POV : Rindou- oye asumí...-dije tímido viendo a la chica- te gusta alguien?-mi vista estaba en ella.
- si, me gusta alguien- tenía una sonrisa.
- ¿puedo saber quién es? Digo...como amigos tengo que saber -sonreí con esperanza de que dijera mi nombre.
- te lo dire, pero no le vallas a decir—se puso pensativa- el chico que me gusta es madarame.
Quedé en shock al escuchar lo que esta dijo, como podía gustarle shion, era mucho mejor que el en muchos sentidos.
- ¿Te gusta mandarme? - evite sonar celoso.
- Si, desde que lo miré me gustó...¿y a ti?, ¿quien te gusta?- se meció en el columpio.
-me gusta alguien...tu no la conoces-me levanté del columpio- vamos te iré a dejar a casa...
-Está bien -se levantó pegándose a mi brazo.
Seguía molesto por lo que está había dicho, trataba de sonar normal pero mis celos eran enfermizos.
La dejé en su casa y me dirigí a mi casa la cual era la más grande del vecindario, era hijo de un yakuza por lo que todos en el vecindario me temían.
Al entrar a mi casa todos ya estaban dormidos, a excepción de ran el cual golpeaba a uno de los hombres de Papá.
- ¿Porque lo golpeas?- me dirigí a la cocina.
- hizo ruido mientras dormía- dijo molesto terminando de golpear al hombre- y tú dónde estabas?
- estaba con asumí-saqué un botellón de agua del refrigerador- a que no sabes lo que me dijo.
- ¿que te dijo? - se acercó a mi con los brazos cruzados - ¿ Ya son novios ?
-Claro que no, me dijo que le gusta madarame -tome de la botella de agua.
- Que asco...como puede gustarle mandarme..pensé que le gustabas tú.
- yo también pensé lo mismo, pero a ella le gusta madarame -deje la botella de agua y empecé a quitarme el abrigo.
- Bueno, tal vez otro día estarás de suerte, ¿que piensas hacer ahora?
- No lo se..ella me gusta desde que éramos pequeños - solté u suspiro pesado - no descansaré hasta tener su amor...
- aunque siéndote sincero, dudo que tengas oportunidad es la más linda de la escuela, todos los chicos quieren salir con ella, solo te trata como un amigo, ríndete...—se dirigió a las escaleras.
- No me rendiré, no aún...-mi vista se perdió en mi próximo plan.
POV : T/n
Eran las 5 de la mañana, me levanté de la cama dirigiéndome al baño, al entrar a este empecé a cepillarme los dientes.
Entre a la ducha empezando a bañarme, salí de la ducha con una toalla al rededor de mi cuerpo.
busqué mi ropa con la que hacía ejercicio una vez la encontré empecé a vestirme.
Una vez estuve preparada salí de mi habitación, bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, empecé a hacerme el desayuno mientras tomaba un té verde.
Una vez mi comida estuvo lista empecé a comer, sin más recordaba había un gym cerca del vecindario. Terminé de comer y lave los platos que ensucié.
Tome un poco de dinero de mis ahorros, unos audífonos los cuales conecté a mi teléfono, me puse los audífonos y salí de mi casa trotando.
En camino noté al mismo chico de ayer, pero esta vez estaba con un chico de cabello rubio con un tatuaje notable y el otro techo tenía una cicatriz en la cara.
No les presté atención y llegué al gimnasio el cual era muy lindo, me acerqué al mostrador pagando una tarjeta con la cual podría entrar.
Al entrar al gimnasio, habían varias personas haciendo ejercicio, empecé a calentar mientras escuchaba música en mis audífonos.
Deje de calentar y empecé a hacer ejercicio, mientras hacía ejercicio puede notar que los chicos de hace un rato entraron al gimnasio, el chico rubio con tatuaje me sonrío coqueto y detrás de él apareció la chica de ayer.
Estos empezaron a hacer ejercicio cerca de mi, no les presté atención y seguí con mi rutina de abdomen.
Narradora :
- oye madarame, me ayudas con las pesas es que pesan mucho y no puedo -dijo la chica con una voz muy diferente a la de ayer.
- claro asumí - dijo Coqueto poniendo detrás de ella- mira esa así.
Estos empezaron a hacer sentadillas, podias notar que el chico de cabello rubio con mechones azules molesto, dejó de verlos para verte a ti, rápidamente apartaste la vista de este y seguísge haciendo ejercicio.
- Gracias madarame, eres tan amable- dijo haciendo una sentadilla.
- no hay de que linda, sabes puedo ayudarte en lo que sea-sonó coqueto.
Miraste la hora en tu celular y aún tenías tiempo para una media hora más, te quitaste la sudadera que traías puesta dejando a la vista tú buen cuerpo, lo que noto madarame este dejó de Ayudar a asumí para acercarse a ti.
- Hola linda, ¿necesitas ayuda con esas pesas?-sonó coqueto mientras veía tu buen cuerpo, fue ignorado ya que no escuchabas por tus audífonos.
- oye, tú no me estabas ayudando a mi?-dijo molesta mirándote mal - No puede ser, es la chica de ayer.
- Quien es ella?, nunca la había visto - habló Kakucho mientras te veía.
- porque no respondes nena, acaso tú silencio es un si?—se puso detrás de ti rodeando tu cintura a lo que te asustaste.
- ¡oye!- gritaste molesta quitándote los audífonos- ¡que carajos te pasa!- te volteaste molesta.
- pensé que una damisela como tú necesitaba ayud-no termino de hablar ya que le diste una bofetada lo que causo que tomara su rostro.
- Escucha, no vuelvas a tocarme de esa manera- hablaste molesta tomando tu sudadera.
- Oye que diablos te pasa, sabes quién es madarame hija de perra?—hablo la chica molesta.
- No lo sé, y ni me entereza no vuelvas a hablarme de esa manera —sin más te fuiste del lugar.
- ósea ¿que le pasa a esta?-se acercó a madarame- estas bien?
Este empezó a reír - así me gustan, difíciles y rudas - dijo tomado su mejilla - ¿quien es esa chica?
- es nuestra nueva vecina, vive delante de mi casa- dejó las pesas en el suelo.
- tengo que tener su número, tiene un cuerpo sexy - sobo su mejilla- tal vez sea porque es extranjera.
- te acaban de golpear y aún así no aprendes- dijo Kakucho dejando las pesas.
- me gusta, su físico es hermoso, ¿viste sus ojos? Uff esos ojos claros enamoran—habló coqueto.
- Bueno, sigamos haciendo ejercicio, recuerden que tenemos que ir a la escuela- se escuchaba molesta.
- Si, sigamos...-habló Rindou mientras pensaba en lo sucedido.
- Me gusta, es diferente...- habló shion y tomó unas pesas haciendo ejercicio.
- Te gusta como un jugo oh como algo más sentimental? - preguntó asumí con notoria molestia.
- algo más sentimental, una mujer así es la necesito -respondió a asumí la cual se sintió molesta.
Estos seguían haciendo ejercicio, pero a uno de ellos hacía planes en su mente los cuales le ayudarían mucho.