8. Ser un buen diseñador, y un buen compañero

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Al día siguiente...

-Buenos días, león.

-Buenos días, Alex.

-¿Cómo está mi Juanji hoy?

-Pues de puta madre, ¿no me ves?- dijo irónicamente.

-Si, esas ojeras te quedan de locos. Vengo a comentarte algo. Hoy se incorpora una becaria, y es para tu equipo. Se llama Maria.- ¿Para su equipo? ¿La novia del jefe era su nueva becaria?- ¿Y esa cara?

-Nada... nada, no me lo esperaba.

-Martin ha puesto toda su confianza en ti.

-Lo dudo.

-Te lo estoy diciendo en serio, quiere que la tengas bajo tu ala y seas su mentor. Te dejo que tenemos un lío de la hostia con dos encargos. Menudo madrugón me he pegado...

A Juanjo no le dio tiempo ni a contestar, Alex ya se estaba yendo hacia el despacho de Martin.

Como siempre vio llegar a la mayoría de sus compañeros gracias a su mala costumbre de entrar antes de tiempo a trabajar.

Al cabo del rato Lidia, la de recursos humanos, se le acercó con la chica que había visto el día anterior en compañía de su jefe y saliendo después del despacho de recursos humanos.

-Buenos días, Lidia. ¿Qué tal va todo?

-Todo lo bien que puede ir en esta ciudad caótica. ¿Y tú?

-Genial. No entiendo cómo no disfrutáis de la vida que tiene Madrid. -Dijo, mirando por detrás de la mujer a la otra chica, que parecía que se protegía con la espalda de Lidia- Me ha dicho Alex que tienes a alguien para mi.

-Así es, te presento a Maria.- Y se echó a un lado para que Juanjo viera a la aludida.

-Hola.- Respondió esta con una sonrisa avergonzada.

-Aquí os dejo. Espero que vaya todo muy bien.- Se acercó a Juanjo para hablarle en voz baja- cuídala, ¿vale?

-Ni que fuera yo un ogro.

-Si te da el sol te conviertes en piedra, imagínate.- Exclamó Lidia, y se fue con una carcajada.

-Hola Maria. Encantado.- Dijo levantándose y estirando la mano mientras la chica la estrechaba.- Siéntate y así nos conocemos un poco. ¿Has estudiado diseño?

-Hola Juanjo, un placer.- Se sentó y continuó- Si, estoy terminando la carrera, y esta empresa me ofrece todo lo que quiero ahora mismo. Además te admiro muchísimo, uno de nuestros profesores de la uni nos pone cada dos por tres ejemplos tuyos.

Juanjo la miró sorprendido pero se recompuso rápidamente y le lanzó una sonrisa.

-Bueno, vamos al lío. Pásame ese portafolios que tanto guardas bajo tus brazos. Algo bueno tiene que tener si le das ese valor.- Dijo esto de manera suave y sonriéndole, para tranquilizar a la chica.

Estuvieron un buen rato hablando mientras Juanjo analizaba los diseños de su nueva becaria. No podía negar que el día anterior había estado pensando en el hecho de que la nueva era una enchufada, pero de momento le había dado buena impresión. También seguía sorprendido por el hecho de que el jefe hubiera pedido explícitamente que fuera su mentor después de lo de ayer, pero también era cierto que durante los años que llevaba trabajando en la agencia había demostrado ser un profesional y se había hecho un nombre en el mundillo. Al pensar en su jefe no pudo evitar pensar en el like que había recibido de parte de Martin, y también que este no lo había seguido de vuelta... ¿quizás se había precipitado? Cuando llegó la hora del almuerzo Juanjo le dijo a su becaria que si le apetecía bajar con él a la cafetería, y allí estaban mirando la bollería que había en la barra cuando Alex y Denna se acercaron a ellos.

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