles. - Una sonora carcajada se escuchó por parte de Genya provocando que una pequeña risa saliese de tus labios, le tenías mucho respeto a los demás cazadores, pero odiabas a los que criticaban al Shinazugawa sin conocerlo, a más de uno lo habías callado. - No les hagas caso, tu puedes pelear incluso mejor que ellos, no tienen derecho a criticar tu método y menos si resulta efectivo. - el pelinegro asintió levemente y tú apretaste su mano, se veía tan lindo al sonreír. - ¿Ahí algo más? - preguntaste al ver la mirada pensativa del contrario.

- No puedo dormir por las noches, tengo pesadillas orribles, ya no se que hacer para que dejen de aparecer.

Tu pensaste por un momento para luego soltar la mano de Genya y acercarte más a el.

- Muevete más para allá.

- ¿Eh? - El Shinazugawa te miraba confundido al no entender lo que querías decir.

- Que te hagas más allá Genya. - El nombrado al ver el gesto que estabas haciendo con la mano comprendió y se quedó a una esquina del futón. Tu al ver el espacio que había quedado levantaste la colcha para recostarte junto a el ganandote su mirada completamente desconcertada y sonrojado.

- Ven..., se que es algo raro.., pero espero que te ayude.. - Lentamente abriste tus brazos en dirección a Genya, este dudo por unos segundos, pero luego de a poco y con demasiada vergüenza se acerco a ti quedando entre medio de tus brazos con la cabeza recostada en tu pecho.

El Shinazugawa sentía su cara arder al sentir la suavidad de tu pecho y tu latido calmado y lento, pero una corriente de calma recorrió su cuerpo al sentir como tu con cuidado acariciabas su cabello.
Este luego de unos Minutos sintió sus ojos pesar y una paz que hace mucho no sentía.

- ______...

- ¿Si?

- Gracias... - Sonreíste al escuchar su voz, se notaba que estaba por quedarse completamente dormido, hasta que finalmente lo hizo.

- Siempre estaré para ti Genya..., no importa que...

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