El pueblo de los susurros

Capítulo 6 parte 4 "Figura"

¿Tú hermano hizo esto? - Preguntó Ximena.

Lucy asintió. Se sentía muy orgullosa de Valentine y todo lo que él hacía.

Mira todo lo que los duendes pueden hacer. - Comentó Mireia en tono bromista. - Ja,ja, entiendo que estés celosa, bruja. - Le contestó Valentine, siguiéndole el juego.

Todas las chicas se quedaron observando la pintura. Mireia sabía que Valentine estaba trabajando en un proyecto hace unos meses, pero él nunca quizo contarle que, siempre le decía "es una sorpresa" y ella lo respetaba, aunque no desaprovechaba una oportunidad para molestarlo al respecto.

Seguro ahora serás de esos locos artistas que se pasan hoooras encerrados pintando como locos. - Bromeó. - Disculpa señorita lógica, yo sí soy creativo. - Le contestó Valentine.

Mireia rió.

Te quedo asombroso. - Le dijo. - Je, gracias, bruja. - Respondió el pelirrojo y observo a la otra chica que las acompañaba. - Ximena... Que gusto verte. - La Saludó. - ¡Igualmente! ¡me encanta tu mural! - Le contestó relajada pero a la vez con entusiasmo la nombrada.

Mireia rió, noto que, al igual que ella, a Valentine no le agradaba del todo su reciente invitada.

U-Uumm, sí, bueno a diferencia de Mireia que es aburrida, yo sí hago cosas creativas. - Contó burlón. - Callate, duende. - Contrataco la nombrada. 

Valentine sonrió con picardia, ese jueguito que tenia con Mireia de molestarse mutuamente cada que podían le parecía divertido en cualquier ocación o momento del día.

No te preocupes, quizás algún día puedas apenas parecerte un poco a mí y a mi talento. - Bromeó. - Oh, seguro "gran artista" - Se burló Mireia, para luego sonreír le. - Pero en serio, se nota lo mucho que trabajaste. Que malo fuiste al no querer contar nada.

Valentine se rasco un poco la cabeza y miro hacia otro lado, un tanto avergonzado.

Ya sabes como soy, me gusta sorprender. Y me distraigo con la nada misma, así que no sabía cuándo terminaría. - Explicó. - Es fantástico como le pusiste tanto detalle. - Comentó Ximena, acercándose al mural.

La de morados cabellos toco apenas con las yemas de sus dedos, sin intenciones de ensuciar el mural.

Que puedo decir, se hace con la práctica. - Presumió ligeramente Valentine. - Como sea ¿quién tiene hambre? - Preguntó. - Oh, sí, ya quiero comer algo. - Ahora hablo Lucy.

Y esa fue la señal para que todos caminarán hacia los puestos de comida.

Mireia se alzó de hombros, no tenía hambre y seguro comería algo sencillo solo para acompañarlos. Su poco apetito siempre hacia molestar a Dany cuando estaba en casa, "Debes comer más" escuchaba esa frase todos los días, pero ella no estaba aquí ahora.

Hermana, me encanta tu ropa. - Le hablo Ximena de repente.

¿Su ropa? No era nada del otro mundo, unos pantalones jeans tiro bajo y una camiseta igual de roja que los rubíes que tenía por ojos que dejaba ver su estomago.

U-Uumm, gracias, tu cabello me parece realmente mágico. - Dijo.

"Eso sonó estúpido." Pensó. Definitivamente no debía tratar de ser genial.