La puerta principal había sido abierta, Ryoko había llegado después de un largo día de secundaria que para ella todos los días era un infierno por que no soportaba a las niñas y da la casualidad de que su secundaria es solo femenina, estaba entre la espada y la pared pero según su padre si pasa con buenas notas podría ingresar a una prestigiosa academia cosa que a ella le daba igual, tenia que seguir sufriendo cada día hasta que logre graduarse de ese manicomio pero para eso le llevaría cuatro años. Se retiro sus zapatos para dejarlos en su puesto y posteriormente caminar dentro de su casa que es bastante amplia, podía sentir el olor a curry en sus fosas nasales por lo que supo que estaba su madre presente― Ya llegue ―alzo la voz. Así al menos sabría ella que estaba presente, fue directo a su habitación para dejar su mochila en la cama y rápidamente acercarse a su escritorio buscando su caja de banditas coloridas, saco unas cuantas para sentarse y subir un poco su falda . . Tenia raspones en la zona de sus rodillas como también la zona de sus brazos pero esos ya los limpio por lo que no se quito sus guantes negros. Desde que entro a esa escuela ha ocultado sus brazos, antes era mas fácil usando ropa con manga larga pero como no se le permite usar la camiseta de invierno hasta dicha estación tenia que abstenerse a usar sus guantes que cubrían todo su brazo.Los pasos se aproximaron a su habitación haciendo que ella se asustara acomodándose sus prendas y guardara su caja enseguida, cuando quiso voltear su madre ya estaba en el marco de la puerta, la miro con una sonrisa nerviosa mientras que ella alzaba una de sus cejas . . Era demasiado obvio que había interrumpido a su hija que estaba haciendo algo completamente sospechoso― Las niñas buenas saludan a su madre de un beso en la mejilla ¿lo sabes? ―hablo respecto a la forma en como había llegado al hogar sin saludar de manera correcta a su progenitora cosa que hizo que Ryoko se sonrojara de la pena― Gomen Oka-san e-es que estaba cansada por eso quise venir a sentarme un momento ―dijo lo primero que se le ocurrió haciendo que Hiroki la siguiera mirando con duda, pudo analizar bien a su hija y sabia que esta mintiendo pero lo que la delato por completo es que podía ver que había dejado caer una bandita. Hiroki cruzo sus brazos observándola― Claro y por eso tienes otra vez raspones ―menciono. Ryoko quedo helada al escucharla . . Estaba claro que no podía ocultarle nada a su madre, tal vez con su padre si teniendo en cuenta que casi nunca esta en el hogar pero Hiroki conoce muy bien a su hija con la palma de su mano, le preocupaba que últimamente esos raspones o moretones sean frecuentes. Soltó un ligero suspiro para mirar a su madre rendida― . . No es nada, solo me caí.
― Cariño no tienes que ocultarlo, puedo ver perfectamente que esos raspones no son por que te hayas caído . . ―hablo, por mas que intentara a veces era difícil sacarle la información a la pelirroja de que es lo que pasa en su ambiente escolar pero ya es bastante preocupante y no quisiera que eso pueda afectarle mas adelante, se acerco para agacharse y ver sus piernas, sus lindas rodillas blancas estaban rojas y sin mencionar que tenia rasguños que no eran hechos por un gato― . . Dime algo Ryoko ¿Por que permites que te hagan esto? . . Sabes que puedes confiar en mi y decirme lo que te sucede amor ―pregunto alzando su mirada azulada a su hija, ella es la viva imagen de Hiroki pero mas joven y con pecas además de que al ser hija única era su completa adoración. Ryoko desvió su mirada ya que el solo ver a su madre a los ojos hacia que perdiera su compostura y mostrara su lado sensible, llorar para ella es algo humillante por eso no lo hacia al menos no con personas presente pero su madre tenia ese don de hacerla llorar sin escapatoria, intento retener sus lagrimas pero era imposible ya que grandes gotas empezaron a caer por sus pecosas mejillas . . No tardo en empezar a sollozar― E-Es que no quiero d-darte mas problemas de los que y-ya tienes . . O-Oto-san n-no quiere que tengas o-otro c-colapso por mi c-culpa.
Le partía el corazón oírla llorar de ese modo, su hija era tan noble y de buen corazón que no podía permitir que minimizara sus problemas después de todo ¿Quién velaría por su salud de la misma manera?. Llevo sus manos hacia las mejillas de su pequeña para limpiar sus lagrimas― Querida eres mi hija, siempre me preocupare por ti . . No quiero que te culpes por mi estado de salud, el doctor dijo que eso es hereditario así que en cualquier momento iba a suceder ―hablo― Tu padre se preocupa por mi como también lo hace por ti . . Así que no minimices sus problemas, cuéntame que hiciste hoy ―pidió, tal vez eso la ayudaría a distraerse. Poco a poco la pelirroja se calmo para tomar un poco de aire.

ESTÁS LEYENDO
Lost | Boku No hero Academia OC
FanfictionUna joven rechazada por su Kosei se convertirá en una heroína. Ryoko es una joven que desde pequeña ha sido diferente debido las manifestaciones de su Kosei y su gran sueño de ser una heroína, otras jovenes preferirían ser modelos, cantantes o diseñ...