cap. 52

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Último día en Roma, todo había sido peculiarmente mágico, estaba siendo tan feliz que se sentía irreal

—¿Qué estamos haciendo?.— cuestioné cuando Aldo me llevaba de la mano

—Por fin llegamos a la cita que te prometí.— avisó

Nos detuvimos en un parque con un césped con una tonalidad verde brillante, el clima era perfecto y vi como se sentó así que imité su acción

—¿Cita sentados en el césped?.— pregunté riendo

—Pensé en prepararte un pícnic o algo así, pero era bastante cursi.— explicó soltando un pequeño suspiro —Además no podría comprar las cosas sin que te dieras cuenta y eso arruinaría la sorpresa.—

—Me conformo con estar juntos ahora.— sonreí recargando mi cabeza en su hombro —Esto es especial, creo que aquí tenemos una increíble vista del cielo y si somos atentos podremos ver el atardecer.—

—Creo que aún falta para el atardecer.— sonrió también sin moverse para que yo permaneciera recargada —Aunque no me quejaré si eso me hace tenerte así de cerca.—

Hubo un pequeño silencio que duró algunos minutos, el ruido de nuestro al rededor nos invadía y por alguna razón eso era sumamente perfecto

—No quiero que estas vacaciones se acaben.— solté —Quiero quedarme aquí por siempre.—

—Tenemos que regresar mañana.— recordó y soltó un suspiro —Yo tengo unos compromisos pendientes y tú tienes que liderar tu equipo de baile, tenemos bastantes cosas que hacer, pero al menos hacemos lo que amamos y estamos juntos.—

—Es raro escucharte hablar así.— me burlé un poco —Aunque tienes razón, nada podría arruinar este momento.—

No me importaba el futuro, estaba bastante feliz observando el hermoso cielo de Roma junto al que podría considerar el amor de mi vida, no estaba lista para imaginar un momento sin él









(.....)

Paseábamos por las frías y oscuras calles de aquella ciudad, ambos comíamos un helado a pesar del clima, por alguna razón se nos había hecho buena idea hacer esta situación lo más fría posible

—Ahora tendremos más tiempo para estar juntos, ¿no te parece emocionante?.— cuestioné feliz mientras caminaba de reversa para mantener mi mirada en él —Ya no más entrenamientos, no más ensayos hasta tarde.—

—Es algo que me parece normal.— exclamó riendo

—Para mí es especial, ahora que somos una pareja pública creo que me siento con más libertad de expresar mis emociones.— dije —Quiero que estemos juntos el mayor tiempo posible.—

—Me da miedo tu obsesión por mí, no sé que amarre te hice, pero me funcionó.— soltó y agarró mi mano para detenerme —Camina viendo hacia adelante, puedes chocar con algo.—

—No necesito que me cuides tanto.— me burlé, pero le hice caso

Seguimos caminando juntos, yo terminé mi helado primero, pero él me dio el suyo para que lo terminara

—Hay algo que jamás te pregunté.— habló de repente y lo miré —¿Qué harías si el mundo se terminara mañana?.—

—Llorar porque me voy a morir sin haber hecho lo que pensaba que llegaría a hacer.— dije sin pensarlo mucho

—No sé por qué me esperaba otra respuesta.— empezó a reír

—¿Cuál?.— cuestioné intrigada

—Algo cursi como "Si mañana fuera el fin del mundo iría a buscarte".— intentó imitar mi voz —Pero me conformo con eso.—

—¿Por qué te buscaría? Estoy segura de que estaríamos juntos.— conté —Creo que es una pregunta bastante profunda para este momento de nuestra relación, aunque es bastante divertida.—

—Aunque estuviéramos uno al lado del otro, me gustaría que me buscaras, al menos con una pequeña mirada.— discutió un poco —Sería bueno y cursi.—

—Está bien Aldo, te prometo que si el mundo termina mañana te buscaré por todos lados.— prometí terminando aquel helado

Sonrió mientras seguíamos caminando. Pasamos algunas calles en los mismos tipos de temas, desde "¿qué harías si no nos hubiéramos conocido?", hasta "¿crees que estábamos destinados a estar así de enamorados?"

Estábamos por cruzar una avenida, pero nos detuvimos observando que los autos seguían avanzando

—Ya quiero llegar al hotel, me muero de sueño.— me quejé

—Te comiste como medio litro de helado, sería extraño que eso no te dé sueño.— se burló —Llegando dormiremos, de todas maneras mañana nos tenemos que levantar temprano por el viaje que tenemos.—

El semáforo cambió para indicar que era nuestro momento de avanzar, me adelanté un poco mirando que no era la única en cruzar, mientras tanto Aldo se detuvo un momento para revisar algo en su celular

Sin previo aviso un auto apareció y sin importar que estuviéramos cruzando la calle no se detuvo

Todo pareció estar en cámara lenta, recuerdo que lo último que vi fue a Aldo levantando poco a poco su mirada después de mirar su celular... Al menos agradecía que él estaba fuera del alcance de aquel auto

Quizás aquel conductor venía en estado de ebriedad o quizás se descompusieron sus frenos, pero no se imaginó el trágico accidente que provocaría

Viví enamorada de mi querido Roma, pero quizás, solo quizás, moriría enamorada en Roma... que dura realidad

𝐑𝐎𝐌𝐀 [Aldo Geo X Tú]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora