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En una casa demasiado típica se encontraban 3 mujeres desayunando aunque a la menor se le hacía un poco tarde para ir a su "adorado" trabajo, se estaba colocando los últimos detalles a su maquillaje cuando se despidió de sus familiares. Salió y a paso rápido tomó un taxi para llegar más rápido a su trabajo, la suerte estaba de su lado ya que su compañero de trabajo ya se encontraba atendiendo a los oficinistas que pasaban diario a la cafetería. Directamente se fue a la barra a realizar los pedidos cuando su amigo llegó diciendo:

-¡mujer! El de la mesa 2 dice que quiere hablar contigo~- respondió pícaro el pelinegro.

-¿conmigo? ¿Quien... es? - susurro lo último para ella misma, la cara de confusión se hizo presente y su amigo lo notó. 

-¿Quien es, chap? Desde la mañana está aquí y ya a venido unas cuantas veces, ¿Tienes admirador secreto~?- dijo alargando la "o" mientras veía al peliblanco -Debemos de admitir que es muuy guapo, joder mujer, ya ve a hablarle! Pobre hombre...- decía mientras secaba una taza y le daba un caderazo insistiendo a que fuera con él. 

-Mm... solo iré porque es un cliente, no porque este guapo- advirtió señalando a su compañero quien ya estaba haciendo caras ante sus palabras.

La rubia con todo el nervio del mundo se acercó a esa dichosa mesa mientras pensaba en que quería de ella ese extraño hombre.

-Buenos días, ¿en que puedo ayudarte, gojo?- dijo con una sonrisa mientras apretaba su libreta con nervios.

-¡Al fin! Te estaba buscando, seré directo. ¿Me das tu número?- dijo viéndola atraves de sus lentes.

Ima se quedó sorprendida unos cuantos segundos hasta que reacciono, no sabe que es pero él siempre la pone incomoda y que ahora venga directamente a pedirle su número la ponía peor.

-Jaja... emm.... bueno, sinceramente no le doy mi número a cualquiera, una disculpa...- sonría forzada mientras veía la cara del otro pasar de una alegre a una seria, un escalofrío sintió la rubia.

-bueno, ni modo! Hice lo que pude- decía mientras alzaba los hombros en forma de rendimiento mientras se paraba. -Hasta luego, Ima- pasó de largo mientras dejaba a la chica en un estado de shock.

La rubia sólo suspiro y pensó: "otro cliente menos... lastima" 

El día siguió normal, le contó lo que pasó con ese sujeto a su amigo. Él le contó las pequeñas situaciones que pasó mientras lo atendía, y quedaron en ya no contarle nada a ese tipo, si es que llega a preguntar.











A la hora de cerrar, como siempre tomaron diferentes caminos los dos compañeros. Pero esta vez la rubia no se quería separar de él, se sentía observada y no quería admitirlo con su compañero, así que a pasó apresurado tomo rumbo a su casa donde la esperaban su mamá y su abuela, iba pensando en cualquier cosa para distraerse de esa sensación hasta que llegó a la parada del bus. Sintió que alguien se ponía a su lado, su respiración se agitó y rezó para que llegara sana y salva a su casa, hasta que... sintió una mano grande en su hombro...




Volteaba lentamente hacia el dueño de aquella mano y se encontró con....





















Él...





















-¿Estas bien, Ima?- dijo quitando su mano del hombro con una mirada de preocupación. 

-¿Qué? ... Ah, si, creo- dijo tratando de recomponerse del pequeño pánico que sintió.

-¿Pasó algo? ¿Quieres agua?- mientras buscaba en la pequeña mochila que llevaba.

-Sí, por favor ¡uff! Que susto me diste, desde que acabo mi turno me puse como loca y pensé que me seguían jaja- una pequeña risita salio de ella con un tenue rubor en sus mejillas -Gracias, Gojo- dijo aceptando la botella de agua.

- De nada, si quieres te puedo acompañar hasta tu casa, digo, para que vayas más tranquila...- mencionó mientras veía a la rubia tomas de esa botella.

-Muchas gracias pero no quiero desviarte, se te hará tarde y me vas a preocupar más-

-Para nada, quiero acompañarte. Como disculpa por incomodarte hoy- decía levemente apenado.

-¿Siempre te disculpas? Acepto que me acompañes solo con que ya no te disculpes por cosas simples, ¿okay?- le dijo con una sonrisa amistosa mientras que el otro solamente la veía con más amor y asentía emocionado.

Y así esperaron el bus mientras platicaban de cosas cotidianas, caminaron hasta la casa de la rubia y ya en la puerta se despidió la rubia mientras intercambiaban números para saber si había llegado bien el mayor. Con una sonrisa y actitud diferente hacia él, Ima se acercó para darle un pequeño abrazo y un leve beso en la mejilla mientras se separaba el albino solo se quedó muy impactado reacciono al ver a la rubia despedirse moviendo la mano, acto que él también copió y se dio la vuelta para ir a su casa...





















El plan de Satoru Gojo, esta funcionando. 
























༘˚⋆𐙚。⋆𖦹.✧˚
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"𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐦í"  ꜱᴀᴛᴏʀᴜ ɢᴏᴊᴏ x ᴏᴄᴄ - ʏᴀɴᴅᴇʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora