cap 11: Esto no era lo que buscaba

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Avery se apartó de Rick como si hubiera tocado una brasa ardiente. El corazón le latía desbocado, y la realidad de la situación la golpeó con fuerza al ver a Lori en la entrada de la torre de vigilancia. La expresión en el rostro de Lori era una mezcla de incredulidad y rabia contenida, sus manos temblaban ligeramente a los costados.

Rick se quedó inmóvil por un momento, viendo cómo Lori avanzaba hacia ellos con pasos firmes. Aunque ya no eran oficialmente una pareja, había una tensión no resuelta entre ambos, una esperanza que Lori aún mantenía y que Rick había dejado morir hace tiempo.

"No puedo creerlo," dijo Lori, su voz quebrándose mientras miraba a Rick con una mezcla de dolor y furia. "¿Así es como decides terminar las cosas? ¿Con ella?"

"Lori, no es tan sencillo," respondió Rick con un tono bajo, consciente del impacto de sus palabras. "Ya no somos…"

"¡No me vengas con eso, Rick!" lo interrumpió Lori, su voz subiendo de volumen. "Aún no habíamos hablado, aún no habíamos tomado esa decisión oficialmente. ¡Yo todavía tenía esperanzas de que pudiéramos arreglarlo!"

"Lori…" Rick trató de acercarse, pero ella levantó una mano para detenerlo.

"¿Esto es lo que querías, Rick? ¿Romper lo poco que quedaba entre nosotros de esta manera? ¿Con Avery?" Los ojos de Lori se llenaron de lágrimas, pero se negó a dejarlas caer. "¿Cuánto tiempo llevas pensando en esto? ¿Cuánto tiempo llevas alejándote de mí mientras yo intentaba aferrarme a algo que ya no existía?"

Avery sintió un nudo en la garganta, sabiendo que no debía meterse, pero la culpa la estaba consumiendo. Dio un paso adelante, intentando apaciguar la situación. "Lori, yo… no quería que esto pasara así."

"¡Pero pasó!" Lori la miró directamente, su dolor transformándose en una fría resolución. "Pasó, y ahora tenemos que vivir con las consecuencias. Yo… estaba dispuesta a intentarlo, Rick, pero ahora veo que ya no hay nada que salvar."

Rick apretó los puños, luchando contra la frustración y el remordimiento. "Lori, lo lamento. No quise que te enteraras de esta manera, pero tienes razón… Ya no podemos seguir fingiendo."

El silencio que siguió fue espeso y sofocante, hasta que Lori finalmente habló, su voz apenas un susurro. "Por Carl y Judith, encontraré la forma de seguir adelante. Pero Rick, nunca pensé que me harías esto."

Lori dio un paso atrás, dirigiéndose hacia la salida de la torre. Antes de irse, lanzó una última mirada a Rick y Avery, cargada de dolor y decepción, y luego desapareció en la oscuridad, dejando a ambos con el peso de lo que acababa de ocurrir.

Avery se quedó allí, con la mente abrumada por lo sucedido. Sentía como si el aire en la torre se hubiera vuelto irrespirable. Miró a Rick, que permanecía inmóvil, con la mirada perdida en el suelo. La culpa y el dolor se reflejaban en sus ojos, como si acabara de darse cuenta del daño irreversible que había causado.

"Rick…" comenzó Avery, pero no supo qué decir. Las palabras parecían vacías en comparación con el torbellino de emociones que sentía en su interior.

Rick no respondió. Simplemente giró la cabeza, evitando su mirada. Avery entendió el mensaje: necesitaba espacio, tiempo para procesar todo lo que acababa de suceder. Sin decir nada más, dio media vuelta y salió de la torre, dejando a Rick solo con sus pensamientos.

El frío aire nocturno la golpeó cuando salió de la prisión. Su mente seguía revuelta, y el peso de lo que acababa de pasar la oprimía. Necesitaba alejarse, pensar, respirar. Sin rumbo fijo, se adentró en el bosque que rodeaba la prisión, tratando de encontrar un momento de paz en medio del caos.

Mientras caminaba entre los árboles, los pensamientos de Avery vagaban sin control. La imagen de Lori, destrozada por la traición, se repetía en su mente. **"¿Qué he hecho? He dañado a una familia... Les he quitado la poca esperanza que les quedaba..."** pensaba, sintiendo una punzada de dolor en su pecho.

Con cada paso que daba, su mente se llenaba de recuerdos, de imágenes del pasado. Pensó en su padre, un hombre fuerte y decidido, pero que siempre había sido justo. **"¿Qué diría ahora, si pudiera verme? ¿Qué pensaría de mí?"** se preguntó, recordando las lecciones que él le había dado sobre la importancia de la lealtad y el honor.

Sumida en estos pensamientos, Avery no se dio cuenta de lo lejos que había llegado. De repente, se detuvo en seco al encontrarse frente a una cabaña que nunca había visto antes. La construcción parecía estar en buen estado, como si alguien la hubiera cuidado hasta hace poco.

La curiosidad pudo más que la cautela, y decidió investigar. Con la guardia en alto, sacó su cuchillo y se acercó a la puerta, empujándola lentamente. La cabaña estaba oscura y silenciosa. Avery entró, escaneando cada rincón con ojos atentos. Todo estaba en su lugar, como si la cabaña hubiera sido abandonada recientemente.

Notó una mochila pequeña apoyada contra la pared. La abrió con cuidado y descubrió algo de comida, lo suficiente para unos pocos días, y algo de ropa de mujer. **"Alguien ha estado aquí… y no hace mucho."** pensó, mientras seguía inspeccionando el lugar.

Justo cuando se disponía a salir, un sonido débil llegó a sus oídos. Eran quejidos, provenientes de la planta superior. Avery sintió un escalofrío recorrerle la columna. Con el corazón latiéndole en la garganta, subió las escaleras, preparada para cualquier cosa.

Al llegar al segundo piso, se encontró con una escena que nunca habría esperado. Una mujer estaba tendida en una cama, visiblemente debilitada, con un niño pequeño, de no más de un año o meses, a su lado. Avery hizo un rápido cálculo mental: la mujer debió haber estado embarazada al inicio del apocalipsis, y había estado cuidando a su hijo sola desde entonces.

La mujer abrió los ojos al notar la presencia de Avery y, al instante, el miedo se reflejó en su mirada. Avery levantó una mano, intentando tranquilizarla. "Está bien," susurró, tratando de sonar lo más calmada posible. "No te haré daño."

Pero la mujer estaba llorando, y Avery no entendía por qué. Fue entonces cuando lo vio: una mordida en el lado del cuello, enrojecida y ya supurando. **"No… no puede ser."** pensó Avery, sintiendo cómo la desesperación la invadía. Nunca había estado en una situación así, y no sabía qué hacer.

La mujer, con lágrimas en los ojos, miró a Avery. "Por favor," suplicó con voz entrecortada. "Cuidalo… es Tommy. No puedo… no podré cuidarlo más."

Avery sintió cómo su corazón se rompía en mil pedazos. "N-no y-yo …" comenzó a decir, pero la mujer la interrumpió, susurrando con la poca fuerza que le quedaba.

"Tienes que hacerlo. Él… él necesita a alguien. Porfavor, Prométemelo."

Avery se arrodilló junto a la cama, las lágrimas brotando de sus ojos sin control. dijo con voz temblorosa. "Cuidaré de él."

La mujer intentó sonreír, aunque el dolor era evidente en su rostro. "Gracias… gracias por cuidar de mi bebé." Cerró los ojos, y su respiración se hizo más lenta, hasta que finalmente se detuvo.

Avery se quedó allí, paralizada, sin poder procesar lo que acababa de ocurrir. Pero sabía lo que debía hacer. Con manos temblorosas, tomó el cuchillo de la funda en la cintura de la mujer y, en un susurro, le prometió que cuidaría de su hijo. La mujer no respondió, pero Avery sintió que había sido escuchada.

Con un último suspiro, clavó el cuchillo en la cabeza de la mujer, poniendo fin a su sufrimiento. Avery se quedó allí un momento más, tratando de recuperar el aliento, antes de tomar a Tommy en sus brazos.

El niño la miró con ojos grandes y confiados, ajeno al horror que acababa de ocurrir. Avery no podía creer que, en medio de todo esto, se había convertido en la responsable de un niño.

**"Esto no era lo que buscaba…"** pensó

Disculpa por tardar un poco en subir esto, quise que sea un capitulo dedicado a Avery con un poquito de drama, claro, espero que les haya gustado.
Besos💋💋

El legado de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora