coffee. - geminifourth

3.

Gemini se terminó de alistar, mirándose sobre el espejo como le sentaba aquel traje de un color tradicional negro, agarrando su celular y colocándose su reloj mientras salía de su habitación con sus hombres detrás suyo.

—Llegaremos a la cafetería antes de ir a la empresa—, informó bajando las escaleras, saliendo directamente de la casa cuando abrieron la puerta para él.

—Entendido, señor—, sus escoltas hablaron, acompañándolo hasta el automóvil.

—¿Cuál es mi agenda de hoy?

—Tiene una reunión a las nueve con personas interesadas en presentarle su proyecto sobre el nuevo centro comercial, buscan inversionistas que puedan capitalizar su proyecto. Tiene que estar en el bufet que está cerca de la empresa a las tres de la tarde para el cierre de uno de sus contratos, probablemente esté demasiado tiempo ahí para definir las cláusulas, por lo que es su última actividad por hacer el día de hoy.

Gemini asintió, anotando todo de manera mental. Sin duda sería un día un tanto aburrido, pero no se quejaba, aún se estaba recuperando de sus días después del celo, así que estaba bien no hacer el trabajo pesado mientras no tuviera que hacerlo y terminar de su agenda lo más pronto posible. Partieron de la casa, acostumbrado al trayecto que se sintió levemente reconfortado poder ver como apenas la cafetería estaba siendo abierta. El automóvil estacionó frente al local, Gemini salió sin esperar a su chófer para que abriera su puerta y caminó hasta la cafetería, entrando al establecimiento.

—Buenos días, bienvenido—, cuando aquel tono de voz que reconocía le dio la bienvenida, las comisuras de sus labios casi se levantan. Casi, mas no mostró ningún indicio de sonrisa a simple vista, pero un ligero cambio en su aroma se hizo presente, uno más digerible.

—Buenos días, café negro—, habló como de costumbre, sacando la tarjeta.

—¿No le pareció el té negro? —, cuestionó, con cierto tono de duda.

Asintió. —Me gustó, solo que es muy temprano y prefiero el café, — Fourth comprendió, tomando la habitual orden. Antes de que Gemini esperara su café del otro lado del mostrador, lo detuvo. —Perdón, ¿me podría dar su nombre? Es para anotarlo en el vaso y poder llamarlo.

Gemini se detuvo a mitad del camino, mirándolo con cierta intriga en sus ojos. No se guardó el comentario, por lo que contestó. —¿Por qué?

—Hay dos personas delante suyo, no quisiera confundir su pedido—, explicó de manera rápida.

Arqueó una ceja en su dirección. —¿Y acaso pidieron también café negro? Dudo que alguien más lo pida a estas horas.

Fourth sintió sus mejillas enrojecer al saber que él tenía razón, solo aquel hombre era el aficionado al café negro en su cafetería y sería imposible confundir su pedido. Su plan se había ido por la borda. —Y-

—Gemini, mi nombre es Gemini Norawit, —un brillo divertido resaltó en sus ojos, antes de darle la espalda.

Anotó de manera rápida el nombre, acostumbrado a al final poner una carita sonriente para darle su toque. Preparó las tres bebidas de manera profesional, acostumbrado a las órdenes y le fue hablando uno por uno, Gemini quedando al final. Cuando se acercó para tomar su café, lo observó con cuidado.

—¿Cuál es tu nombre?

—Fourth, Fourth Nattawat -contestó de manera rápida, siendo tomado por sorpresa.

Gemini asintió. —Un placer, Fourth Nattawat. Nos vemos, gracias.

Vio al peli morado salir hacia su auto, subiendo en la parte trasera. Se quedó perplejo hasta que Dunk tuvo que atender a la persona que había llegado porque ni siquiera se había percatado de ello, aun procesando lo que había sucedido.

—FotFot, ¿qué te pasa? —preguntó Dunk tocando sus hombros.

-Él no se llevó su postre especial del día -contestó con simpleza, haciendo que el otro se quedara aún más confundido de lo que ya estaba por su reacción.

Mientras que el peli morado estaba observando el vaso de café en su mano, notando ligeramente el aroma del omega impregnado en su orden, además de observar su nombre escrito con una carita sonriente, haciéndolo sonreír de manera inconsciente. Su lobo reaccionó gustoso ante el aroma, moviendo su cabeza de un lado hacia el otro, su cola agitándose, cada vez más animado por las interacciones.

(...)

Al día siguiente, Gemini había ido temprano a la cafetería, siendo recibido por un muy sonriente Fourth ya acostumbrado a la presencia del otro durante tantos días. El peli morado se acercó hasta el mostrador, entrecerrando sus ojos en su dirección.

—Buenos días, Fourth. 

—Buenos días, señor Norawit. 

—Café negro, por favor. —Le tendía la tarjeta como era costumbre, mirando cada movimiento que hacía. 

—Ayer se me olvidó decirle sobre el especial del día, me dijo que vendría para comprar una galleta, pero solo se fue con su café. —Comentó con cierto tono entre divertido y tímido, entregándole el ticket y la tarjeta.

—¿No merezco un especial gratis? En muchos negocios las políticas incluyen que si no se hace mención de sus especiales estas se vuelven gratis u obtienen algo gratis. 

Fourth balbuceó sin saber qué decir, y se sorprendió de ver una pequeña, muy pequeña sonrisa mostrarse en las comisuras de los labios del peli morado. 

—Está bien, volveré para el siguiente especial. —Mencionó, apartándose hacia el otro lado de la barra mientras otra persona era atendida por Fourth.

Como siempre, el café negro estuvo justo sin esperar mucho, tendiéndolo en su dirección con una sonrisa. -Espero que lo disfrute, gracias por volver. Y con respecto a lo del especial, puede pedir lo que sea de forma gratuita para su siguiente consumo, yo me encargaré de ello. 

—¿Lo que sea? - Cuestionó con una ceja arqueada. Cuando el castaño asintió, lo pensó por un momento antes de contestar. - Quiero que dejes de referirte a mí tan formal. 

—¿Tan formal? - Se sorprendió, tratando de entenderlo. 

—A la siguiente visita, puedes tutearme. Si sabemos el nombre del otro, aspiraría a un trato menos formal, de todas maneras, me verás aquí seguido. —Antes de que pudiera responderle, asintió en su dirección. —Buen día, Fourth, nos vemos después. 

Fourth lo vio irse de la cafetería, aun procesando lo que había dicho. ¿Le molestaba que le hablara de manera formal? Nunca lo había notado, simplemente lo hacía sin intención. 

Pero si era algo que Gemini le había pedido, entonces lo cumpliría. Además, a su lobo le parecía mejor referirse a él por su nombre, había detestado llamarlo tan formal, inclusive juró haberle puesto una expresión de horror ante ello. Y como pocas ocasiones vistas, Fourth estuvo de acuerdo con su lobo de poder hablarle de manera informal, haciendo que Dunk se quejara que estaba expulsando demasiadas feromonas ante su estado de alegría.