ɢᴏʟᴅ ʜᴇᴀʀᴛ | 𝓢𝓽𝓪𝓷𝓯𝓸𝓻𝓭 𝓟𝓲𝓷𝓮𝓼

𝟘𝟙. 𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚ñ𝐨 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨

Serían aproximadamente más de las doce de la noche cuando el hombre comenzó a caminar por el bosque. No había nada interesante en el lugar, parecía que las criaturas estaban en calma, solo se escuchaban a los búhos y algunos grillos, miró al cielo un momento para divisar la luna entre las copas de los árboles.

Pov. Stanford Pines

Solté un pequeño suspiro tranquilo mientras observaba la luna junto a las constelaciones a su alrededor, quizás me dirigiera a una colina más tarde, desde esa zona se veían bastante bien, además, todos en la cabaña ya estaban dormidos, no sería algo extraño si llego más tarde.

- Qué noche más apacible, extraño la verdad.
Habrá que aprovechar esta luz de la luna y dejar la mente tranquila, para olvidarme de los malos chistes que cuenta Stanley todos los días...

Me ajusté las gafas y empecé a adentrarme más al lugar, de todas formas, no me podía perder, al menos, no yo, conocía este sitió perfectamente.

Pov. Narrador

El de seis dedos siguió varios minutos más adentrándose a la zona, caminando a su destino.

Al pasar al lado de una acumulación de árboles le pareció ver una figura humana, ¿Una persona a esas horas, tan dentro del bosque? Al parecer sí, esto le extrañó demasiado al de canas, se quedó quieto unos minutos mirando a la figura para ver si hacía algún movimiento, pero no, simplemente movía la cabeza, parecía, ¿perdida? Muy posiblemente, esa localidad se veía igual para cualquier persona sin ningún conocimiento de la zona.

- ¿En serio? A quién se le ocurre meterse a estas horas al bosque...

Stanford se empezó a acercar con cuidado a la figura, tampoco estaba muy convencido de eso, puede que fuera una anomalía del lugar, aquello no le preocupaba mucho, pero lo mantenía alerta, además, en inicios de verano la persona llevaba una sudadera con capucha negra y unos largos pantalones del mismo color junto a unas botas, ¿quién demonios se vestía así con el calor que hacía? Eso pensaba el seis dedos, aunque, no era el más indicado para hablar llevando un suéter de cuello de tortuga y una gabardina.

Se acercó del todo a esa figura y le tocó con suavidad el hombro hablando de forma calmada.

- Hola, ¿te encuentras bien?

Lo que fuera se giró rápidamente y  apartándose inmediatamente del hombre, era una chica, tenía la tez tostada y unos ojos avellana, el pelo de ella no se veía mucho debido a la capucha puesta, pero se podían apreciar unos pocos mechones de color castaños. Miro al hombre, tenía una expresión atemorizada, no parecía ser alguien peligrosa, cuando el seis dedos la observo mejor se aseguró que no fuera una amenaza para hablar y no asustarla más de lo que se encontraba.

- No te preocupes, te aseguro que no te voy a hacer daño, ¿te encuentras bien? ¿Estás pedida?

La castaña lo miro y negó con la cabeza varías veces sin apartar la vista de ese hombre, parecía que no estaba dispuesta a decir una sola palabra a ese extraño, Stanford suspiro y se colocó los lentes empezando a hablar nuevamente.

- Vale, veo que no eres muy habladora, me disculpo por mi nula formalidad, soy Stanford, Stanford Pines, bien, ahora tú, ¿cuál es tu nombre?

Ella no dijo palabra nuevamente, miro a otra dirección, definitivamente no parecía que fuera a hablar, normal, se encontraba inquieta, se le había acercado un extraño a ella, ¿cómo iba a reaccionar?

- Entiendo que no confíes en mí, pero de verdad, solo te quiero ayudar, mira, si quieres puedo ayudarte a salir del bosque y guiarte hacia tu casa o al hotel donde te estés hospedando, más bien tu nombre es para poder dirigirme a usted y...