El amanecer en la Academia UA era siempre un recordatorio de la calma antes del ajetreo de los entrenamientos y las clases. Sin embargo, para Bakugo Katsuki y Shoto Todoroki, esa mañana traía consigo una inquietud que no podían ignorar. Ambos habían despertado con una sensación de vacío, como si algo importante se les escapara entre los dedos.
Mientras los estudiantes comenzaban a llenar los pasillos, Bakugo se dirigió a la azotea, un lugar que solía utilizar para despejar su mente. La brisa fresca y la vista de la ciudad a lo lejos generalmente lo ayudaban a centrarse, pero hoy su mente estaba demasiado revuelta para encontrar paz. Recordaba claramente lo que había ocurrido la noche anterior en el bosque: los recuerdos, las sensaciones, y ese claro que parecía pulsar con una energía desconocida. Algo en él lo asustaba, aunque nunca lo admitiría en voz alta.
De repente, la puerta de la azotea se abrió y Todoroki apareció, con su habitual semblante tranquilo, aunque sus ojos traicionaban una ligera preocupación.
—Sabía que te encontraría aquí —dijo Todoroki, acercándose.
Bakugo lo miró de reojo, sin decir nada. Sabía que Todoroki sentía lo mismo que él, la misma agitación interna que no podían ignorar. Pero hablar de ello no hacía que la confusión desapareciera. Aun así, Bakugo decidió romper el silencio.
—¿Por qué a nosotros? —preguntó Bakugo, mirando el horizonte—. ¿Qué tiene que ver todo esto con nuestras vidas de ahora?
Todoroki se quedó en silencio por un momento, reflexionando antes de responder.
—No lo sé. Pero tengo la sensación de que esto no es una coincidencia. Lo que estamos recordando... tal vez nuestras vidas anteriores nunca llegaron a completarse. Tal vez dejamos algo sin resolver, y por eso nuestras almas están conectadas de esta forma.
Bakugo frunció el ceño. Odiaba esa sensación de no tener control sobre su propio destino. Había trabajado demasiado duro para llegar hasta donde estaba, para ser el mejor, para convertirse en el héroe número uno. Y ahora, de repente, estos recuerdos y sentimientos antiguos amenazaban con desestabilizar todo.
—No me importa quién fui en otra vida —espetó Bakugo, volviéndose hacia Todoroki—. Solo me importa lo que soy ahora. No dejaré que esto me distraiga de lo que realmente importa.
Todoroki asintió, aunque una parte de él sabía que ignorar lo que estaban descubriendo no sería tan fácil.
—Yo tampoco quiero que esto interfiera —respondió Todoroki—. Pero no creo que podamos simplemente dejarlo de lado. Ya viste lo que ocurrió anoche. Cada vez que nos enfrentamos, nuestros recuerdos parecen volverse más claros. Quizás haya una razón para eso.
—¿Y cuál es esa razón? —preguntó Bakugo, con un tono desafiante—. ¿Que estamos destinados a ser otra cosa que héroes?
Todoroki lo miró directamente a los ojos.
—Tal vez, en nuestra vida pasada, éramos algo más que héroes. Tal vez fuimos... algo importante el uno para el otro.
Las palabras de Todoroki cayeron pesadamente en el aire. Bakugo sintió una chispa de incomodidad en su pecho. ¿Qué significaba eso? Nunca había sido alguien que se preocupaba por el romance o las conexiones emocionales profundas. Su único enfoque siempre había sido ser el mejor. Pero lo que Todoroki estaba sugiriendo iba mucho más allá de lo que Bakugo estaba dispuesto a aceptar.
—No digas tonterías —gruñó Bakugo, aunque su voz carecía de la habitual agresividad—. Si hay algo que debemos descubrir, lo haremos. Pero no me vengas con ideas raras.
Todoroki no respondió de inmediato. Sabía que Bakugo estaba tratando de procesar lo que ambos estaban sintiendo, aunque no quisiera admitirlo. En lugar de presionarlo, decidió cambiar de tema, aunque seguía siendo crucial.
—He estado pensando en cómo podemos intentar recordar más —dijo Todoroki, con un tono más pragmático—. Quizás deberíamos investigar más sobre reencarnaciones. Hay lugares antiguos en la ciudad, sitios históricos que tal vez puedan desencadenar más recuerdos. Algo en nosotros reacciona a ciertos lugares, como ese claro en el bosque.
Bakugo lo consideró por un momento. No le gustaba la idea de pasar tiempo investigando tonterías, pero sabía que no podrían seguir adelante sin entender lo que les estaba sucediendo.
—Está bien —dijo finalmente—. Haremos las cosas a tu manera por ahora. Pero si esto no nos lleva a nada, lo dejamos. Y volveremos a enfocarnos en convertirnos en héroes, que es lo único que importa.
Todoroki asintió, aceptando el trato. Sabía que estaba jugando con los límites de la paciencia de Bakugo, pero también sentía que estaban a punto de descubrir algo importante.
—Conozco un lugar que podría ayudarnos —continuó Todoroki—. Es un templo antiguo en las afueras de la ciudad. Ha estado allí por siglos, y he oído que algunos dicen que es un lugar donde las almas viejas encuentran la paz. Quizás allí podamos encontrar más respuestas.
Bakugo lo miró con escepticismo, pero finalmente asintió. No creía en esas supersticiones, pero si había alguna posibilidad de que pudieran entender lo que estaba ocurriendo, valía la pena intentarlo.
—Bien —dijo Bakugo, poniéndose de pie con determinación—. Vamos a ese maldito templo. Pero más te vale que no sea una pérdida de tiempo.
Todoroki esbozó una ligera sonrisa, la primera que Bakugo le había visto en días.
—No lo será —respondió Todoroki—. Tengo un buen presentimiento.
Ambos bajaron de la azotea, listos para embarcarse en una nueva búsqueda, con el templo antiguo como su próximo destino. Mientras caminaban por los pasillos de la academia, ninguno de los dos podía evitar sentir que estaban siendo observados por algo más grande que ellos, algo que los había estado guiando desde el principio.
Pero mientras el pasado comenzaba a desvelarse ante sus ojos, una nueva preocupación empezó a tomar forma en sus corazones. ¿Qué harían cuando finalmente descubrieran la verdad? ¿Y cómo cambiaría eso sus vidas actuales, sus metas, y la relación que estaban comenzando a redescubrir?
Lo único que estaba claro para ambos era que, a medida que el pasado y el presente comenzaban a entrelazarse, el destino los llevaba hacia un futuro incierto, pero ineludible. Y en ese futuro, su vínculo, forjado a lo largo de muchas vidas, sería puesto a prueba de maneras que ni siquiera podían imaginar.
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¡TE ENCONTRARÉ!
FantasyEn "Te encontraré," dos héroes de la Academia UA, Bakugo Katsuki y Shoto Todoroki, se enfrentan a un destino que trasciende el tiempo. En una vida pasada, fueron príncipes de reinos rivales: Bakugo, el Príncipe de las Bestias, y Todoroki, el Príncip...