**Capítulo 4: Ecos del Pasado**
El sol comenzaba a asomarse por el horizonte cuando Lilith finalmente salió del bosque. Sus pensamientos todavía estaban atrapados en la revelación que había recibido en el claro. La verdad sobre su creación, su propósito, y el inmenso poder que poseía la había dejado sacudida, pero también más decidida que nunca. Sabía que la confrontación con sus padres era inevitable, y que tenía que estar preparada.
De vuelta en la cabaña del misterio, todo estaba en silencio. Stanford y Bill no parecían haber notado su ausencia. La cabaña, con sus viejos secretos y recuerdos oscuros, ahora le parecía más opresiva que nunca. Sin embargo, Lilith sabía que antes de seguir adelante, tenía que enfrentarse a sus padres, especialmente a Stanford, cuyas intenciones habían sido más ambiguas que las de Bill.
Con el primer rayo de luz entrando por la ventana, Lilith decidió no perder más tiempo. Caminó con determinación hacia el estudio de Stanford, un lugar al que había estado pocas veces, pero que siempre había considerado el núcleo de sus investigaciones y secretos.
Al llegar, la puerta estaba entreabierta. Lilith empujó suavemente y entró sin hacer ruido. Stanford estaba allí, como siempre, absorto en sus estudios. Mapas, diagramas y libros antiguos estaban esparcidos por toda la mesa, y sus gafas descansaban en la punta de su nariz mientras tomaba notas febrilmente. Sin embargo, esta vez, no pasó desapercibida.
"Lilith," dijo Stanford, levantando la vista y notando su presencia. Su tono era neutral, pero había una chispa de preocupación en su mirada. "¿Qué estás haciendo aquí tan temprano?"
Lilith cruzó los brazos, su mirada firme. "Tenemos que hablar, Stanford. Ya no puedo seguir ignorando lo que soy y lo que ustedes han hecho."
Stanford la observó en silencio por un momento, luego apartó los libros a un lado, sabiendo que no podría esquivar esta conversación. "Sabía que este día llegaría. Sabía que no podríamos mantenerte en la oscuridad para siempre."
"¿Oscuridad?" Lilith dio un paso adelante, su voz temblando con una mezcla de furia y tristeza. "Ustedes me crearon por razones egoístas, y nunca se molestaron en enseñarme lo que realmente soy. Me dejaron sola para descubrirlo por mí misma."
Stanford se quitó las gafas y las dejó a un lado, frotándose los ojos con cansancio. "Lilith, las cosas no son tan simples como parecen. Sí, fuiste concebida de manera inusual, en un intento de... controlar las fuerzas que encontramos en Gravity Falls. Pero nunca te vimos como un experimento. Al menos, yo no."
"¿Entonces por qué me ignoraste todo este tiempo?" Lilith exigió, su voz elevándose. "Si no soy solo un experimento para ti, ¿por qué me trataste como si no existiera?"
Stanford miró a su hija, el dolor en su expresión era evidente. "Porque tengo miedo, Lilith. Miedo de lo que puedes llegar a ser. Miedo de que, al darte las respuestas que buscas, te arrastre hacia un camino que no puedo prever ni controlar. He cometido errores antes, errores que casi destruyen todo lo que me importa. No quería cometer el mismo error contigo."
Lilith sintió que su resolución se tambaleaba, pero no podía permitir que la culpa de Stanford la desviara. "No puedes protegerme de mí misma, Stanford. Ni tú ni Bill. Tengo que entender quién soy, y para eso necesito la verdad, no mentiras ni medias verdades."
Stanford asintió lentamente, como si hubiera esperado este momento durante mucho tiempo. "Tienes razón. No puedo seguir protegiéndote, ni siquiera debería intentarlo. Hay cosas que no te hemos dicho, cosas que Bill... que ambos hemos mantenido ocultas por miedo a lo que podría significar para ti. Pero si estás decidida a saber la verdad, entonces no puedo seguir negándotela."
Lilith lo miró expectante, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad. "Dímelo todo."
Stanford se levantó de su silla y caminó hacia una vieja estantería. Sacó un libro grande, con la cubierta desgastada y un símbolo dorado en relieve que Lilith reconoció de inmediato: el símbolo del ojo en llamas. Abrió el libro y comenzó a pasar las páginas hasta llegar a una en particular, llena de anotaciones y diagramas complejos.
"Este es uno de los diarios que escribí durante mis investigaciones," comenzó Stanford, su voz teñida de nostalgia y remordimiento. "Cuando Bill y yo quedamos atrapados en esa dimensión, descubrimos cosas que ningún ser humano debería saber. Y entre esas cosas, descubrimos la posibilidad de crear una entidad que pudiera manipular las fuerzas del universo a su favor. Una entidad que sería el equilibrio perfecto entre la lógica y el caos, entre la ciencia y la magia. Eso eres tú, Lilith."
Lilith escuchaba en silencio, absorbiendo cada palabra.
"Al principio, creí que podríamos usar ese poder para proteger a Gravity Falls, para evitar que otros seres interdimensionales lo destruyeran. Pero Bill tenía sus propios planes. Planes que... que yo no comprendí hasta que fue demasiado tarde. Cuando finalmente escapamos del portal, supe que habíamos traído algo con nosotros. Algo más grande y peligroso de lo que jamás habíamos imaginado."
Stanford cerró el diario y lo miró directamente a los ojos. "Tú eres esa creación, Lilith. Una amalgama de conocimiento y poder que ni siquiera yo puedo entender completamente. Pero eso no significa que estés destinada a seguir el camino que Bill imaginó para ti. Tienes la capacidad de elegir quién quieres ser. Y esa es la verdad que temía decirte."
Las palabras de Stanford resonaron en la mente de Lilith como un eco. No sabía qué esperar de esa conversación, pero lo que había escuchado superaba cualquier suposición. Sabía que era poderosa, pero no había comprendido la magnitud de lo que eso significaba hasta ahora. Sus padres la habían creado para ser una fuerza imparable, pero no podían controlar lo que ella se convertiría.
Tomó una profunda respiración y dejó que la verdad se asentara en su interior. "Entonces, Stanford, ¿qué hago ahora? Si tengo el poder para cambiar las cosas, ¿cómo evito convertirme en lo que Bill quiere que sea?"
Stanford sonrió tristemente, sus ojos reflejando el orgullo y el temor que sentía por su hija. "Eso, Lilith, es algo que solo tú puedes decidir. Pero no tienes que hacerlo sola. Estoy aquí para ayudarte, si me dejas."
Por primera vez, Lilith sintió una chispa de conexión con su padre. Quizás no había entendido todo antes, pero ahora sabía que podía confiar en Stanford para ser su guía en este camino incierto. Asintió, sintiendo que algo dentro de ella se fortalecía.
"Está bien," dijo finalmente, su voz firme. "Entonces, comencemos a descubrir juntos lo que realmente soy capaz de hacer."
Mientras el sol ascendía en el cielo, la cabaña del misterio parecía cobrar vida de nuevo. Lilith y Stanford se sentaron juntos, por primera vez como padre e hija, dispuestos a explorar el vasto poder que Lilith tenía dentro de sí. Sabían que el futuro estaba lleno de desafíos y peligros, pero también de esperanza. Y Lilith estaba lista para enfrentarlo todo, con la verdad de su lado.
**Continuará...**

ESTÁS LEYENDO
Hija de la Oscuridad y la Razón
SonstigesEs mi primer fanfic/Au que hago si no te gusta solo ignora La trama es un poco fuerte si eres sensible evita leerlo está bajo tu criterio // Cambié la personalidad de algunos personajes si no te gusta ignorar y astente de poner malos comentarios...