Extras II - Gakushū Asano

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— Mamá, ¿por qué papá no sale de su oficina?, quiero jugar con él — Un Gakushū de cuatro años se encontraba agarrado a la falda de su madre, estando detrás de ella mientras veía la gran puerta frente a él.

— Gakushū, cariño, tu padre quiere estar solo en este momento — Su voz suave, pero con un tono preocupado.

No quería que su hijo escuchara lo que no debía.

— Pero no tiene que estar solo, yo puedo estar con él — Como era normal en los niños, su inocencia y la falta de conocimiento no los hacia ver bien el panorama completo.

Su madre lo tomó de la mano.

— Vamos, hijo. Yo jugaré contigo —.

~ • ~

Con cuidado, posó su oído contra la puerta de la oficina de su padre, una nueva discusión estaba surgiendo, su madre siendo una de las partes en discusión.

— ¡Gakuhō, él sólo quiere pasar tiempo contigo! —.

— Eso sólo lo ablandará, necesita dejar de distraerse con esas cosas. Como mi hijo, sólo espero que él pueda seguir mis pasos, no puedo permitirme que mi hijo sea alguien débil — Defendió su ideal con seguridad.

— ¡Es un niño! —.

~ • ~

— Papá... f–feliz navidad... —.

Con inseguridad, Gakushū le pasó una pequeña caja forrada a mano por él mismo, lo que daba explicar algunos lados mal arreglados y el lazo un poco flojo. Adentro de la caja, un dibujo que él mismo había hecho, acompañado de una barra de chocolate. Lo único que un niño podía costearse con su edad.

Esperó todo, hasta el rechazo del regalo, a un regaño de su padre por estar perdiendo el tiempo en algo tan banal como la navidad.

La casa ni siquiera estaba decorada.

Para su sorpresa, lo que recibió fue una palmada en su cabeza.

— Feliz navidad, Gakushū —.

~ • ~

— Mamá... ¿quién es Ikeda? —.

— Gakushū, ¿en dónde escuchaste ese nombre? — Su madre preguntó con preocupación como seriedad.

— Ayer en su oficina... escuché a papá decir ese nombre... decía que lo extrañaba, ¿quién es Ikeda?, ¿por qué papá lo extraña? — Volvió a insistir, en sus manos un pequeño conejo de felpa que su padre le había regalado la navidad pasada, y que no lo había soltado desde entonces, podría ser el único regalo que podría recibir.

Algo valioso.

~ • ~

— Director, tengo los papeles que pidió — No se molestó en pedir permiso para entrar, abriendo la puerta de la oficina de su padre, para su sorpresa, su padre no estaba presente — ¿Estará con algún directivo? — Se encogió de hombros.

Suspiró mientras se acercaba al escritorio, dejando los papeles en la mesa, cuando su mirada se desvío a dos marcos en el lugar.

Uno con la foto de tres niños, los antiguos estudiantes de su padre. Sin embargo, en el segundo marco, se encontraba el dibujo mal hecho de un niño, donde aparecía una pareja y un niño tomados de la mano.

El regalo a su padre hacía varios años.

Una suave sonrisa apareció en su rostro, retirándose en silencio de la oficina.

Me sorprende que aún lo tenga —.

~ • ~

— Asano —.

— Padre... —.

— Asano... ¿qué fue lo que estaba sucediendo contigo y Akabane? — Cuestionó con seriedad, juntando sus manos sobre el escritorio.

Gakushū no respondió, sus mejillas rojas de vergüenza mientras veía a otro lado.

Debió de tener más cuidado.

— Bien, suponiendo tu silencio, espero que sepas lo que estabas haciendo — Guardó silencio por un momento, replanteando sus siguientes palabras — Al menos dime algo, ¿usaron protección o tengo que esperar tu domingo 7? —.

— ¡Padre! —.

Gakuhō sonrió divertido, su esposa tenía razón.

Gakushū se avergonzaba fácil.

~ • ~

— Así que ya le tomaste gusto a esta ropa, ¿eh? — Sakakibara sonrió mientras le daba un suave codazo a Gakushū — Quién diría que el hijo del director tomaría estos tipos de gustos — Bromeó con diversión.

— Guarda silencio — Masculló con sus mejillas levemente ruborizadas — No es por gusto, Karma simplemente me pidió... que probara algo más — Admitió.

— Pero pudiste negarte, y aquí estás —.

— Callad —.

~ • ~

— Padre... quería hablar contigo sobre algo —.

— ¿Qué sucede, Asano–kun? — Su padre apartó su mirada de los documentos, observando a su hijo, ahora un adulto joven que iba en la universidad.

— Hm... Karma me pidió matrimonio — Dijo rápidamente.

Gakushū en respuesta, sólo escuchó a alguien caer al suelo.

— ¡Padre! —.

Amor en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora