Al aire libre

DISCLAIMER: Los personajes y lugares le pertenecen a Tatsuya Endo. Esta historia participa en el evento TwiYor Edén AU, organizado por TwiYor Base y va dedicada con mucho cariño para Whateversawesome.

* Día: 3.

* Palabra/Frase: Noche de cine.

[...]

Loid resopló frente al espejo de la sala por enésima vez: jamás le fue tan difícil acicalarse y ahora que la ocasión lo requería, se sintió impotente por no poder hacerse el peinado ideal para su cita.

─«Respira, Loid, respira. Tienes que esforzarte para que esta velada sea muy especial: recuerda lo mucho que la amas y cuando ella te vea...» ─intentó darse ánimos, pero la desesperación lo superó y revolvió sus cabellos rubios─. ¡Carajo! ¡Me veo como un idiota!

─¿Por qué te echas tanto perfume? ─de repente, su padre salió de la cocina con su esposa, luego de lavar los platos─. Así la vas a espantar.

─Es mejor que salir con zapatos diferentes ─contraatacó.

─No compares, esa vez iba a llegar tarde a la embajada ─se avergonzó.

─Cielo, no seas tan duro con él ─lo regañó su mujer, entre risas─. Así son los jóvenes cuando pierden la cabeza por una chica.

─Gracias, mamá ─Loid no supo si agradecerle o quejarse por lo que dijo y suspiró, preocupado─. ¿Por qué siento que se arruinará todo?

─Tonterías, cariño ─la señora besó su mejilla para consolarlo─. Apuesto a que Yor disfrutará el paseo contigo, es una chica muy dulce.

─¿Y si no le gustan mis planes?

─Pues no hables, ¡demuéstraselo! ─su padre se despidió con un abrazo y lo acompañó a la puerta─. Y date prisa, es un crimen hacer esperar a una mujer.

─¡Buena suerte, Loid! ¡Nos cuentas cómo te fue! ─su mamá le dio sus mejores vibras y después de que lo viera alejarse lo suficiente, se aferró al brazo de su esposo─. Le irá bien, Franz.

─Eso espero ─suspiró─. Se estresa demasiado.

─¿No te recuerda a alguien? ─bromeó.

─Nuestras citas no fueron tan dramáticas, Amelie ─le siguió la corriente y dio media vuelta para volver a casa con ella.

[...]

Tomar el tranvía a mitad de la tarde era una decisión poco razonable, debido al alto tráfico por la hora, aunque para Yor no existía otro remedio: después de todo, era el único vehículo que la llevaba directo a la Plaza Mayor de Berlint desde su casa, y solo le quedó rezar para no llegar atrasada a su reunión.

Apretada por el gentío que no consiguió asiento, tamborileó sus dedos sobre el pasamanos y suspiró muchas veces, emocionada por encontrarse con el chico que le gustaba. La joven sonrió enternecida, recordando el instante en el que Loid la invitó a la Fiesta de Cine de Edén, tras la victoria de la Casa Cecil en la Olimpiada Escolar. «¿Acaso ya era tiempo de vivir un bello romance?», fue lo que pensó: su corazón latió muy fuerte en respuesta y el rubor de sus mejillas se elevó al máximo, tanto así que casi olvidó el paradero al que debía llegar.

Gracias a un leve freno, Yor volvió a la realidad y tocó el timbre de la puerta trasera para bajar rápidamente del tranvía. Ya en la plaza, agradeció que el reloj aún no tocara las cuatro, pero se sintió más complacida de no tener que recorrer el lugar sola, pues alguien aguardaba por ella en un banquito.

─¡Yor! ─Loid se levantó para acercarse a ella, muy contento.

─Hola ─lo saludó con timidez─. Llegué a tiempo, ¿verdad?