( bastante NSFW - muy sugerente ¡pero sin escenas obscenas directas!)
🌿 nisiquiera la lujuria puedes ser enmascarada por las magia para siempre
cómo entrenador Pokémon tu trabajo está decidido: crecer juntos a tu única compañera meowscarada , y en...
Una palabra cálida verano lo que es aún más calido se encuentra entre las suaves yemas de los dedos.
Me preguntó que es eso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Hogar, dulces hogar" gritas desde la puerta de entrada una parte de ti espera que la casa te responda, o tendrás ganas de empezar a cantar una canción por la emoción de volver finalmente a casa desde las playas de alola. Te encuentras con el silencio y luego una calidez difusa que te roza la pantorrilla. Mira hacia abajo y ves a flora alejarse a toda prisa.
"¿Que prisa tienes, gatita?" Preguntas, cerrando la puerta y siguiéndola de cerca, la gata recorre la casa dando saltos, dejando mechones de peló verde a su paso. Les lanzas a todos una mirada de enojo, tendrás que ser tú quién limpie eso más tarde "en Serio, ¿Que te pasa, flora?"
Ella te llevas hasta el baño. Inesperado. Al principio esperabas que corriera a la cocina a buscar un bocadillo, como ese cereal asqueroso o esas golosinas para gatos que por alguna razón tienen forma de papas fritas. Por lo general, es una gran comedora, directa a los gabinetes para engullir algo, pero hoy parece ser el día de la ducha. El único problema es que está demasiado ansiosa por ducharse. Prácticamente corre hacia ella. Cuando llega al baño y atraviesa la puerta, casi tirandola de las bisagras, se lanza a la ducha y enciende frenéticamente el cabezal de la ducha.
En el momento en que entras en la habitación después de ella, se oye el sonido del agua corriendo por el desagüe. Miras hacia ella, totalmente confundido al ver la temperatura que ella puso. Fría, la temperatura más fría posible. Comparada con la mayoría de las duchas, tu nivel de frío es extremadamente bajo.
Flora se deja caer sobre sus patas traseras y se sienta con las piernas abiertas, dejando que el agua le bañe el cuerpo, su exuberante pelaje está empapado, el yo-yo que cuelga de su bufanda está empapado. En ausencia de aromas jabonosos, se percibe el olor de una gata empapada. Luchas contra el impulso de taparte la nariz.
Te apoyas en el lavado. "¿No te lamiste hasta quedarte limpia durante todo el vuelo hasta aquí? Y además, hacias un ruido infernal. Escuché sorbos, sorbos, sorbos durante horas. ¿Por qué te estás duchando?"
Lo único que hace flora es gemir mientras se sumerge en el chorro de agua.
"¿Y por qué tiene temperatura artica?"
Ella no quiere saber nada de eso. Flora te lanza la mirada más sucia que una linda gatita puede tener, sus ojos están vacíos de toda travesura y despreocupación, como si te estuviera maldiciendo con solo el contacto visual. Al devolverte la mirada, sientes una especie de presión que te carcome el pecho. Y entonces es cuando te das cuenta. Recibir la mirada asesina de tu adorable amiga felina no es muy agradable.
