~Hanna~
Muerdo mi labio inferior con nerviosismo mientras sigo a la mujer que me guía hacia el comedor nuevamente, sigo sin aprenderme el camino.
Aunque bueno, no es como si hubiese tenido que recorrer el camino demasiadas veces.
Pensé que mi alimentación sería similar que en casa pero han venido a buscarme para cenar. No lo voy a negar, me emociona ya no tener que aguantar hambre nunca más.
Al llegar, la señora me dedica una sonrisa antes de partir dejándome fuera del lugar al que me adentro sin pensarlo nucho, estoy intentando mostrarme decidida.
Sin embargo, me llevo una sorpresa al ver a dos hombres acompañando a Massimo, uno de ellos es el que hablo conmigo por la tarde y el otro es completamente desconocido para mi.
Trago saliva al tener sus miradas sobre mi, haciéndome remover inquieta. Odio cuando la atención de las personas se centra en mi.
Massimo carraspea llamando mi atención.
— ¿Te molesta que nos acompañen esta noche?
Me molesta estar aquí pero bueno, no tengo de otra, por lo que niego forzando una sonrisa.
— Para nada.
Igual que durante el almuerzo, tomo asiento en la otra punta de la mesa, bastante alejada de ellos.
Me siguen mirando atentamente y es muy molesto, incomodo.
— ¿Como has estado durante la tarde? — inquiere, y se exactamente que es lo que quiere saber.
No he traído el contrato, prefiero entregárselo mañana para que piense que lo sigo pensando.
— Bien, dentro de lo que cabe estando secuestrada.
Pensé que se enojaría, pero lo que hace es reír con diversión y realmente odio que esto para el no sea más que un juego, al igual que odio el efecto que tiene si risa en mi. Sus acompañantes también ríen, opacando un poco el sonido hipnotico.
Suelto un suspiro cuando las muchachas entran a servir la comida.
— Gracias — le agradezco con una sonrisa que ella me devuelve tímidamente antes de retirarse en silencio junto a su compañera.
El ambiente es algo tenso, por lo que me dedico a comer en silencio y procurando ser rápida para poder irme a encerrar nuevamente.
Me encerrare todas las veces que sean necesarias para no pasar tiempo con el peligro que representa Massimo, intentaré salir de la habitación solo cuando él no se encuentre presente y se que serán muchas ocasiones ya que se ve que es un hombre importante, por ende, ocupado.
Un hombre importante que es incapaz de conquistar a una mujer de manera correcta.
Es simplemente increíble el hecho de que haya tenido que secuestrarme para ser su pareja, un hombre como él debe tener muchas chicas detrás suyo. Es un hombre muy atractivo, demasiado para mi salud mental.
Siento mi cara arder ante mis propios pensamientos intrusivos, y realmente me molesta que su presencia se mantenga en mi mente desde que desperté y lo vi, no debería ser así. Y tampoco debería pensar cosas que no sean referentes a lo enfermo que esta.
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Efimero
RomanceDos almas atormentadas son indefensas separadas, pero cuando se juntan pueden crear así una combinación explosiva. Para bien o para mal, esas almas se pertenecen. Son muy diferentes. Una es calma, la otra es tormenta. Una es paz, la otra es guerra...