𝟐𝟎'𝖘 Tʀᴀɴsɪᴛɪᴏɴ

M.

Volví a recordar 
tu ligera voz, 
esa sublime risa 
que no se compara a ninguna. 

Escuché la canción 
que me recuerda a ti. 
Tal vez, no debí, 
pero aún sigo aquí, 
pensando en ti. 

Dije que me gustaba el rojo, 
pero no tanto 
como tus ojos cafés 
en otoño. 

Es septiembre 
y aún tengo las dudas de siempre. 
Mantienes a mi mente 
en llamas ardientes. 

Dime cómo se sentiría 
regocijarse en tu regazo, 
sentir caricias despacio. 

Medianoche, todos están en festividad, 
y yo sigo pensando en quién serás. 
Empecé a hablar tan fuerte, 
como si fueras a escuchar 
alguna parte de mi corazón latente. 

Septiembre, 
sigo cruzando la misma calle, 
tal vez quiero que me ames, 
pero tu disponibilidad 
solo está hecha para ti. 
Es por eso que no paro de pensar en ti. 

Vamos a contar chistes de gatos, 
porque aún sigo disponible, 
esperando a que digas: 
"Disculpa, necesito un repartidor 
de medio contrato. 
¿Aceptas el trato?" 

Septiembre, 
estoy algo melancólica, 
pero no inherente 
al lado oscuro de mi mente. 

Toda probabilidad 
hace manifiesto de oposición: 
tierra y fuego 
jamás fueron amigos 
y mucho menos amantes. 

Septiembre, 
estoy volviendo a mirar hacia arriba, 
mezclando tu risa 
con tu bella sonrisa. 

Hay algo de misterio, 
o es esa locura en exceso. 

Septiembre, 
miré a tu hermano, 
y recordé lo doloroso 
que es no estar a tu lado. 

Mis amigos son el testimonio 
de tu sombra sin rostro. 
Tu nombre suena a margaritas, 
no hay duda en lo que habitas. 

Septiembre, 
ocupo todo, pero sigo aquí. 
Mundos distantes, pero sigo aquí. 
Volteo hacia atrás, pero sigo aquí. 

No he vuelto a soñar, 
pero sí que los eufemismos 
me han enseñado tanto 
para entender la discreción y el tacto. 

Septiembre, 
porque tal vez nunca lo entiendas, 
o la distancia aún me aleja, 
o son tus ojos y mis latidos 
los que me aterran. 

Temblando con un toque invisible, 
cantando sobre lo imposible, 
escribiendo indirectamente tu nombre, 
vaya mierda, 
de septiembre. 

-M-