P 7

5 2 0
                                    



Era una tarde gris y silenciosa cuando Jungkook llegó a la cerca, con su corazón latiendo con fuerza. Había pasado toda la mañana buscando a su padre sin éxito, preguntando a otros prisioneros, recorriendo cada rincón del campamento al que tenía acceso. Pero no había ninguna señal de él, como si hubiera desaparecido en el aire. El miedo se apoderaba de él con cada minuto que pasaba, un miedo tan intenso que casi no podía respirar.

Cuando vio a Taehyung esperándolo al otro lado de la cerca, una chispa de esperanza se encendió en su interior. Tal vez Taehyung tendría alguna idea, alguna forma de ayudarlo a encontrar a su padre. Pero cuando llegó a su lado, esa esperanza se desvaneció al ver la expresión sombría en el rostro de su amigo.

"Tae, no encuentro a mi papá", dijo Jungkook, con la voz temblorosa y llena de angustia. "Nadie sabe dónde está. Tengo miedo de que... de que algo malo le haya pasado."

Taehyung apretó los barrotes de la cerca, sintiendo el dolor de Jungkook como si fuera suyo. Quería consolar a su amigo, decirle que todo estaría bien, pero las palabras se le quedaban atascadas en la garganta. Sabía que lo que tenía que decirle a Jungkook solo empeoraría las cosas.

"Jungkook, hay algo que necesito decirte", comenzó Taehyung, su voz apenas un susurro. Miró a su amigo, y vio el miedo en sus ojos, lo cual hizo que se sintiera aún más impotente.

"¿Qué pasa, Tae?" preguntó Jungkook, el miedo en su voz volviéndose más palpable al ver la expresión de Taehyung.

"Mi mamá... ella se enteró de que he estado viniendo aquí a verte", dijo Taehyung, sintiendo un nudo en el estómago. "Alguien nos vio y se lo contó. Y ahora... ahora dice que tenemos que irnos."

Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par, llenos de incredulidad y miedo. "¿Irte? ¿A dónde?"

"No lo sé", respondió Taehyung, con lágrimas acumulándose en sus ojos. "Pero ella dice que no podemos quedarnos aquí. Dice que... que no es seguro porque... porque tú eres judío."

Las palabras se sintieron como un golpe para Jungkook, dejándolo sin aliento. "Pero... pero somos amigos, Tae. No puedes irte. No ahora."

Taehyung sintió su corazón romperse al ver el dolor en los ojos de Jungkook. "Lo siento, Jungkook. No quiero irme. No quiero dejarte, pero no tengo opción."

Jungkook apartó la mirada, tratando de contener las lágrimas. Su padre estaba desaparecido, y ahora, su único amigo también estaba a punto de irse. Era demasiado. No podía soportar tanto dolor.

Pero entonces, una idea desesperada comenzó a formarse en la mente de Taehyung. Sabía que lo que estaba pensando era peligroso, pero no podía dejar que su amigo se quedara solo en ese lugar, no sin hacer todo lo posible para ayudarlo.

"Jungkook, escúchame", dijo Taehyung de repente, su voz firme. "¿Tienes alguna prenda extra? Algo que pueda usar para disfrazarme."

Jungkook lo miró confundido. "¿Disfrazarte? ¿Para qué?"

"Voy a entrar en el campamento", respondió Taehyung, sin dudar. "Voy a ayudarte a buscar a tu papá. Si me prestas una de esas pijamas de rayas, puedo intentar pasar desapercibido."

El rostro de Jungkook se llenó de horror al escuchar el plan de Taehyung. "¡No, Tae! Es demasiado peligroso. Si te atrapan, podrías... podrías ser herido, o algo peor."

"Lo sé, pero no puedo dejarte así, Jungkook", insistió Taehyung, con una determinación inquebrantable en su voz. "No puedo irme sabiendo que tu papá podría estar en peligro. Necesito hacer esto, por ti."

Jungkook dudó, su mente dividida entre el miedo de perder a Taehyung y la desesperada necesidad de encontrar a su padre. Finalmente, con un temblor en las manos, sacó una pequeña prenda de rayas que había estado escondiendo bajo su propia ropa.

"Está bien, Tae", dijo Jungkook, su voz rota. "Pero por favor, ten cuidado. No quiero perderte también."

Taehyung tomó la prenda y la sostuvo en sus manos, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que lo que estaba a punto de hacer era extremadamente peligroso, pero el miedo en los ojos de Jungkook le daba el valor que necesitaba.

"Volveré, Jungkook. Y cuando lo haga, será con tu papá", prometió Taehyung, intentando sonar más seguro de lo que se sentía.

Con esa promesa hecha, Taehyung se apartó de la cerca y se dirigió a un rincón más oculto donde se cambió rápidamente, poniéndose la pijama de rayas. Se sentía extraño llevar esa ropa, como si estuviera entrando en un mundo completamente ajeno, pero sabía que era la única manera de ayudar a su amigo.

Jungkook lo miraba con ojos llenos de temor y esperanza, deseando con todas sus fuerzas que Taehyung lograra su cometido y regresara a salvo.

"Tae... gracias", susurró Jungkook, sin poder evitar que una lágrima cayera por su mejilla.

Taehyung le dedicó una última mirada, tratando de grabar la imagen de su amigo en su memoria antes de girarse y comenzar a caminar hacia la entrada del campamento, su corazón lleno de miedo, pero también de una feroz determinación.

Cruzó el umbral hacia el campamento con el pulso acelerado, sus sentidos en alerta máxima. Sabía que no tenía mucho tiempo antes de que alguien notara que era un extraño en ese lugar. Pero mientras avanzaba, buscando cualquier señal del padre de Jungkook, sabía que había tomado la decisión correcta. Porque, aunque era peligroso, no podía dejar que su amigo enfrentara ese dolor solo.

Mientras tanto, Jungkook se quedó junto a la cerca, su corazón latiendo en su pecho como un tambor. Rezaba en silencio para que su padre estuviera bien, para que Taehyung pudiera encontrarlo y regresar a salvo. Era todo lo que podía hacer en ese momento: esperar, rezar, y aferrarse a la esperanza de que no lo perdería todo.

El niño de la pijama de rayas. (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora