Estaba asustada, lo que había entrado en su cuerpo no era de aquel mundo. Necesitaba medicina élfica. Y pronto...Aragorn quizá podría ayudarla, aunque lo dudaba.
Necesitaba los conocimientos de su padre.
Pero su padre estaría en Rivendel, con Arwen.
Dentro del dolor que le recorría hasta el hombro, un presentimiento cruzó por su interior y la hizo alzar la vista.
Más allá, sobre el campo, alguien cercano a ella, alguien a quien quería sufría por algo. Su mente, nublada por el dolor y el frío que comenzaba a sentir cada vez más evidente, no la dejaba saber quién, pero alguien con quien estaba compenetrada se lamentaba de...¿dolor, sufrimiento, miedo? Un sentimiento negativo, sin duda.
La elfa echó a andar, pero no en dirección a la ciudad, sino hacia la persona que atraía su atención. No se perdonaría marcharse si podía ayudarle, quienquiera que fuese, porque en su fuero interno sabía con seguridad que era importante para ella.Anduvo dándose prisa por entre los cientos de muertos en batalla que cubrían el suelo del Pelennor, buscando al origen de su presentimiento.
_¡Haldir!_gritó. Podría ser él, quizá estuviese herido._¡Haldir!
La elfa contemplaba el terreno ante ella mientras avanzaba. Caídos, amontonados unos sobre otros...demasiados hombres, demasiada muerte, pensaba. Familias rotas por el dolor. Ya tan sólo existirían en los recuerdos y sueños de sus hijos, padres y esposas...cabezas de familia caídos en batalla bajo el honor y el orgullo de haber servido a su rey y a su pueblo...¿qué honor? ¿Qué orgullo? Reyes existirían muchos, ciudades miles, y la patria...al fin y al cabo era tan sólo un suelo bajo unos pies por mucho que lo amases... nada de eso merece la pena en realidad..sólo el valor de la vida misma y la de la propia familia, de los que te quieren y a los que quieres...ahora muertos...cuerpos vacíos de vida, cáscaras desprovistas de su semilla, fríos, pálida carne muerta...
Aelin sacudió la cabeza para alejar aquellos pensamientos. Sabía que el Hálito Negro sumergía poco a poco a su víctima en una horripilante oscuridad, cada vez más negra e insoportable, y provocaba terroríficas pesadillas y alucinaciones que señalaban el inicio de una próxima muerte, un estado transitorio entre ésta y el mundo de los muertos. Una forma de morir cruel, lenta e insufrible...una muerte condenada a la sombra eterna.
_¡Haldir!_seguía llamándole_¡Háblame! ¿Dónde estás?
Estaba casi segura de que era él... ¿quién si no atraería su atención en aquel lugar?
La tarde caía y con ella el fresco. Aelin sentía cada vez más frío. Había perdido la capa de Lorien que Haldir le puso por encima para ocultarla y ahora la echaba de menos.
Tenía un horrible frío calándole hasta los huesos.
Tropezó con la pierna de alguien y casi cae al suelo de cara. Era uno de los soldados de Gondor, muerto en batalla, yaciendo junto a varios de sus compañeros y orcos de Mordor. Aelin se agachó y le desabrochó la capa del cuello con cuidado.
_Lo siento, soldado_dijo ella tirando de la tela_, pero por desgracia ya no la necesitarás más. Que tu alma encuentre la paz tras tu muerte.
La elfa se la puso con manos torpes, se cubrió la cabeza con ella y siguió adelante._Reconozco tu rostro...Éowyn_dijo Theoden bajo el vientre de su caballo muerto_. Mis ojos se nublan.
El rey de la marca yacía moribundo junto a su sobrina, también herida quien, empapada en lágrimas, no podía asimilar que su querido tío, a quien tantos años había estado cuidando bajo la influencia de Saruman, moriría tan pronto, recién devuelto al mundo, sano y pudiendo recuperar los años perdidos.
_No, no, no_sollozó ella tocándole la cara_. Yo voy a salvarte.
_Ya lo has hecho. Éowyn, mi cuerpo ya no responde. Debes dejarme marchar. Vuelvo con mis padres, en cuya poderosa compañía no he de sentir vergüenza...
Éowyn...
La desolada mujer, con el brazo roto, besó la cara de su tío y miró hacia atrás, buscando a Merry. Había caído inconsciente tras defenderla del ataque de aquel ser infernal que quiso rematar al rey cuando ella se interpuso espada en alto. No quería creer que sólo ella quedase con vida...quizá debió haber caído ella también con ellos y haberse llevado consigo la gloria de la batalla, no así...no vivir para otro encierro impuesto, ahora además condenada a sufrir las pérdidas de sus seres queridos y con la marca de una guerra en sus entrañas. Pero...¿acaso no lo había elegido ella así?
_¡Eowyn!_escuchó de pronto cerca de ella.
A través de la húmeda cortina que nublaban sus ojos, la dama de Rohan alzó la vista al oír aquella conocida voz y una luz de esperanza atravesó su corazón.
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ESDLA,una elfa en la Compañía
FanfictionAelin Tindómiel es la hija menor de Elrond, hermana de Arwen y discípula de su padre en el arte de la sanación élfica. Ambas se parecen bastante físicamente, pero Aelin posee una personalidad muy diferente a ella. Es atrevida, inquieta y decidida...