Prólogo:La luna y el sol.

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"Solo quiero volver al pasado en donde era feliz y no tenía responsabilidades, deseo tenerte en mis brazos y volver a el día en donde todo sucumbió para volver a sentirte, porque te extraño y más por lo que paso entre nosotros dos".

Suguru Geto.

En este mundo se divide por jerarquías, los alfas son los que están en la cima de la pirámide siempre son representados como altos, fuertes y que tienen las mejores oportunidades e incluso son vistos como celebridades. En cambio, los omegas son los seres tiernos y angelicales su puesto en la jerarquía es el engendrar o si lo desea ser modelo o actor, pero son trabajos fáciles para seres frágiles y como ultimo los betas que son la mayoría que existen en el mundo, tienen vidas normales al igual que trabajos bastante comunes. Siempre creí que tuve suerte de nacer como alfa, pero aun así después de todo lo que paso con el recipiente del plasma estelar... o mejor dicho con riko-chan... mi perspectiva cambio demasiado, me odio a mí mismo, a mi debilidad... en lo que pude haber hecho por ella, pero sobre todo odio o mejor dicho aborrezco a los betas. El cómo ellos siendo tan débiles pueden superar lo que un alfa por derecho tiene, aunque también me culpan de no haber logrado salvar al recipiente como me critican por nacer de una pareja de betas y ser un alfa.

Siempre es Geto, el más responsable, vayan con él para poder encontrar a Gojo, no nos decepciones y así la lista sigue, pero en fin lo único bueno de todo lo que paso es que satoru ahora es el más fuerte o bueno dicen que es lo único aceptable en todo este lio que paso. Aunque para mi todo es una mierda para que piensen que con que el haga todo va a resolver la vida, él es más que una máquina que acepta misiones, es mi mejor amigo o tal vez algo más que eso.

Septiembre 2007, 5:00 am.

-Ya esta amaneciendo...- mencionaba el pelinegro mientras estaba sentado en su cama con la ventana abierta mientras sostenía un cigarrillo con sus dedos, desde hace mucho tiempo que no duerme bien por las pesadillas que tiene desde aquel fatídico día en el que no solo perdió una amiga, sino que también su estabilidad mental fue decayendo con el pasar del tiempo.

Mientras el pelinegro estaba en su dormitorio el ruido de su teléfono lo alejo de sus pensamientos pesimistas, lo sostiene y lo abre para ver quien le envió un mensaje a esta hora que era muy temprano para que lo estén molestando – otra vez satoru- levemente reía porque en todo lo malo satoru, era el único que mantenía cuerdo con la poca cordura que tenía.

Mensaje de satoru: ¡¡¡¡¡suguru!!!!! ¡¡Despierta dormilón!!, ya es de mañana y deseo verte al menos antes de irme a una misión, por favor... hazlo por mi *emoji triste*

Suguru se ríe levemente mientras apaga su cigarrillo y se levanta de su cama, solo tenía puesto su pantalón deportivo por lo que se viste con una camisa blanca algo larga y aunque le dolían sus ojos por no dormir casi nada en estos días el iba al llamado de satoru, ellos dos eran alfas, pero lo que los diferenciaba es que satoru era un alfa dominante alguien que contaba con bastante prestigio entre todos.

Sale de su dormitorio y camina por el campus de la escuela hasta le entrada de las escaleras, por un momento se detiene para ver a satoru, al principio se odiaban a muerte cuando se conocieron en su ingreso a la escuela de hechicería metropolitana de Tokio, cuando llego junto a satoru se miraron mutuamente sonriendo como si fueran los únicos del mundo en este momento.

-Suguru, no te vez bien como la otra vez que nos vimos cuando practicaba mi técnica maldita con shoko- satoru estaba levemente preocupado viendo a suguru, lo conocía bien como para saber que algo pasaba por eso volvió a insistir por segunda vez, aunque respetaría si no le quería decir lo que le pasaba.

-No es nada, solo me quede despierto leyendo como siempre- suguru desvió la preocupación de satoru, aunque sabía que estaba mal el mentirle no quería preocuparlo demasiado porque el albino iba a ir en una misión importante bastante alejado de Tokio. -Mejor me cuentas sobre tu misión, me dijiste que está bastante lejos, ¿No?

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