Agonizando se encontraba el actual rey Aegon II Targaryen, envenenado por su propia gente, lo mas curioso que en su agonía no tenia deseos de vivir, a estas alturas para que pensaba el joven rey, no tenía a nadie, sus hermanos, sus hijos, su madre...
EL MAS LARGO HASTA AHORA EL CAPÍTULO 14 ME QUEDO MAS LARGO :V
En medio de la preparación para la cena, de repente se escucharon gritos y los sirvientes comenzaron a correr de un lado a otro, lo que hizo que el joven Aegon saliera de su habitación para averiguar qué estaba ocurriendo.
—¿Qué pasa? ¿Por qué este alboroto? —preguntó Aegon a uno de sus guardias, que estaba encargado de vigilar su puerta.
—Mi príncipe, al parecer ha habido un incendio en los establos. Están tratando de apagarlo —respondió el guardia.
Aegon quedó sorprendido. ¿Qué estaba ocurriendo? Todo parecía cambiar de repente. ¿Significaba esto que Ser Harwin estaba allí? Con la preocupación aumentando, Aegon salió corriendo hacia los establos. No quería que Ser Harwin muriera. Aunque le costara aceptarlo, durante todos estos años, el caballero siempre había estado a su lado y era el único capaz de calmarlo. Al llegar, Aegon observó cómo varios guardias intentaban apagar el fuego. Notó a Ser Criston parado allí sin hacer nada, lo que lo enfureció. Se acercó a él y lo tumbó al suelo, poniéndose encima de él mientras comenzaba a reclamar.
—¡¿Qué demonios haces?! ¡Todos están intentando apagar el fuego, intentando entrar para sacar a los que están adentro y tú te quedas sin hacer nada?! —gritó Aegon con furia, sorprendiendo al caballero con el tono de su voz y el hecho de que lo había derribado al suelo. Ser Criston, enfadado, se levantó, empujó al príncipe a un lado y lo agarró del brazo para acercarlo a él.
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—Solo sigo las órdenes de mi reina. Agradece que con sus muertes estarás más cerca del trono —mencionó Ser Criston en un susurro al joven príncipe.
¿Sus muertes? ¿Entonces no es solo Ser Harwin? ¿Quién más estaba allí? ¿A quién más había ordenado matar su madre? Diversos pensamientos inundaron la mente de Aegon. Temeroso, se soltó del agarre del caballero e intentó entrar también a los establos, pero fue detenido por los demás guardias.
-. ¡Mi príncipe es peligroso! - mencionaban los guardias intentando retener al adolescente, de repente mas gritos se escucharon, su hermana había llegado y con ella estaban los reyes con sus hermanos y sobrinos, aprovechando la interrupción golpeo a uno de los guardias entrando al incendio.
—¡Aegon! ¿Qué demonios haces? —gritó su madre al ver a su hijo mayor corriendo hacia el establo en llamas.
—¡Tío! —gritaba Jacaerys, intentando seguir a su tío, pero siendo retenido por su madre.
—¡Hermano! ¡Sal! ¡Por favor! —clamaba su hermano menor, aterrorizado por la posibilidad de que Aegon resultara herido o, peor aún, no saliera.
El caos se desató: gritos por doquier, guardias tratando de contener a los príncipes para que no entraran también, y la princesa exigiendo que sacaran a los demás del interior.
