La siguiente mañana fueron llegando a cuentagotas al buffet del hotel, los últimos en aparecer fueron Martin y Salma, que llegaron juntos con sonrisas cómplices. Martin vio orgulloso cómo Salma se sentaba al lado de Violeta, dedicándole una sonrisa y un pestañeo de ojos digno de una quinceañera enamorada. Intentando contener la carcajada se sentó al lado de Chiara y empezó a robar comida de los platos de sus amigos.
-Oye, vete a coger lo que te dé la gana, no nos robes.
-Me da pereza...
-Gafas de sol, con pereza, en chándal... ¿te fuiste anoche de fiesta sin avisar?- le preguntó Alvaro.
-No, hice algo mucho mejor...- pero no explicó nada y ninguno preguntó.
-Bueno, ¿hoy qué? ¿Tenemos alguna reunión o algo así?- preguntó Paul.
-Che recién llegamos y ya manifestás reuniones? Bajale un cambio, Pablito...
-¿Alguien ha venido a Roma alguna vez?- Preguntó Martin.
-Yo- respondió Juanjo - y no me gustó nada la experiencia.
-¿Por qué?
-Porque no hay una puta papelera, está todo masificado, y cruzar de un lado al otro de la calle es casi imposible porque hay menos pasos de peatones que papeleras, intentaron venderme cien millones de cargadores de móvil, y también intentaron timarme no sé cuántas veces con las pizzas, ganan una pasta cada mes y tienen las calles de la periferia hechas una mierda...
Juanjo siguió enumerando sus múltiples encontronazos con la ciudad hasta que Martin lo interrumpió.
-Tienes una opinión de mierda sobre la ciudad eterna.
-Pues si, y dudo mucho que la cambie.
-Bueno... eso ya lo veremos. Chicos, chicas,- dijo mirando a todos de soslayo con una sonrisa ladeada- hoy tenemos el día libre.
-That's fantastic, Marts!
-¡Genial! ¿Quién se viene conmigo a ver vestidos de novia?
-Ay, yo me apunto, Almu!- Le respondió Alvaro, y le siguieron también Naiara y Chiara.
Cuando Juanjo iba a responderle fue interrumpido de nuevo por Martin que, en voz baja, le dijo que él no iría ese día a ver vestidos con Denna. Cuando este lo miró de manera interrogante Martin habló.
-Juanjo, puesto que te has encargado tú del último proyecto de Adidas necesito que te quedes conmigo para ultimar algunas cosas, tenemos que ir a la nueva tienda porque allí se grabará el anuncio y me han pedido el favor de revisar unas cosas.
-¿En serio voy a ser el único en trabajar hoy?
-No, yo también estoy pringado. Espabila, Bona, que no tenemos todo el día. Cuanto antes empecemos, antes acabaremos.
Y Martin se levantó, no sin antes observar la cara de fastidio que Juanjo estaba poniendo suponiendo que le tocaría trabajar ese día. Definitivamente no se imaginaba lo que Martin acababa de idear ni cómo iba a cambiar su opinión respecto a Roma.
No tardó mucho en notar que Juanjo le seguía a paso rápido y se giró para encararlo.
-Me dices que curro hoy y te piras, dime por lo menos a qué hora me necesitas, Urrutia.
-¿Ahora hablas como un fifardo, Bona?
-¿Qué dices?
-Nada. Estate atento al móvil que te mandaré indicaciones.
Y el vasco se fue sin esperar respuesta, cabreando una vez más a Juanjo, harto de que lo dejara siempre con la palabra en la boca.
Un rato después...
ESTÁS LEYENDO
ETERNOS
أدب نسائيMartin, nuevo director de marketing de la agencia de su padre, y Juanjo, diseñador creativo de esta, no se soportan... ¿Podrá la ciudad eterna hacerlos cambiar de opinión?