TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔

Capítulo 47 · Nuevo Comienzo.

➤COURTZ ·

No nos dió tiempo de dormir, no había tiempo para hacer nada, justo ahora debíamos salir corriendo dónde la mai’ de Nain, porque Casper llevaba rato llamándole pero, ella no quería responderle.

—Dale, mami... Tu hermano se está desesperando y te apuesto que piensa mal ahora mismo de los dos.

—¡Relax! Que Julito sabe que yo me voy pa’ RD no hay manera que piense mal... Yo me voy sí o sí —dijo saliendo del baño, envuelta en una toalla.

—Nos tenemos que mover rápido, ma’.

Asintió sentándose en la orilla de la cama y empezó a ponerse crema por todos lados. Yo la veía completamente juquiao’ de todo lo que hacía, cada movimiento, como se quitaba la toalla del cuerpo y comenzaba a vestirse sin pena, quedando con todo al aire mientras la observaba como un pervertido, para ser sincero.

—¿Sabes qué? —volteó conmigo e inmediatamente busqué sus ojos—. Contesta la fucking llamada, pa’ qué ya deje de joder, dile que estamos de camino...

Volvió al baño y yo cogí su celular.

Justo cuando logré ver la pantalla, había una foto de Nain con la cadena que lucían los MoneyWayy —especialmente Hydro—, porque también llevaba la cara de Yeruza y todo ese flow rojo con las bandanas, justo como el álbum de CODA todo era así en esa foto.

—Acho’ la nena es maleantosa —me reí, se veía cabrona y le quedaba hijo de puta ese flow.

Nuevamente Casper llamó, lo cogí de una y saludé rápidamente.

—Casper, la nena se está...

«No me des explicaciones, na’ más llevala al airport... Yo cogí to’as las cosas que ella dejó listas, vayan para allá...»

—

Sí, está bien... Pa’ allá vamos.

El tipo enganchó, dejé el celular a un lado y me levanté yendo al baño donde estaba Nain, al acercarme a la puerta, estaba ella de espaldas y parecía esconder algo, mientras yo me acercaba lento y sin hacer algún ruido, logré ver algo azúl y blanco entre sus manos temblorosas.

—¿Qué tú haces?

Se giró rápidamente, escondiendo eso detrás de ella, totalmente nerviosa y asustada, la cara roja.

—¿Qué pasa, mami? ¿Está to’ bien? —le sonreí.

—Todo está muy bien —respondió lento, dejando bien claro que todo está perfecto, aunque seguía notándola rara.

—¿Tú estás segura? Esa carita tuya dice lo contrario, baby... —no dejaba de verla, de estudiar esa carita tan linda—. ¿Qué era eso?

Arqueé una ceja, ella negó y se encogió de hombros.

—Un lipstick, ¿qué más va a ser?

—¿Me estás escondiendo algo?

Rió nerviosa y sacó lo que llevaba escondiendo detrás de ella, efectivamente era esa jodienda y justo del color que había visto.

—¿Nos vamos? Ya estoy lista.

—Pues, sí... Dale baby, sal.

Y así, confundido y sin poder sacarme de la cabeza eso que me escondió, decidimos irnos.

「 En el aeropuerto 」

La cara de mi nena era otra, ya no estaba tan feliz como hace un rato, ya no tenía esa sonrisita coqueta mientras yo guiaba, no me veía igual —con esos ojos cafés brillando—, y me ponía igual verla así, desmotivado, triste.

—Ya sabes, mi amor... Te portas bien, como una nena de casa —le decía Casper, mirándola con una sonrisa triste—. No voy a pedirte que llames a diario pa’ avisar que estás bien pero, tírame por dm... Por whatsapp, por donde tú quieras... Na’ más te pido que lo hagas cuando puedas.

Nain asintió soltando mi mano y yendo a abrazarlo, yo me volteé, sentía que se me iba a salir el corazón —toda esta situación se sentía tan triste que no quería ni ver—, oía a Nain suspirar fuerte, conteniendo el llanto hasta que la escuché a hablar, con ese nudo en la garganta.

—No quiero montarme en el avión... Tengo miedo...

Me fijé en ella, Casper sostenía sus manos y negó intentando tranquilizarla.

—No va a pasar na’ baby, tienes que ir... También me asusta pero, hay que ser cojonu’... ¿Tú no fronteas con tener más bolas que un cabrón? Aquí es dónde se demuestra mami, no te me puedes echar pa’trás.

Nain sonrió negando.

—Tú tranquila mi amor, todo va a estar bien... Vas a llegar con bien...

—Amén —murmuró abrazando a su hermano nuevamente, colgándose de su cuello y entre lágrimas, hablando—. Te voy a llamar en cuanto pise RD, te lo juro...

—Tienes qué, tienes qué...

—Te amo Julito, un cojonal.

—Acho’ Nain, te amo baby —el hombre besó a la nena, la abrazaba fuerte y le acariciaba el cabello hasta que dieron el llamado.

Nain rápidamente se apartó de Casper y le sonrió.

—Despídete del nene, que este va a llorar antes que tú —dijo palmeando mi hombro, riéndose.

La nena me miró, no iba a disimular que estaba casi llorando por verla así, tan aterrada de subirse a un avión. Simplemente negué al ver como me sonreía, con esos nervios y los ojos llenos de lágrimas, la abracé.

—Cuídate mami, llama a la que hora que quieras... Envíame foto de lo que sea que estés haciendo por allá, siempre... A toda hora, que yo voy a responder, haz lo que tengas que hacer baby... Yo estaré trabajando pero, siempre pensando en ti, ¿okay? —le decía apretándola contra mi, no quería soltarla.

—Tú igual, siempre... —besó mi cuello, después me abrazó nuevamente y susurró—. Te amo, Omar...

Eso me llenó el corazón, sentí que pude respirar otra vez y casi entre llanto, respondí con la voz cortada.

—Te amo, mami.

Nos separamos un poco, Nain me miró a los ojos y después la besé, no iba a dejar que se fuera sin antes darle un beso.

—¡Eah, diablo! —soltó Casper.

La risita de Nain entre mis labios, fue preciosa. Aunque no dejó de besarme, sus manos fueron detrás de mi cabeza y yo la sostenía de la cintura, levantándola un poco hasta que una leve mordida, nos hizo separarnos y vernos nuevamente a los ojos.

—Ya me voy —dijo bajito.

Asentí sin poder decirle nada, ella miró a su hermano y después se dió la vuelta.

Fue alejándose, nosotros la vimos hasta que desapareció de entre tanta gente. Ella no miró atrás, solo se fue.

—La chamaquita vira pa’ acá en un mes —dijo Casper, yo seguí mirando por donde se había ido Nain—. Cuando ella vuelva, tú no la vas a reconocer... Va a ser otra, totalmente diferente a lo que viste to’ este tiempo, brother... Y si tú quieres seguir con ella, vas a tener que cortar relaciones con to’as las cueros y las cabronas de Fifty...

Lo miré.

—Te he visto papi, y si le rompes el corazón a la nena...

—Eso no va a pasar.

Se encogió de hombros y se fue, dejándome solo.