-QUE NOS LO HAN ACEPTADO!!- Gritaba Lucas al día siguiente mientras algunos de los presentes vitoreaban.
-¡Esto hay que celebrarlo, maños!- Dijo Naiara.
-Y lo haremos, ¿a que si, Martin?- Le preguntó Chiara a su amigo.
-Por supuesto que si. Estoy muy contento con el resultado y la respuesta. Ahora queda lo más difícil que es hacer realidad el proyecto y exponerlo, así que de momento no nos precipitemos, pero si todo sale como esperamos, tendremos celebración.
Todos asintieron y poco a poco empezaron a dispersarse. Martin llamó a Alvaro y a Salma para que se acercaran a hablar con él.
-Tengo algo en mente para celebrar esto, pero voy a necesitar que me echéis una mano, ¿os apetece?
-¡Pues claro que nos apetece, jefe!- Respondió Salma mirando a Alvaro.
-Cuenta con nosotros, Martin.
-Como todavía es pronto y tenemos bastante lío vamos a ir pensando qué hacer, lo que se os ocurra habladlo conmigo o con Alex si yo no estoy.
Martin divisó a Juanjo a lo lejos con María y, despidiéndose de Salma y Alvaro, fue hacia él.
-Oye Bona...
-Hola, Urrutia.- Le respondió Juanjo de manera cortante.
-Quería darte la enhorabuena, al final el proyecto ha quedado muy bien, y ha sido igual de bien recibido por los de Adidas.
-Gracias, y gracias por el cambio de perspectiva, fue muy fácil entendernos.
-No hay de qué. En fin... que tengáis buen día- dijo mirando por primera vez en ese rato a la becaria.
Cuando Martin se fue María se giró con una sonrisa guasona hacia Juanjo.
-No te atrevas a llamarme a mi también Urrutia.
-¿Cómo?- ¿Ya estaban casados? ¿Eran como ese tipo de matrimonio americano en el que la mujer se queda con el apellido del marido? Qué horror...
-Me encanta mi apellido pero es demasiado formal, prefiero que me llames María a secas. Supongo que llamas Urrutia a mi hermano por el puesto que tiene, pero no lo hagas conmigo, por favor.
¿HERMANO? PERO ¿QUÉ?
Juanjo se encontraba en shock, porque bajo ningún concepto esperaba que María y Martin fueran hermanos. ¿Por qué cojones no había pensado en esa posibilidad? Intentó disimular la sorpresa, y lo hizo relativamente bien, aunque mientras procesaba esa información le dio una respuesta corta a la chica.
-Tranquila, María. Vamos con Violeta para ver lo de la campaña de la semana pasada, y así de paso te empiezas a acostumbrar a otro sector de la agencia.
Otra semana más pasó y volvieron a reunirse en el bar de siempre. En principio Martin y María no iban a ir, porque ambos estaban reventados y habían pensado irse a algún spa de la periferia a reponer fuerzas, pero Alex insistió tanto que finalmente también aparecieron por allí. Ninguno de los presentes se sorprendió porque a esas alturas todos sabían qué parentesco tenían el jefe y la becaria.-Mery, ¿qué quieres tomar?
-Una cocacola sin limón, porfa.
-Y para mi un nestea.
El camarero lo anotó y marchó a preparar las bebidas.
-Bueno maños, ¿nos vais a contar ya lo que nos tenéis que contar o qué?- dijo Juanjo.
Guillem apareció rápidamente con las bebidas y se fue de la misma manera, así que Alex aprovechó para empezar a hablar después de darle una mirada rápida a Denna y ver que estaba nerviosa.
-Como ya sabéis llevo enamorado de Denna desde que llegué a Madrid, el fin de semana pasado le pedí algo...
-Ay por favor...- dijeron Salma y Violeta al mismo tiempo.
-Come on, Alex!
-Me pidió que nos casáramos, y ¡le dije QUE SI!- acabó Denna por él, enseñando un anillo precioso a sus amigos.
Todos se pusieron a aplaudir y fueron levantándose para felicitarlos, incluso Martin, que fue directo a la chica después de que Juanjo dejara de zarandearla de arriba a abajo como a una muñeca. Cuando todos se calmaron un poco Denna quiso continuar hablando.
-Sabéis que todos los que estáis aquí ahora mismo sois muy especiales para nosotros dos, por eso queríamos pediros algo a dos de vosotros.
-Martin, eres mi hermano desde hace muchos años...- y a Alex se le cortó la voz, así que volvió a hablar Denna, que también estaba muy emocionada.
-Y tu, Juanjo, también lo eres para mi... queríamos que fuerais nuestros testigos en la boda.
Ambos aludidos miraban a sus respectivos amigos, muy emocionados por la noticia y por lo que les estaban pidiendo. El resto no estaban mucho mejor, y miraban para todos lados esperando las respuestas y reacciones de Martin y Juanjo.
-¡Pero Almu!- Juanjo entonces se levantó y fue a abrazar de nuevo a su amiga -Claro que quiero, por dios, pero ¡qué honor!
Martin ya se levantaba cuando Juanjo miró de soslayo al resto, yendo directo a Alex.
-Estoy muy feliz por vosotros, por ti. Estaré ahí para acompañaros, en la boda y en el resto de vuestra vida.
-¡GUILLEM- gritó entonces Alex- trae una ronda de chupitos!
-Y la botella de la pegatina rosa, que tenemos algo que celebrar- así volvieron a sentarse y comenzaron a hacerles preguntas y a comentar cosas de la futura boda. En algún momento Martin y Juanjo acabaron sentados el uno junto al otro.
-Chicos, ¿os apetece celebrarlo mañana? Le debemos una fiesta de bienvenida a Juanjo, y me han hablado de una discoteca nueva que es la hostia.- dijo Salma, y todos estuvieron de acuerdo, incluso Martin, que aceptó después de mirar a los ojitos de bambi que Alex le ponía.
Aquella tarde bebió de la botella rosa hasta Martin, aunque este rechazó el chupito, oportunidad que aprovechó Juanjo robándoselo de su sitio y bebiéndoselo de un trago. Lo único de lo que fue capaz de procesar Martin en aquel momento fue la sonrisa de medio lado y el guiño que le regaló el maño, y el calor que se repartió no solo por su cara sino también por su estómago. Lo achacó, por supuesto, a las burbujas del moët y la felicidad compartida.
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ETERNOS
ChickLitMartin, nuevo director de marketing de la agencia de su padre, y Juanjo, diseñador creativo de esta, no se soportan... ¿Podrá la ciudad eterna hacerlos cambiar de opinión?