Capitulo cincuenta y cuatro.

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Maldigo hasta el último de los ancestros de Marcus.

Justo ahora me encuentro caminando con Marcus, Williams, Juan, Kamillo, la loba de antes que me enteré que se llama Hana, y todos ellos van a las mazmorras de la manada MoonFire.

Lamentablemente no salí ilesa de el sótano ya que antes de salir Marcus se encargó de hacerme una "despedida"
F por mi cuello.

Suspiro en el puente donde divide el bosque con la manada y me giro en mis pasos.
Para encontrarme con que ese simple gesto puso alerta a todos.

Miro las armas que sostiene Marcus y las comparo con las que tiene Kamillo.
Vaya, si que me tienen atrapada.

-Los Vampiros no pueden pasar a la manada — digo en un principio pero luego me corrijo — al menos no todos.

-Juan, Williams. Vayan ustedes — dice Marcus entendiendo mi indirecta de que es solo el quien no puede entrar — pero ni una sola palabra.

-Entendido — dicen ambos al unisonido.

-Hana, quédate a hacerle compañía al cascarrabias. Nos vemos a la luna llena — dice Kamillo frotando el cabello de la menor.

-Si Alpha.

Dicho eso empezamos nuestro andar.

Decir que estaba avergonzada no llegaba ni a mia tobillos.
Justo ahora quiero ser atravesada con verbena.

Bajo la cabeza cuando miro a Phelan. Este me miro por unos instantes en shock antes de acercarse.

Hijo del carajo.
Siempre intentando ayudar.

-Buenas noches — dice Phelan poniendo su sonrisa más hipócrita.

-Buenas noches Phelan, tiempo sin verte — dice Kamillo — ¿Qué hay de nuevo?

-Nada interesantes. ¿Y a usted? ¿Qué lo trae por aquí?

-Es confidencial. Vamos camino a las mazmorras, ¿Nos acompañas?

-Es un honor Alpha — dice parándose a mi lado y entrelazando su brazo con el mio — Katherine — me dice a modo saludo y empieza a caminar.

Qué haría yo sin este chico.

★ † ★ † ★ †

Finalmente en las mazmorras ya estábamos frente a la celda de Joseph.
Aunque este estaba desmayado.

-Matias se pasó con la mano — murmuro al ver el frasco de veneno vacío.

-Si pero está bien, va a despertar.

-Katherine... — murmura Juan. Pero Williams lo corta con una mirada.

-Hay algo importante de lo que debemos hablar.

-¿Sobre qué? — decimos Phelan y yo al mismo tiempo.

-Sobre las traicion de Joseph hacia Marcus — dice Williams.

-¿Traición?

-Joseph traicionó a Marcus para intentar venir por tí.

-Resulta que Marcus tiene una guerra auto-proclamada con las brujas grises. Y Joseph fue a la casa de la bruja que Marcus más odiaba para que le encantara un anillo que te iba a dar.

-¿Un.... anillo verde esmeralda? — pregunto siendo consiente de la caja en mi bolsillo.

-Si. Ese anillo le iba a dar una segunda vida a Joseph. — me sigue explicando Williams — el contaba con ponerse el anillo y cuando Marcus lo matará, Juan debía dártelo a tí.

-¿Porque a mí? — mientras más escuchaba, más culpable me empezaba a sentir.

-Porque el compa aún tiene los huevos para pensar que lo quieres.

-Juan cállate. Pero si, es exactamente eso. — Williams toma su tiempo y sigue — con el anillo Joseph quedaría de alguna manera vinculado a ti.

-¿Cómo así?

-Sabria donde estas como si fuera una intuición. Claro, esto después de volver a la vida.

-¿Y cuánto tiempo es eso?

-3 días, el 3 del primer mes después.

Me tomo un momento para analizar todo lo que Williams me a dicho.

Mierda.
Y yo haciendo sufrir a Joseph.

-Katherine, Marcus quiere matar a Joseph, por favor no lo dejes — me dice Juan tomándome los hombros — vete a New York con Kamillo a esconderte con Joseph.

-Pero...

-Por favor Katherine, esto es todo lo que te pedimos.

Suspiro y asiento.
Si debemos jugar a los fugitivos así será.

-Tranquila diamantitos, mi manada es buena con los Vampiros.

-Soy híbrida — le recuerdo.

-Me da igual.

Resoplo y me cruzo de brazos.
Aún hay algo en este tipo que me resulta conocido.

Sin decir nada mas le quito las llaves de la celda a Phelan y empiezo a quitarle los grilletes a Joseph.

En este momento puedo apreciar las multiples heridas en el cuerpo de Joseph.
Se me resulta extraño ver qué no a podido regenerarse.

Cuando ya está totalmente suelto se tambalea un poco antes de que yo lo tome entre mis brazos.

-Que lindo el amor — murmura Phelan.

Yo ruedo los ojos y me concentro en intentar despertar a el Vampiro que está más muerto que vivo.

Hablando de mala manera.

Me preparo mentalmente y procedo a hacer la segunda cosa que se que no podré olvidar.

Muerdo el cuello de Joseph y empiezo a succionar el veneno que se le a aplicado.

Es raro el sabor que tiene está cosa mezclado con la sangre de Joseph.

Mientras succionó y escupo el veneno me tomo mi tiempo para evitar las arcadas de asco que me da esta cosa.

Finalmente creo que está más o menos limpio de veneno y me dispongo a despertarlo.
Pero Juan se me adelanta.

El vampiro toma los hombros de Joseph y lo sacude con tal fuerza que este es obligado a despertar histérico.

Al principio parece intentar apartarse de nosotros pero luego se calma un poco.

-Juan — lo saluda Joseph llevándose la mano al cuello, bien creo que si le dolió.

-¡Amigo! Pensé que te ibas a ir al más allá — le bromea Juan — ¿Qué tal?

-Un poco aturdido — responde Joseph paseando su mirada por toda la mazmorras. Creo que se siente inseguro aquí.

-¿Nos vamos? — propone Kamillo. En ese momento es que finalmente me levanto del suelo y me limpio la boca ya que podia oler la sangre de Joseph.

-Si, vámonos.

-Katherine... — me mira Joseph. Al parecer no se había percatado de mi presencia.

-Si, toma — le entrego el anillo — sabes que siempre cumplo — no digo mas y me voy al depósito de la mazmorras para tomar armas.

Si vamos a jugar a los fugitivos, será con mis reglas...

En medio del caos⅓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora